11789 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

la novena por Matanías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la décima por Simei, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la undécima por Azareel, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la duodécima por Hasabías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimotercera por Subael, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimocuarta por Matatías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimoquinta por Jeremot, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimosexta por Hananías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimoséptima por Josbecasa, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimooctava por Hanani, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimonovena por Maloti, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigésima por Eliata, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimaprimera por Hotir, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimasegunda por Gidalti, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimatercera por Mahaziot, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimacuarta por Romanti-ezer, con sus hijos y sus hermanos, doce.

En cuanto a la distribución de los porteros: De los coreítas: Meselemías hijo de Coré, de los hijos de Asaf.

También de Semaías su hijo nacieron hijos que fueron señores sobre la casa de sus padres; porque eran varones valientes de gran valor.

De éstos se hizo la distribución de los porteros, por los principales de los varones de la guardia contra sus hermanos de dos en dos, para ministrar en la Casa del SEÑOR.

Y cayó la suerte del oriente a Selemías. Y a Zacarías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes; y salió la suerte suya al norte.

Y por Obed-edom, al mediodía; y por sus hijos, la casa de la consulta.

Por Supim y Hosa al occidente, con la puerta de Salequet al camino de la subida, guardia contra guardia.

Al oriente seis levitas, al norte cuatro de día; al mediodía cuatro de día; y a la casa de la consulta, de dos en dos.

En la cámara de los vasos al occidente, cuatro al camino, y dos en la cámara.

Y de los levitas, Ahías tenía a su cargo los tesoros de la Casa de Dios, y de los tesoros de las cosas santificadas.

Los hijos de Jehieli, Zetam y Joel su hermano, tuvieron a su cargo los tesoros de la Casa del SEÑOR.

de lo que habían consagrado de las guerras y de los despojos, para reparar la Casa del SEÑOR.

Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia; y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomit y de sus hermanos.

De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de valor, que eran mil setecientos, presidían a Israel al otro lado del Jordán, al occidente, en toda la obra del SEÑOR, y en el servicio del rey.

Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil setecientos, cabezas paternas, los cuales el rey David constituyó sobre los rubenitas, gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y las cosas del rey.

Y {esta es} la enumeración de los hijos de Israel, los jefes de {casas} paternas, los comandantes de miles y de cientos, y sus oficiales que servían al rey en todos los asuntos de las divisiones que entraban y salían, mes por mes durante todos los meses del año; cada división {tenía} veinticuatro mil.

Sobre la primera cuadrilla del primer mes estaba Jasobeam hijo de Zabdiel; y había en su cuadrilla veinticuatro mil.

Sobre la cuadrilla del segundo mes estaba Dodai, el ahohíta; y en su cuadrilla estaba el príncipe Miclot; en la cual había veinticuatro mil.

El jefe de la tercera división para el tercer mes era Benaías, hijo de Joiada sumo sacerdote; y en su división había veinte y cuatro mil.

Sobre los hijos de Efraín, Oseas hijo de Azazías. Sobre la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaías.

Sobre la otra media tribu de Manasés en Galaad, Iddo hijo de Zacarías. Sobre los de Benjamín, Jaasiel hijo de Abner.

Joab hijo de Sarvia había comenzado a contar, mas no acabó, y por esto vino la ira sobre Israel; y así el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David.

y de los que trabajaban en la labranza de las tierras en los campos, Ezri hijo de Quelub;

A cargo de los olivares y sicómoros en la Sefela {estaba} Baal-hanán gederita; y a cargo de los depósitos de aceite {estaba} Joás.

y de las ovejas, Jaziz, el agareno. Todos éstos eran príncipes de la hacienda del rey David.

Y juntó David en Jerusalén a todos los príncipes de Israel, los príncipes de las tribus, y los príncipes de las cuadrillas, que servían al rey; y los príncipes de mil y de cien, con los príncipes de toda la hacienda y posesión de David, y sus hijos, con los eunucos, los poderosos, y todos los hombres valientes.

Entonces el rey David se puso en pie y dijo: Escuchadme, hermanos míos y pueblo mío; {había} pensado edificar una casa permanente para el arca del pacto del SEÑOR y para estrado de nuestro Dios. Así había hecho arreglos para edificar{la.}

Pero el SEÑOR el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuera rey sobre Israel; porque de Judá escogió el capitán; y de la casa de Judá la casa de mi padre; y de entre los hijos de mi padre en mí tomó contentamiento para ponerme por rey sobre todo Israel;

Ahora pues, delante de los ojos de todo Israel, congregación del SEÑOR, y en oídos de nuestro Dios, guardad y buscad todos los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.

Mira, pues, ahora que Jehová te ha elegido para que edifiques casa para santuario: esfuérzate, y haz la.

Y David dio a Salomón su hijo la traza del pórtico, y de sus casas, y de sus despensas, y de sus salas, y de sus recámaras de adentro, y del lugar del asiento de la reconciliación.

Asimismo la traza de todas las cosas que había recibido por el Espíritu, para los atrios de la Casa del SEÑOR, y para todas las cámaras en derredor, para los tesoros de la Casa de Dios, y para los tesoros de las cosas santificadas;

también para los órdenes de los sacerdotes y de los levitas, y para toda la obra del ministerio de la Casa del SEÑOR, y para todos los vasos del ministerio de la Casa del SEÑOR.

para los {utensilios} de oro, el peso del oro para todos los utensilios para toda clase de servicio; para los utensilios de plata, el peso {de la plata} para todos los utensilios para toda clase de servicio;

y el peso {del oro} para los candelabros de oro y sus lámparas de oro, con el peso de cada candelabro y sus lámparas; y {el peso de la plata} para los candelabros de plata, con el peso de cada candelabro y sus lámparas conforme al uso de cada candelabro;

Asimismo dio oro por peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; del mismo modo plata para las mesas de plata.

Además, oro puro por peso para el altar del incienso; asimismo para la semejanza del carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del pacto del SEÑOR.

Dijo más David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, será contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR.

He aquí los órdenes de los sacerdotes y de los levitas, en todo el ministerio de la Casa de Dios, serán contigo en toda la obra; todos voluntarios, con sabiduría en todo ministerio; asimismo los príncipes y todo el pueblo para ejecutar todas tus órdenes.

Dijo también el rey David a toda la congregación: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno, y la obra es grande; porque el palacio no es para hombre, sino para el SEÑOR Dios.

Yo empero con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y bronce para las de bronce, y hierro para las de hierro, y madera para las de madera, y piedras de ónice, y piedras preciosas, y piedras negras, y piedras de diversos colores, y toda suerte de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.

A más de esto, por cuanto tengo mi contentamiento en la Casa de mi Dios, yo tengo en mi tesoro particular oro y plata, el cual he dado para la Casa de mi Dios, además de todas las cosas que he aparejado para la Casa del santuario:

y oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de manos de los obreros. ¿Y quién quiere consagrar hoy la ofrenda de sus manos al SEÑOR?

Entonces los príncipes de los padres, y los príncipes de las tribus de Israel, los príncipes de mil y de cien, con los príncipes que tenían a cargo la obra del rey, ofrecieron de su voluntad;

y dieron para el servicio de la Casa de Dios cinco mil talentos de oro y diez mil sueldos, y diez mil talentos de plata, y dieciocho mil talentos de bronce, y cien mil talentos de hierro.

Y cado uno dio las piedras preciosas con que se halló para el tesoro de la casa del SEÑOR, en mano de Jehiel, el gersonita.

Asimismo el rey David se alegró mucho, y bendijo al SEÑOR delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.

Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.

Yo sé, oh Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto; y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado liberalmente.

Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, y tus testimonios, y tus estatutos; y para que haga todas las cosas, y te edifique el palacio para la cual yo he hecho la provisión.

Después de esto David dijo a toda la congregación: Bendecid ahora al SEÑOR vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo al SEÑOR Dios de sus padres; e inclinándose adoraron delante del SEÑOR, y del rey.

Y comieron y bebieron delante del SEÑOR aquel día con gran gozo; y dieron la segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y le ungieron al SEÑOR por príncipe, y a Sadoc por sacerdote.

Y el SEÑOR engrandeció en extremo a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le dio gloria del reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

Y fue Salomón, y con él toda la congregación, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo del testimonio de Dios, que Moisés siervo del SEÑOR había hecho en el desierto.

Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo del SEÑOR, al cual Salomón y la congregación fueron a buscar.

Subió Salomón allí, delante del SEÑOR, al altar de bronce que {estaba} en la tienda de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.

sea pues ahora firme, oh SEÑOR Dios, tu palabra con mi padre David; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.

Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto fue el deseo de tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para poder juzgar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,

Y Salomón salió del lugar alto que estaba en Gabaón, de la tienda de reunión, a Jerusalén, y reinó sobre Israel.

El rey hizo la plata y el oro {tan común} en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros en el llano.

Y sacaban caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón; porque la compañía de los mercaderes del rey compraban caballos y lienzos.

Y se importaba un carro de Egipto por seiscientos {siclos} de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y de la misma manera {los} exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.

He aquí yo tengo que edificar Casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos de la mañana y la tarde; y para los sábados, nuevas lunas, y fiestas solemnes del SEÑOR nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.

Envíame también del Líbano madera de cedro, ciprés y sándalo, porque yo sé que tus siervos saben cortar la madera del Líbano; y he aquí, mis siervos {trabajarán} con tus siervos,

para que me aparejen mucha madera, porque la Casa que tengo que edificar ha de ser grande e insigne.

Y he aquí para los cortadores, los cortadores de la madera, tus siervos, he dado veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

Y además decía Hiram: Bendito sea el SEÑOR el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David hijo sabio, conocedor, cuerdo y entendido, que edifique Casa al SEÑOR, y casa para su reino.

Ahora pues, enviará mi señor a sus siervos el trigo, y la cebada, el aceite, y el vino, que ha dicho;

y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que hubieres menester, y te la traeremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.

Y contó Salomón todos los varones extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

Y señaló de ellos setenta mil cargadores, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos supervisores para hacer trabajar al pueblo.

Y comenzó Salomón a edificar la Casa en Jerusalén, en el monte Moriah que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán, el jebuseo.

Estas son las medidas de que Salomón fundó el edificio de la Casa de Dios. La primera medida fue, la longitud de sesenta codos; y la anchura de veinte codos.

El pórtico que estaba en la delantera de la longitud, era de veinte codos al frente del ancho de la casa, y su altura de ciento veinte; y lo cubrió por dentro de oro puro.

Y cubrió la Casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, e hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas.

Recubrió también la casa de piedras preciosas para belleza; y el oro era oro de Parvaim.

Así cubrió la Casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes, y sus entradas, con oro; y esculpió querubines en las paredes.

E hizo la Casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la Casa, y su anchura de veinte codos; y la recubrió de buen oro que ascendía a seiscientos talentos.

Y dentro de la Casa del lugar santísimo hizo dos querubines de hechura de figura, los cuales recubrieron de oro.

El largo de las alas de los querubines era de veinte codos; porque un ala era de cinco codos; la cual llegaba hasta la pared de la Casa; y la otra ala de cinco codos, la cual llegaba al ala del otro querubín.

De la misma manera un ala del otro querubín era de cinco codos; la cual llegaba hasta la pared de la Casa; y la otra ala era de cinco codos, que tocaba el ala del otro querubín.

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