11789 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

Y aquel día el príncipe sacrificará por sí, y por todo el pueblo de la tierra, un becerro como pecado.

`Y en los siete días de la fiesta ofrecerá en holocausto al SEÑOR siete novillos y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días, y en ofrenda por el pecado un macho cabrío cada día.

En el mes séptimo, a los quince del mes, en la fiesta, ofrecerá otra vez como en estos siete días, el pecado, el holocausto, el presente, y el aceite.

Así dijo el Señor DIOS: La puerta del atrio de adentro que mira al oriente, estará cerrada los seis días de trabajo, y el día del sábado se abrirá: y asimismo se abrirá; el día de la nueva luna.

Y el príncipe entrará de afuera por el camino del portal de la puerta, y estará al umbral de la puerta, (mientras los sacerdotes harán su holocausto y sus pacíficos) y adorará a la entrada de la puerta; después saldrá; mas no se cerrará la puerta hasta la tarde.

Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante del SEÑOR, a la entrada de la puerta, en los sábados y en las nuevas lunas.

y la ofrenda de cereal {será} de un efa por carnero, y la ofrenda de cereal con los corderos según lo que pueda dar, y un hin de aceite por efa.

Mas el día de la nueva luna, un becerro, hijo de vaca, sin tacha, y seis corderos, y un carnero; deberán ser sin defecto.

Y cuando el príncipe entrare, entrará por el camino del portal de la puerta; y por el mismo camino saldrá.

Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante del SEÑOR en las fiestas, el que entrare por la puerta del norte, saldrá por la puerta del mediodía; y el que entrare por la puerta del mediodía, saldrá por la puerta del norte; no volverá por la puerta por donde entró, sino que saldrá por la de enfrente de ella.

`En los días festivos y en las fiestas señaladas la ofrenda de cereal será de un efa por novillo y de un efa por cordero, y con los corderos, según lo que pueda dar, y de un hin de aceite por efa.

Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto o pacíficos al SEÑOR, le abrirán la puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus pacíficos, como hace en el día del sábado; después saldrá; y cerrarán la puerta después que saliere.

Y con él harás todas las mañanas presente de la sexta parte de un efa de flor de harina, y la tercera parte de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina; esto será presente para el SEÑOR continuamente por estatuto perpetuo.

`Ofrecerán, pues, el cordero, la ofrenda de cereal y el aceite, mañana tras mañana, como un holocausto continuo.'

Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, por no defraudarlos de su posesión; de lo que él posee dará herencia a sus hijos; para que mi pueblo no sea echado cada uno de su posesión.

Me metió después por la entrada que estaba hacia la puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y había allí un lugar a los lados del occidente.

Y me dijo: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán lo ofrecido como la culpa y lo ofrecido como el pecado; allí cocerán el presente, por no sacarlo al atrio de afuera para santificar al pueblo.

Y me dijo: Estos son los aposentos de los cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo.

Me hizo tornar luego a la entrada de la Casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente; y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al mediodía del altar.

Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo rodear por el camino fuera de la puerta, por fuera al camino de la que mira al oriente; y he aquí las aguas que salían al lado derecho.

Cuando el hombre salió {hacia} el oriente con un cordel en la mano, midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas, con el agua {hasta} los tobillos.

Midió {otros} mil, y me hizo pasar por las aguas, con el agua {hasta} las rodillas. De nuevo midió {otros} mil y me hizo pasar por {las aguas,} con el agua {hasta} la cintura.

Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo tornar por la ribera del río.

Y tornando yo, he aquí en la ribera del río había muchísimos árboles por un lado y el otro.

Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al desierto, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.

Y será que junto á él estarán pescadores; y desde En-gadi hasta En-eglaim será tendedero de redes: en su clase será su pescado como el pescado de la gran mar, mucho en gran manera.

Así dijo el Señor DIOS: Este es el término en que partiréis la tierra en heredad entre las doce tribus de Israel: José dos partes.

Y la heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi mano que la había de dar a vuestros padres; por tanto, esta tierra os caerá en heredad.

Y éste será el término de la tierra hacia la parte del norte; desde el gran mar, camino de Hetlón viniendo a Zedad;

Y será el término del norte desde la mar de Haser-enon al término de Damasco al norte, y al término de Hamath al lado del norte.

Al lado del oriente, por medio de Haurán y de Damasco, y de Galaad, y de la tierra de Israel, al Jordán; esto mediréis de término hasta el mar del oriente.

Y al lado del mediodía, hacia el mediodía, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta la gran mar: y esto será el lado austral, al mediodía.

Y al lado del occidente la gran mar será el término hasta en derecho para venir á Hamath: este será el lado del occidente.

La sortearéis como heredad entre vosotros y entre los forasteros que residen en medio de vosotros {y} que hayan engendrado hijos entre vosotros. Y serán para vosotros como nativos entre los hijos de Israel; se les sorteará herencia con vosotros entre las tribus de Israel.

Y será que en la tribu en que peregrinare el extranjero, allí le daréis su heredad, dijo el Señor DIOS.

Y éstos son los nombres de las tribus: Desde la parte del norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar-enán, al término de Damasco, al norte, al término de Hamat, tendrá Dan una parte, siendo sus extremidades al oriente y al occidente.

Y junto al término de Dan, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, tendrá Aser una parte.

Y junto al término de Aser, desde el lado oriental hasta la parte del mar tendrá Neftalí, otra.

Y junto al término de Neftalí, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Manasés, otra.

Y junto al término de Manasés, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Efraín, otra.

Y junto al término de Efraín, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Rubén, otra.

Y junto al término de Rubén, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Judá, otra.

Y junto al término de Judá, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, será la suerte que apartaréis de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como cualquiera de las otras partes es a saber, desde la parte del oriente hasta la parte del mar; y el Santuario estará en medio de ella.

La suerte que apartaréis para el SEÑOR, será de longitud de veinticinco mil cañas, y de diez mil de ancho.

Y allí será la suerte santa de los sacerdotes, de veinticinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco mil de longitud al Mediodía; y el Santuario del SEÑOR estará en medio de ella.

Ellos tendrán por suerte, apartada en la partición de la tierra, la parte santísima, junto al término de los levitas.

Y la de los levitas, será delante del término de los sacerdotes, de veinticinco mil cañas de longitud, y de diez mil de anchura; toda la longitud de veinticinco mil, y la anchura de diez mil.

No venderán de ello, ni permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra; porque es consagrado al SEÑOR.

Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las veinticinco mil, serán profanas, para la ciudad, para habitación y para ejidos; y la ciudad estará en medio.

Y éstas serán sus medidas: a la parte del norte cuatro mil quinientas cañas, y a la parte del mediodía cuatro mil quinientas, y a la parte del oriente cuatro mil quinientas, y a la parte del occidente cuatro mil quinientas.

Y los ejidos de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, y al occidente de doscientas cincuenta.

Y lo que quedare de longitud delante de la suerte santa, que son diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que quedará de la suerte santa, será para sembrar pan para los que sirven a la ciudad.

Y los que servirán a la ciudad, serán de todas las tribus de Israel.

Todo el apartado de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, apartaréis por suerte para el santuario, y para la posesión de la ciudad.

Y del príncipe será lo que quedare de una parte y de la otra de la suerte santa, y de la posesión de la ciudad, es a saber, delante de las veinticinco mil cañas de la suerte santa hasta el término oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el término occidental, delante de las partesdichas será del príncipe; y suerte santa será; y el Santuario de la Casa estará en medio de ella.

Y desde la posesión de los Levitas, y desde la posesión de la ciudad, en medio estará lo que pertenecerá al príncipe. Entre el término de Judá y el término de Benjamín estará la suerte del príncipe.

En cuanto a las demás tribus, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, tendrá Benjamín una parte.

Y junto al término de Benjamín, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Simeón, otra.

Y junto al término de Simeón, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Isacar, otra.

Y junto al término de Isacar, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Zabulón, otra.

Y junto al término de Zabulón, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Gad, otra.

Y junto al término de Gad, a la parte del mediodía, al mediodía, será el término desde Tamar hasta las aguas de las rencillas, y desde Cades y el arroyo hasta el gran mar.

Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y éstas son sus partes, dijo el Señor DIOS.

Y éstas son las salidas de la ciudad a la parte del norte, cuatro mil quinientas cañas por medida.

Y las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel, tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra.

Y a la parte del oriente cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.

Y a la parte del mediodía, cuatro mil quinientas cañas por medida, y tres puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la puerta de Zabulón, otra.

Y a la parte del occidente cuatro mil quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra.

En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la cercó.

Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los vasos de la Casa de Dios, y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios; y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios.

Entonces el rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que trajera de los hijos de Israel {a algunos} de la familia real y de los nobles,

muchachos en quienes no hubiera tacha alguna, y de buen parecer, y enseñados en toda sabiduría, y sabios en ciencia, y de buen entendimiento, y que tuvieran fuerzas para estar en el palacio del rey; y que les enseñara las letras y la lengua de los caldeos.

Y les señaló el rey ración para cada día de la ración de la comida del rey, y del vino de su beber; y que los criara tres años, para que al fin de ellos estuvieran delante del rey.

Parezcan luego delante de ti nuestros rostros, y los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey; y según que vieres, harás con tus siervos.

Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más gordo de carne, que los otros muchachos que comían de la ración de la comida del rey.

Así, fue que Melsar tomaba la ración de la comida de ellos, y el vino de su beber, y les daba legumbres.

Y los caldeos hablaron al rey en siriaco: Rey, para siempre vive: di el sueño a tus siervos, y mostraremos la declaración.

El rey respondió y dijo a los caldeos: El negocio se me fue de la memoria; si no me mostráis el sueño y su declaración, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán puestas por muladares.

Respondieron la segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos su declaración.

El rey respondió, y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el negocio se me ha ido de la memoria.

que si no me declaráis el sueño, hay una sola sentencia para vosotros. Porque os habéis concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas hasta que cambie la situación. Por tanto, decidme el sueño para que yo sepa que me podéis dar su interpretación.

Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el negocio del rey. Además de esto, ningún rey, príncipe, ni señor, preguntó cosa semejante a ningún mago, ni astrólogo, ni caldeo.

Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los ángeles de Dios cuya morada no es con la carne.

A causa de esto el rey se indignó y se enfureció en gran manera y dio la orden de que mataran a todos los sabios de Babilonia.

Y se publicó el mandamiento y los sabios eran llevados a la muerte y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos.

Entonces Daniel habló avisada y prudentemente a Arioc, capitán de los de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.

Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa por la cual este mandamiento se publica de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc declaró el negocio a Daniel.

Y Daniel entró, y pidió al rey que le diera tiempo, y que él mostraría al rey la declaración.

Después de esto Daniel entró a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia; fue, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame delante del rey, que yo le mostraré al rey la declaración.

Entonces Arioc llevó prestamente a Daniel delante del rey, y le dijo así: Un varón de los transportados de Judá he hallado, el cual declarará al rey la interpretación.

Y a mí me ha sido revelado este misterio, no por sabiduría que en mí haya, más que en todos los vivientes, sino para que yo notifique al rey la declaración, y que entendieras los pensamientos de tu corazón.

``Usted, oh rey, tuvo una visión en la que {había} una gran estatua. Esa estatua {era} enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de usted y su aspecto {era} terrible.

La cabeza de esta imagen era de fino oro; sus pechos y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;

Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con manos, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y los levantó el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte, que llenó toda la tierra.

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