11789 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

Y he dado a los levitas como un don a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para cumplir el ministerio de los hijos de Israel en la tienda de reunión y para hacer expiación en favor de los hijos de Israel, para que no haya plaga entre los hijos de Israel al acercarse al santuario.

Y Moisés, y Aarón, y toda la congregación de los hijos de Israel, hicieron de los levitas conforme a todas las cosas que mandó el SEÑOR a Moisés acerca de los levitas; así hicieron de ellos los hijos de Israel.

Y así vinieron después los levitas para servir en su ministerio en el tabernáculo del testimonio, delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó el SEÑOR a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.

Esto es lo que {se refiere} a los levitas: desde los veinticinco años en adelante entrarán a cumplir el servicio en el ministerio de la tienda de reunión.

pero servirán con sus hermanos en el tabernáculo del testimonio, para hacer la guardia. Así harás de los levitas en cuanto a su guarda.

Y habló el SEÑOR a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:

El décimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la haréis a su tiempo determinado; conforme a todo su ordenanza, y conforme a todas sus leyes la haréis.

Y habló Moisés a los hijos de Israel, para que hicieran la pascua.

E hicieron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó el SEÑOR a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.

Y hubo varones que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día; y llegaron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día;

y aquellos hombres les dijeron: {Aunque} estemos inmundos por causa de una persona muerta, ¿por qué se nos impide presentar la ofrenda del SEÑOR en su tiempo señalado entre los hijos de Israel?

Habla a los hijos de Israel {y} diles: ``Si alguno de vosotros o de vuestros descendientes está inmundo por causa de un muerto, o anda de viaje lejos, puede, sin embargo, celebrar la Pascua al SEÑOR.

En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la harán; con panes ázimos y hierbas amargas la comerán.

No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él; conforme a toda la ordenanza de la pascua la harán.

Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de hacer la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo determinado la ofrenda del SEÑOR, el tal hombre llevará su pecado.

Y si morare con vosotros algún extranjero, e hiciere la pascua al SEÑOR, conforme a la ordenanza de la pascua y conforme a sus leyes, así la hará; una misma ordenanza tendréis, así el extranjero como el natural de la tierra.

Y el día que el tabernáculo fue levantado, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana.

Así era continuamente: la nube lo cubría, y de noche la apariencia de fuego.

Y según que se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel.

Al dicho del SEÑOR los hijos de Israel partían; y al dicho del SEÑOR asentaban el campamento; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, ellos quedaban reposados.

Y cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza del SEÑOR y no partían.

Y era que cuando la nube estaba sobre el tabernáculo determinado número de días, al dicho del SEÑOR acampaban, y al dicho del SEÑOR partían.

Y era que cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, y a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado el día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.

O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel estaban acampados y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos se movían.

Al dicho del SEÑOR acampaban, y al dicho del SEÑOR partían, aguardando al SEÑOR, como lo había dicho el SEÑOR por la mano de Moisés.

Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover el campamento.

Y cuando las tocaren, toda la congregación se juntará a ti a la puerta del tabernáculo del testimonio.

Mas cuando tocaren sólo la una, entonces se congregarán á ti los príncipes, las cabezas de los millares de Israel.

Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán el campamento de los que están alojados al mediodía; tocarán alarma a sus partidas.

Pero cuando hubiereis de juntar la congregación, tocaréis, mas no con sonido de alarma.

Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis en memoria delante del SEÑOR vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

Y fue en el año segundo, en el mes segundo, a los veinte del mes, que la nube se alzó del tabernáculo del testimonio.

Y se movieron los hijos de Israel por sus partidas del desierto de Sinaí; y paró la nube en el desierto de Parán.

Y se movieron la primera vez al dicho del SEÑOR por mano de Moisés.

Y la bandera del campo de los hijos de Judá comenzó á marchar primero, por sus escuadrones: y Naasón, hijo de Aminadab, era sobre su ejército.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isacar era Natanael hijo de Zuar.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.

Luego comenzó á marchar la bandera del campo de Rubén por sus escuadrones: y Elisur, hijo de Sedeur, era sobre su ejército.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Deuel.

Después comenzó á marchar la bandera del campo de los hijos de Ephraim por sus escuadrones: y Elisama, hijo de Ammiud, era sobre su ejército.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.

Luego comenzó á marchar la bandera del campo de los hijos de Dan por sus escuadrones, recogiendo todos los campos: y Ahiezer, hijo de Ammisaddai, era sobre su ejército.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.

Así partieron del monte de Jehová, camino de tres días; y el arca de la alianza de Jehová fué delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.

Y la nube del SEÑOR iba sobre ellos de día, desde que partieron del campamento.

Y la multitud de raza mixta que había entre ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

Cuando el rocío caía en el campamento por la noche, con él caía el maná.

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SEÑOR se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus príncipes; y tráelos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y esperen allí contigo.

Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

¿Se han de degollar para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿ó se juntarán para ellos todos los peces de la mar para que tengan abasto?

Entonces el SEÑOR respondió a Moisés: ¿Se ha acortado la mano del SEÑOR? Ahora verás si te sucede mi dicho, o no.

Salió Moisés y dijo al pueblo las palabras del SEÑOR. Reunió después a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los colocó alrededor de la tienda.

Entonces el SEÑOR descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo dio a los setenta varones ancianos; y fue que, al reposar sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

Pero dos hombres habían quedado en el campamento; uno se llamaba Eldad, y el otro se llamaba Medad. Y el Espíritu reposó sobre ellos (ellos estaban entre los que se habían inscrito, pero no habían salido a la tienda), y profetizaron en el campamento.

Y salió un viento del SEÑOR, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo en derredor del campamento.

Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuera mascada, cuando el furor del SEÑOR se encendió en el pueblo, e hirió el SEÑOR al pueblo con una plaga muy grande.

Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos.

Y el SEÑOR de repente dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam: Salid vosotros tres a la tienda de reunión. Y salieron los tres.

Entonces el SEÑOR descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.

Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.

Y Moisés los envío desde el desierto de Parán, conforme a la palabra del SEÑOR; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.

Los nombres de los cuales son éstos: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.

De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.

De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.

De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.

De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.

De la tribu de José, de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.

De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.

De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.

De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.

De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.

Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun, le puso Moisés el nombre de Josué.

Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid por aquí, por el mediodía, y subid al monte,

y observad la tierra qué tal es; y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;

qué tal la tierra habitada, si es buena o mala; y qué tales son las ciudades habitadas, si de tiendas o de fortalezas;

y cuál sea la tierra, si es fértil o estéril, si en ella hay árboles o no; y esforzaos, y recoged del fruto de la tierra. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas.

Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.

Y subieron por el mediodía, y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, y Sesai, y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán, la de Egipto.

Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y les dieron la respuesta, y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.

Y les contaron, y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y éste es el fruto de ella.

Sólo que es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas {y} muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac.

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