17107 casos en 6 traducciones

'Que' en la Biblia

Ellos me despertaron a celos con lo que no es Dios; me hicieron ensañar con sus vanidades; y yo también los despertaré a celos con un pueblo que no es pueblo, con gente loca los haré ensañar.

``{Serán} debilitados por el hambre, y consumidos por la plaga y destrucción amarga; dientes de fieras enviaré sobre ellos, con veneno de {serpientes} que se arrastran en el polvo.

Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la doncella, al que mama como al hombre cano.

si no temiera la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no el SEÑOR.

¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?

Que el fuerte de ellos no es como nuestro Fuerte; y aun nuestros enemigos son de ello jueces.

Mía es la venganza y el pago, al tiempo que su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está determinado se apresura.

Porque el SEÑOR juzgará a su pueblo, y se arrepentirá él mismo por sus siervos, cuando viere que su fuerza pereció sin quedar nadie guardado ni quedado.

Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, La roca en que se guarecían;

que comían el sebo de sus sacrificios, bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden y os amparen.

``Ciertamente, alzo a los cielos mi mano, y digo: Como que vivo yo para siempre,

si amolare el resplandor de mi espada, y mi mano arrebatare el juicio, yo volveré la venganza a mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

y les dijo: Poned vuestro corazón a todas las palabras que yo protesto hoy contra vosotros, para que las mandéis a vuestros hijos, y guarden y cumplan todas las palabras de esta ley.

Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;

y muere en el monte al cual subes, y sé reunido a tu pueblo; de la manera que murió Aarón tu hermano en el monte de Hor, y fue reunido a su pueblo;

Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.

Y ésta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriera.

Y esta bendición para Judá. Dijo así: Oye, oh SEÑOR, la voz de Judá, y llévalo a la tierra que le es prometida; sus manos le basten, y tú seas ayuda contra sus enemigos.

El que dijo a su padre y a su madre: Nunca los vi; ni conoció a sus hermanos, ni conoció a sus hijos; por lo cual ellos guardarán tus dichos, y cuidarán tu pacto.

Bendice, oh SEÑOR, su ministerio, y en la obra de sus manos toma contentamiento; hiere los lomos de los que se levantan contra él, y de los que le aborrecieren; para que nunca se levanten.

De Benjamín, dijo: Habite el amado del SEÑOR en seguridad junto a aquel que le protege todo el día, y entre cuyos hombros mora.

Y a José dijo: Bendita sea del SEÑOR su tierra, por los regalos de los cielos, por el rocío, y por el abismo que abajo yace,

y por los regalos de la tierra y su plenitud; y la gracia del que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del apartado de sus hermanos.

Y a Gad dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gad; como león habitará, y arrebatará brazo y coronilla.

Y de Dan, dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán.

y a Aser dijo: Bendito más que los hijos, Aser; será agradable a sus hermanos, y mojará en aceite su pie.

Nadie hay como el Dios de Jesurún, que cabalga los cielos {para venir} en tu ayuda, y las nubes, en su majestad.

Bienaventurado tú, oh Israel, ¿Quién como tú, pueblo salvo por el SEÑOR, escudo de tu socorro, y espada de tu excelencia? Así que tus enemigos serán hallados mentirosos ante ti, y tú hollarás sobre sus alturas.

Y subió Moisés de los campos de Moab al monte de Nebo, a la cumbre de Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró el SEÑOR toda la tierra de Galaad hasta Dan,

Y le dijo el SEÑOR: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac, y a Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Te la he hecho ver con tus ojos, mas no pasarás allá.

en todas las señales y los milagros que le envió el SEÑOR a hacer en tierra de Egipto a Faraón, y a todos sus siervos, y a toda su tierra;

y en toda la mano fuerte, y en todo el espanto grande que hizo Moisés a ojos de todo Israel.

Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo del SEÑOR, que El SEÑOR habló a Josué hijo de Nun, criado de Moisés, diciendo:

Mi siervo Moisés ha muerto; levántate pues ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el río Eufrates, toda la tierra de los hititas hasta el mar Grande {que está} hacia la puesta del sol, será vuestro territorio.

Esfuérzate y sé valiente; porque tú harás heredar a este pueblo la tierra por herencia, de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para que guardes y hagas conforme a toda mi ley, que Moisés, mi siervo, te mandó; que no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.

Pasad por en medio del campamento, y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos de comida; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis a heredar la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da para que la heredéis.

Acordaos de la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os mandó diciendo: El SEÑOR vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.

Vuestras mujeres y vuestros niños y vuestras bestias, quedarán en la tierra que Moisés os ha dado de este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes de proeza, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis;

hasta tanto que el SEÑOR haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también hereden la tierra que el SEÑOR vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, y la heredaréis; la cual Moisés, siervo del SEÑOR, os ha dado, de este lado del Jordán hacia donde nace el sol.

Entonces ellos respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos enviares.

De la manera que escuchábamos a Moisés en todas las cosas, así te escucharemos a ti; solamente el SEÑOR tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.

Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y que no oyere tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.

Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos varones espías secretamente, diciéndoles: Andad, considerad la tierra, y a Jericó. Los cuales fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.

Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche a espiar la tierra.

Entonces el rey de Jericó, envió a Rahab diciendo: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra.

Pero la mujer había tomado a los dos hombres, y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran.

Y al tiempo de cerrarse la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres salieron, y no sé a dónde se han ido; seguidlos aprisa, que los alcanzaréis.

Mas ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre manojos de lino que tenía puestos en aquel terrado.

Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los que tras ellos iban.

Mas antes que ellos durmieran, ella subió a ellos al terrado, y les dijo:

que el SEÑOR os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores de la tierra están desmayados por causa de vosotros;

porque hemos oído que el SEÑOR hizo secar las aguas del mar Bermejo delante de vosotros, cuando salisteis de la tierra de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.

Os ruego pues ahora, que me juréis por el SEÑOR, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal cierta;

y que daréis la vida a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.

Y los hombres le dijeron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no reveláis nuestro propósito; y sucederá que cuando el SEÑOR nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad.

Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.

Y ellos le dijeron: Nosotros seremos desobligados de este juramento con que nos has conjurado en esta manera.

a menos que, cuando entremos en la tierra, ates este cordón de hilo escarlata a la ventana por la cual nos dejas bajar, y reúnas contigo en la casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre.

Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare.

Y si tú denunciares este nuestro negocio, nosotros seremos desobligados de este tu juramento con que nos has juramentado.

Rahab respondió: ``Conforme a lo que ustedes han dicho, así sea." Y los envió. Ellos se fueron, y ella ató el cordón escarlata a la ventana.

Y caminando ellos, llegaron al monte, y estuvieron allí tres días, hasta que los que los seguían volvieran; y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, pero no los hallaron.

Y volviendo los dos varones, descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido.

Josué se levantó de mañana, y partieron de Sitim, y vinieron hasta el Jordán, él y todos los hijos de Israel, y reposaron allí antes que pasaran.

Y sucedió que al cabo de tres días los oficiales pasaron por medio del campamento;

y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, y los sacerdotes levitas que la llevan, vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella.

Pero entre vosotros y ella haya distancia como de la medida de dos mil codos; y no os acercaréis a ella, a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino.

Entonces el SEÑOR dijo a Josué: Desde este día comenzaré a hacerte grande delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo.

Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hubiereis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán.

Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, y al heteo, y al heveo, y al ferezeo, y al gergeseo, y al amorreo, y al jebuseo.

Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR Señoreador de toda la tierra, descansen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán serán cortadas; porque las aguas que descienden de arriba se detendrán en un montón.

Y aconteció, que partiendo el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, y los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto,

cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, así como los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua, (porque el Jordán suele reverter sobre todos sus bordes todo el tiempo de la siega,)

las aguas que descendían de arriba, se cortaron como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Saretán; y las que descendían al mar de los llanos, al mar Salado, se acabaron y fueron cortadas; y el pueblo pasó frente a Jericó.

Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.

Y sucedió que cuando todo el pueblo acabó de pasar el Jordán, el SEÑOR habló a Josué, diciendo:

Llamó, pues, Josué a los doce hombres que había señalado de entre los hijos de Israel, uno de cada tribu;

para que esto sea señal entre vosotros; y cuando vuestros hijos preguntaren a sus padres mañana, diciendo: ¿Qué os significan estas piedras?

Les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron cortadas delante del arca del pacto del SEÑOR cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se cortaron; y estas piedras serán por memoria a los hijos de Israel para siempre.

Y los hijos de Israel lo hicieron así como Josué les mandó; que levantaron doce piedras en medio del Jordán, como el SEÑOR lo había dicho a Josué, conforme al número de las tribus de los hijos de Israel, y las pasaron consigo al alojamiento, y las asentaron allí.

Josué también levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado allí hasta hoy.

Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se acabó todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que hablara al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.

y sucedió que cuando todo el pueblo había acabado de pasar, el arca del SEÑOR y los sacerdotes pasaron delante del pueblo.

Manda a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio, que suban del Jordán.

Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.

Y Josué erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído del Jordán.

Y habló a los hijos de Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, y dijeren: ¿Qué os significan estas piedras?

Porque el SEÑOR vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que pasasteis, a la manera que el SEÑOR vuestro Dios lo había hecho en el mar Bermejo, al cual secó delante de nosotros hasta que pasamos;

para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano del SEÑOR, que es fuerte; para que temáis al SEÑOR vuestro Dios todos los días.

Y cuando todos los reyes de los amorreos, que estaban al lado occidental del Jordán, y todos los reyes de los cananeos, que estaban cerca del mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que pasamos, su corazón se les derritió, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de Israel.

Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, es a saber los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto por el camino, después que salieron de Egipto.

Porque todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto por el camino, después que salieron de Egipto, no estaban circuncidados.

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