'Sabio' en la Biblia
Y crecieron los niños, y Esaú fue varón sabio en la caza, hombre del campo; Jacob, empero, era varón entero, que estaba en las tiendas.
Por tanto, provéase ahora el Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Y dijo el Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado.
Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que el SEÑOR ha mandado:
Hizo, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, a quien el SEÑOR dio sabiduría e inteligencia para que supieran hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado el SEÑOR.
Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab, y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado el SEÑOR sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra, para trabajar en ella;
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente esta nación grande es un pueblo sabio y entendido.
No torcerás la justicia; no harás acepción de personas, ni tomarás soborno, porque el soborno ciega los ojos del sabio y pervierte las palabras del justo.
y que trocara la forma de las palabras, Joab tu siervo lo ha hecho; mas mi señor es sabio, conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para saber lo que se hace en la tierra.
Pero ahora no lo absolverás; que hombre sabio eres, y sabes cómo has de hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.
he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
Y aun fue más sabio que todos los hombres; más que Etán, el ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue nombrado entre todas las naciones de alrededor.
Y cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy el SEÑOR, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande.
Asimismo echaron suertes guarda contra guarda, el chico con el grande, el sabio con el discípulo.
Envíame, pues, ahora un hombre sabio, que sepa obrar en oro, y en plata, en bronce, y en hierro; en púrpura, y en grana, y en cárdeno, y que sepa esculpir figuras con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales previno mi padre.
Y además decía Hiram: Bendito sea el SEÑOR el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David hijo sabio, conocedor, cuerdo y entendido, que edifique Casa al SEÑOR, y casa para su reino.
Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros, cantores, netineos, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos e hijas, y todo sabio y entendido.
El es sabio de corazón, y fuerte en fuerza, ¿quién se endureció contra él, y quedó en paz?
¿Por ventura el sabio responderá sabiduría ventosa, y llenará su vientre de viento solano?
Pero volved todos vosotros, y venid ahora, que no hallaré entre vosotros sabio.
¿Por ventura traerá el hombre provecho a Dios? Porque para sí mismo es provechoso el sabio.
Los hombres de entendimiento dirán conmigo, y el hombre sabio me oirá:
Por eso le temen los hombres; El no estima a ninguno {que se cree} sabio de corazón.
La ley del SEÑOR es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del SEÑOR es fiel, que hace sabio al pequeño.
Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio {y} de hacer el bien.
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;
No seas sabio en tu propia opinión; teme al SEÑOR, y apártate del mal;
El sabio heredará honra, pero los necios hacen resaltar {su} deshonra.
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
No castigues al burlador, para que no te aborrezca; castiga al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.
Si fueres sabio, para ti lo serás; mas si fueres burlador, pagarás tú solo.
El hijo sabio alegra al padre; y el hijo loco es tristeza a su madre.
El que recoge en el verano es hijo sabio, el que duerme durante la siega es hijo que avergüenza.
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el que habla locuras caerá.
El que turba su casa heredará viento; y el loco será siervo del sabio de corazón.
El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas, es sabio.
El camino del loco es derecho en su opinión; mas el que escucha el consejo es sabio.
El hijo sabio toma el castigo del padre; mas el burlador no escucha la reprensión.
La ley al sabio es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.
El que anda con los sabios, sabio será; mas el que se allega a los locos, será destruido.
El sabio teme, y se aparta del mal; mas el loco se arrebata, y confía.
La lengua del sabio hace grato el conocimiento, pero la boca de los necios habla necedades.
El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre loco menosprecia a su madre.
La senda de vida para el sabio es hacia arriba, para que se aparte del Seol {que está} abajo.
La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará.
El sabio de corazón es llamado entendido; y la dulzura de labios aumentará la doctrina.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta la doctrina.
Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
El corazón del prudente adquiere conocimiento, y el oído del sabio busca el conocimiento.
Escucha el consejo, y recibe el castigo, para que seas sabio en tu vejez.
El vino hace burlador, la cerveza alborotadora; y cualquiera que en ellos yerra, no será sabio.
El rey sabio esparce los impíos; y sobre ellos hace rodar la rueda.
Cuando el burlador es castigado, el simple se hace sabio; y enseñando al sabio, toma sabiduría.
Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre loco lo disipará.
La ciudad de los fuertes tomó el sabio, y derribó la fuerza en que ella confiaba.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, también a mí se me alegrará el corazón;
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
Mucho se alegrará el padre del justo; y el que engendró sabio se gozará con él.
El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
Responde al loco mostrándole su locura, para que no se estime sabio en su opinión.
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del loco que de él.
Más sabio es el perezoso en su propia opinión que siete que le den consejo.
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, y tendré qué responder al que me deshonrare.
Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; mas por el hombre entendido y sabio permanecerá estable.
El hombre rico es sabio en su opinión; mas el pobre entendido es más sabio que él.
Si el hombre sabio contendiere con el loco, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.
El loco da rienda suelta a todo su espíritu; mas el sabio al fin lo sosiega.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el loco anda en tinieblas. Y también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Porque ni del sabio ni del loco habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el loco.
¿Y quién sabe si será sabio, o loco, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que me hice sabio debajo del sol? Esto también es vanidad.
Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que trabajé, y en que me hice sabio debajo del sol.
Mejor es el niño pobre y sabio, que el rey viejo y loco que no puede ser avisado.
Porque ¿qué más tiene el sabio que el loco? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
Mejor es oír la reprensión del sabio, que la canción de los locos.
Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio; y la dádiva corrompe el corazón.
No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que éstos? Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
No seas demasiado legalista ni muy sabio en tus propios ojos, ¿por qué te destruirás?
La sabiduría fortifica al sabio más que diez poderosos príncipes que haya en la ciudad.
Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Me haré sabio; mas ella se alejó de mí.
¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de este hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio conoce el tiempo y el juicio.
Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar a entender la obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar.
y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.
Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los locos.
Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable.
El corazón del sabio está a su mano derecha; mas el corazón del loco a su mano izquierda.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.
Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
el capitán de cincuenta, y el hombre de respeto, y el consejero, y el artífice excelente, y el sabio de elocuencia.
Mas él también es sabio, para guiar el mal, ni hará mentirosas sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad.
El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se corrompa, se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla de manera que no se mueva.
¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿Y a quién habló la boca del SEÑOR, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, que no hay quien pase?
Así dijo el SEÑOR: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Y dijeron: Venid, y tracemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no miremos a todas sus palabras.
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