'Aguas' en la Biblia
Y aconteció que como los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, subieron del medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron á su lugar, á su lugar, fkbcorriendo como antes
Porque Jehová vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que habíais pasado, á la manera que Jehová vuestro Dios lo había hecho en el mar Bermejo, al cual secó delante de nosotros hasta que pasamos:
Y CUANDO todos los reyes de los Amorrheos, que estaban de la otra parte del Jordán al occidente, y todos los reyes de los Cananeos, que estaban cerca de la mar, oyeron como Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que
Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campos junto á las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dió de repente sobre ellos junto á las aguas de Merom.
Y entrególos Jehová en manos de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.
Todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta las aguas calientes, todos los Sidonios; yo los desarraigaré delante de lo hijos de Israel: solamente repartirás tú por suerte el país á los Israelitas por heredad, como te he mandado.
Y torna á subir este término á Debir desde el valle de Achôr: y al norte mira sobre Gilgal, que está delante de la subida de Adumin, la cual está al mediodía del arroyo: y pasa este término á las aguas de En-semes, y sale á la fuente de Rogel:
Y rodea este término desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Nephtoa, y sale á la ciudades del monte de Ephrón, rodeando luego el mismo término á Baala, la cual es Chîriath-jearim.
Y ella respondió: Dame bendición: pues que me has dado tierra de secadal, dame también fuentes de aguas. El entonces le dió las fuentes de arriba, y las de abajo.
Y LA suerte del los hijos de José salió desde el Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, al desierto que sube de Jericó al monte de Beth-el:
Y el lado del mediodía es desde el cabo de Chîriath-jearim, y sale el término al occidente, y sale á la fuente de las aguas de Nephtoa:
Ella entonces le respondió: Dame una bendición: que pues me has dado tierra de secadal, me des también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dió las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.
Cuando saliste de Seir, oh Jehová, Cuando te apartaste del campo de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas.
Vinieron reyes y pelearon: Entonces pelearon los reyes de Canaán En Taanac, junto á las aguas de Megiddo, Mas no llevaron ganancia alguna de dinero.
Y Jehová dijo á Gedeón: Aun es mucho el pueblo; llévalos á las aguas, y allí yo te los probaré; y del que yo te dijere: Vaya este contigo, vaya contigo: mas de cualquiera que yo te dijere: Este no vaya contigo, el tal no vaya.
Entonces llevó el pueblo á las aguas: y Jehová dijo á Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, aquél pondrás aparte; asimismo cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber.
Y fué el número de los que lamieron las aguas, llegándola con la mano á la boca, trescientos hombres: y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.
Gedeón también envió mensajeros á todo el monte de Ephraim, diciendo: Descended al encuentro de los Madianitas, y tomadles las aguas hasta Beth-bara y el Jordán. Y juntos todos los hombres de Ephraim, tomaron las aguas de Beth-bara y el Jordán.
Entonces quebró Dios una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y recobró su espíritu, y reanimóse. Por tanto llamó su nombre de aquel lugar, En-haccore, el cual es en Lehi, hasta hoy.
¿No es ahora la siega de los trigos? Yo clamaré á Jehová, y él dará truenos y aguas; para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho en los ojos de Jehová, pidiéndoos rey.
Y Samuel clamó á Jehová; y Jehová dió truenos y aguas en aquel día; y todo el pueblo temió en gran manera á Jehová y á Samuel.
Y vino David á Baal-perasim, y allí los venció David, y dijo: Rompió Jehová mis enemigos delante de mí, como quien rompe aguas. Y por esto llamó el nombre de aquel lugar Baal-perasim.
Entonces envió Joab mensajeros á David, diciendo: Yo he peleado contra Rabba, y he tomado la ciudad de las aguas.
Porque de cierto morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que no pueden volver á recogerse: ni Dios quita la vida, sino que arbitra medio para que su desviado no sea de él excluido.
Llegando luego los criados de Absalom á la casa á la mujer, dijéronle: ¿Dónde están Ahimaas y Jonathán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como ellos los buscaron y no los hallaron volviéronse á Jerusalem.
Y después que ellos se hubieron ido, estotros salieron del pozo, y fuéronse, y dieron aviso al rey David; y dijéronle: Levantaos y daos priesa á pasar las aguas, porque Achitophel ha dado tal consejo contra vosotros.
Puso tinieblas alrededor de sí á modo de pabellones; Aguas negras y espesas nubes.
Extendió su mano de lo alto, y arrebatóme, Y sacóme de copiosas aguas.
Y Jehová sacudirá á Israel, al modo que la caña se agita en las aguas: y él arrancará á Israel de esta buena tierra que había dado á sus padres, y esparcirálos de la otra parte del río, por cuanto han hecho sus bosques, enojando á Jehová.
Y dijo Achâb á Abdías: Ve por el país á todas las fuentes de aguas, y á todos los arroyos; que acaso hallaremos grama con que conservemos la vida á los caballos y á las acémilas, para que no nos quedemos sin bestias.
De manera que las aguas corrían alrededor del altar; y había también henchido de agua la reguera.
Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun lamió las aguas que estaban en la reguera.
Tomando entonces Elías su manto, doblólo, é hirió las aguas, las cuales se apartaron á uno y á otro lado, y pasaron ambos en seco.
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, hirió las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo del mismo modo herido las aguas, apartáronse á uno y á otro lado, y pasó Eliseo.
Y los hombres de la ciudad dijeron á Eliseo: He aquí el asiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra enferma.
Y saliendo él á los manaderos de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.
Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme á la palabra que habló Eliseo.
Y vosotros heriréis á toda ciudad fortalecida y á toda villa hermosa, y talaréis todo buen árbol, y cegaréis todas las fuentes de aguas, y destruiréis con piedras toda tierra fértil.
Y aconteció que por la mañana, cuando se ofrece el sacrificio, he aquí vinieron aguas por el camino de Idumea, y la tierra fué llena de aguas.
Y como se levantaron por la mañana, y lució el sol sobre las aguas, vieron los de Moab desde lejos las aguas rojas como sangre;
Y asolaron las ciudades, y en todas las heredades fértiles echó cada uno su piedra, y las llenaron; cegaron también todas las fuentes de las aguas, y derribaron todos los buenos árboles; hasta que en Kir-hareseth solamente dejaron sus piedras; porque los
Abana y Pharphar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y volvióse, y fuése enojado.
No oigáis á Ezechîas, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid á mí, y cada uno comerá de su vid, y de su higuera, y cada uno beberá las aguas de su pozo;
Yo he cavado y bebido las aguas ajenas, y he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de lugares bloqueados.
Lo demás de los hechos de Ezechîas, y todo su vigor, y cómo hizo el estanque, y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
David deseó entonces, y dijo: Quién me diera á beber de las aguas del pozo de Beth-lehem, que está á la puerta!
Subieron pues á Baal-perasim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perasim.
Tuvo su consejo con sus príncipes y con sus valerosos, sobre cegar las fuentes de las aguas que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron.
Juntóse pues mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que derrama por en medio del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren?
Este Ezechîas tapó los manaderos de las aguas de Gihón la de arriba, y encaminólas abajo al occidente de la ciudad de David. Y fué prosperado Ezechîas en todo lo que hizo.
(Y los Nethineos estuvieron en Ophel hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.)
Y JUNTOSE todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron á Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual mandó Jehová á Israel.
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medio día, en presencia de hombres y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
Salió pues el pueblo, y trajeron, é hiciéronse cabañas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Ephraim.
Y dividiste la mar delante de ellos y pasaron por medio de ella en seco; y á sus perseguidores echaste en los profundos, como una piedra en grandes aguas.
Y dísteles pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la piedra; y dijísteles que entrasen á poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano que se la habías de dar.
Y á la puerta de la Fuente, en derecho delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas al oriente.
Pues antes que mi pan viene mi suspiro; Y mis gemidos corren como aguas.
Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, Y envía las aguas por los campos:
Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la misma limpieza,
Y olvidarás tu trabajo, O te acordarás de él como de aguas que pasaron:
He aquí, el detendrá las aguas, y se secarán; El las enviará, y destruirán la tierra.
Las aguas de la mar se fueron, Y agotóse el río, secóse.
Son instables más que la superficie de las aguas; Su porción es maldita en la tierra; No andarán por el camino de las viñas.
La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; Y el sepulcro á los pecadores.
Cosas inanimadas son formadas Debajo de las aguas, y los habitantes de ellas.
Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
El cercó con término la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
Asirán de él terrores como aguas: Torbellino lo arrebatará de noche.
Brota el torrente de junto al morador, Aguas que el pie había olvidado: Sécanse luego, vanse del hombre.
Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida;
Mi raíz estaba abierta junto á las aguas, Y en mis ramas permanecía el rocío.
El reduce las gotas de las aguas, Al derramarse la lluvia según el vapor;
Por el soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas son constreñidas.
Las aguas se endurecen á manera de piedra, Y congélase la haz del abismo.
¿Alzarás tú á las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas?
Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Y aparecieron las honduras de las aguas, Y descubriéronse los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del viento de tu nariz.
Envió desde lo alto; tomóme, Sácome de las muchas aguas.
Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.
En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará.
Voz de Jehová sobre las aguas: Hizo tronar el Dios de gloria: Jehová sobre las muchas aguas.
Por esto orará á ti todo santo en el tiempo de poder hallarte: Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas á él.
El junta como en un montón las aguas de la mar: El pone en depósitos los abismos.
Al Músico principal: Masquil á los hijos de Coré. COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Bramarán, turbaránse sus aguas; Temblarán los montes á causa de su braveza. (Selah.)
Corránse como aguas que se van de suyo: En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana: Mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea, En tierra de sequedad y transida sin aguas;
Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces Con el río de Dios, lleno de aguas: Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
Hombres hiciste subir sobre nuestra cabeza; Entramos en fuego y en aguas, Y sacástenos á hartura.
Al Músico principal: sobre Sosannim: Salmo de David. SALVAME, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma.
Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie: He venido á abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido: Sea yo libertado de los que me aborrecen, y del profundo de las aguas.
No me anegue el ímpetu de las aguas, Ni me suerba la hondura, Ni el pozo cierre sobre mí su boca.
Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas.
Tú hendiste la mar con tu fortaleza: Quebrantaste cabezas de ballenas en las aguas.
Viéronte las aguas, oh Dios; Viéronte las aguas, temieron; Y temblaron los abismos.
Las nubes echaron inundaciones de aguas; Tronaron los cielos, Y discurrieron tus rayos.
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