'Eres' en la Biblia
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah.)
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará de mí: Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes á Jacob.
Fortaleza mía, á ti cantaré; Porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. DIOS, Dios mío eres tú: levantaréme á ti de mañana: Mi alma tiene sed de ti, mi carne te desea, En tierra de sequedad y transida sin aguas;
Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios: El Dios de Israel, él da fortaleza y vigor á su pueblo. Bendito Dios.
Yo estoy afligido y menesteroso; Apresúrate á mí, oh Dios: Ayuda mía y mi libertador eres tú; Oh Jehová, no te detengas.
Séme por peña de estancia, adonde recurra yo continuamente: Mandado has que yo sea salvo; Porque tú eres mi roca, y mi fortaleza.
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza: Seguridad mía desde mi juventud.
Ilustre eres tú; fuerte, más que los montes de caza.
Tú, terrible eres tú: ¿Y quién parará delante de ti, en comenzando tu ira?
Tú eres el Dios que hace maravillas: Tú hiciste notoria en los pueblos tu fortaleza.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas: Tú solo eres Dios.
Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu verdad está en torno de ti.
Porque tú eres la gloria de su fortaleza; Y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.
El me llamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salud.
Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.
Firme es tu trono desde entonces: Tú eres eternalmente.
Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra: Eres muy ensalzado sobre todos los dioses.
Mas tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán.
Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; Van entre los montes.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melchîsedech.
Mi Dios eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á ti ensalzaré.
Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.
Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.
TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
He dicho á Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.
Clamé á ti, oh Jehová, Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes.
Enséñame á hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios: Tu buen espíritu me guíe á tierra de rectitud.
Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca.
Di á la sabiduría: Tú eres mi hermana; Y á la inteligencia llama parienta:
El que dijere al malo, Justo eres, Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones:
He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; He aquí que eres bella: tus ojos de paloma.
He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y suave: Nuestro lecho también florido.
HE aquí que tú eres hermosa, amiga mía, he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras, Que se muestran desde el monte de Galaad.
Toda tú eres hermosa, amiga mía Y en ti no hay mancha.
Huerto cerrado eres, mi hermana, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada.
Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; De desear, como Jerusalem; Imponente como ejércitos en orden.
Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!
Mas tú derribado eres en el sepulcro, á los lados de la huesa.
Mas tú echado eres de tu sepulcro como tronco abominable, como vestido de muertos pasados á cuchillo, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado.
JEHOVA, tú eres mi Dios: te ensalzaré, alabaré tu nombre; porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.
Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios sobre todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra.
Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.
Mas tú, Israel, siervo mío eres, tú, Jacob, á quien yo escogí, simiente de Abraham mi amigo.
Porque te tomé de los extremos de la tierra, y de sus principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú, te escogí, y no te deseché.
Y AHORA, así dice Jehová Criador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, Formador tuyo, oh Israel: No temas, fakporque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Y torna su sobrante en un dios, en su escultura; humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú.
Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, é Israel, pues que tú mi siervo eres: Yo te formé; siervo mío eres tú: Israel, no me olvides.
Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas.
Porque conozco que eres duro, y nervio de hierro tu cerviz, y tu frente de metal,
Y díjome: Mi siervo eres, oh Israel, que en ti me gloriaré.
Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó á Rahab, y el que hirió al dragón?
¿No eres tú el que secó la mar, las aguas del grande abismo; el que al profundo de la mar tornó en camino, para que pasasen los redimidos?
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para que plantase los cielos y fundase la tierra, y que dijese á Sión: Pueblo mío eres tú.
Tú empero eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, é Israel no nos conoce: tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.
Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros lodo, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos, todos nosotros.
Que dicen al leño: Mi padre eres tú; y á la piedra: Tú me has engendrado: pues me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su trabajo dicen: Levántate, y líbranos.
Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos á tí; porque tú eres Jehová nuestro Dios.
JUSTO eres tú, oh Jehová, aunque yo contigo dispute: hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?
¿Hay entre las vanidades de las gentes quien haga llover? ¿y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? en ti pues esperamos; pues tú hiciste todas estas cosas.
Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo: porque tú eres mi alabanza.
No me seas tú por espanto: esperanza mía eres tú en el día malo.
Porque así ha dicho Jehová sobre la casa del rey de Judá: Galaad eres tú para mí, y cabeza del Líbano: empero de cierto te pondré en soledad, y ciudades deshabitadas.
Escuchando, he oído á Ephraim que se lamentaba: Azotásteme, y fuí castigado como novillo indómito: conviérteme y seré convertido; porque tú eres Jehová mi Dios.
Porque no eres enviado á pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino á la casa de Israel.
Hija de tu madre eres tú, que desechó á su marido y á sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon á sus maridos y á sus hijos: vuestra madre fué Hethea, y vuestro padre Amorrheo.
Hijo del hombre, di á ella: Tú no eres tierra limpia, ni rociada con lluvia en el día del furor.
He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
¿Hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador.
Hijo del hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de gentes eres semejante, y eres como la ballena en los mares: que secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.
Porque eres tan hermoso, desciende, y yace con los incircuncisos.
Y he aquí que tú eres á ellos como cantor de amores, gracioso de voz y que canta bien: y oirán tus palabras, mas no las pondrán por obra.
Así ha dicho el Señor Jehová: ¿No eres tú aquél de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?
Y hablóme aquel varón, diciendo: Hijo del hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón á todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase eres traído aquí. Cuenta todo lo que ves á la casa de Israel.
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, potencia, y fortaleza, y majestad.
Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo: tú eres aquella cabeza de oro.
Tú mismo eres, oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.
Entonces Daniel fué traído delante del rey. Y habló el rey, y dijo á Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?
Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres varón de deseos. Entiende pues la palabra, y entiende la visión.
He aquí, pequeño te he hecho entre las gentes; abatido eres tú en gran manera.
Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?
Y oró á Jehová, y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo á Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo á enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del
¿Eres tú mejor que No-amón, que estaba asentada entre ríos, cercada de aguas, cuyo baluarte era la mar, y del mar su muralla?
¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido á llanura: él sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia á ella.
Y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, No eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará á mi pueblo Israel.
Y llegándose á él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan.
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, Y te alzarán en las manos, Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada; porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el día de hoy.
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya á ti sobre las aguas.
Entonces los que estaban en el barco, vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (291)
- LBDA (316)
- NBLH (299)
- RV (302)
- SEV (293)
- RV1909 (294)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (18)
- Éxodo (2)
- Deuteronomio (5)
- Josué (4)
- Jueces (6)
- Rut (2)
- 1 Samuel (9)
- 2 Samuel (15)
- 1 Reyes (11)
- 2 Reyes (2)
- 1 Crónicas (2)
- 2 Crónicas (2)
- Esdras (2)
- Nehemías (6)
- Job (2)
- Salmos (44)
- Proverbios (3)
- Cantares (7)
- Isaías (19)
- Jeremías (8)
- Ezequiel (10)
- Daniel (5)
- Abdías (1)
- Jonás (2)
- Nahúm (1)
- Habacuc (2)
- Zacarías (1)
Artículos Relacionados
- Aceptando
- Cristo es rey de Israel
- Cristo, nombres para
- Dice ser el Cristo
- Dios es inmutable
- Dios, Derechos descripciones de
- El caso de Satanás
- El pueblo de Dios, en OT
- Es realmente?
- Este es mí
- Jesucristo, el Hijo de Dios
- La Bondad de Dios,
- La Paternidad de Dios,
- La defensa, la divina
- La voz de Dios
- Mérito
- Ningún otro es dios
- Nombres y Títulos Para Cristo
- Presenciando, importancia de
- Realeza divina
- Reclamaciones
- La fe y la fortaleza
- La revelación de las cosas de Dios
- La tibieza
- La verdad de Dios
- Los ríos
- Que la palabra de Dios es justa
- Que la palabra de Dios es verdadera
- ¿Quién es Jesús?
- ¿Quién es este?