'Estaba' en la Biblia
Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron: y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño.
Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó: porque estaba fundada sobre la peña.
Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo.
Y pasando Jesús de allí, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.
Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo:
Y se allegaron á él muchas gentes; y entrándose él en el barco, se sentó, y toda la gente estaba á la ribera.
Y despedidas las gentes, subió al monte, apartado, á orar: y como fué la tarde del día, estaba allí solo.
Y ya el barco estaba en medio de la mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario.
Y como vino al templo, llegáronse á él cuando estaba enseñando, los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo, diciendo. ¿Con qué autoridad haces esto? ¿y quién te dió esta autoridad?
Y Pedro estaba sentado fuera en el patio: y se llegó á él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas.
Y saliendo él á la puerta, le vió otra, y dijo á los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno.
Y he aquí, fué hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella.
Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado de Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
Y la suegra de Simón estaba acostada con calentura; y le hablaron luego de ella.
Mas él salido, comenzó á publicarlo mucho, y á divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos; y venían á él de todas partes.
Y ENTRO otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa.
Y como no podían llegar á él á causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Y la gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera.
Y OTRA vez comenzó á enseñar junto á la mar, y se juntó á él mucha gente; tanto, que entrándose él en un barco, se sentó en la mar: y toda la gente estaba en tierra junto á la mar.
Y despachando la multitud, le tomaron como estaba, en el barco; y había también con él otros barquitos.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dicen: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?
Y estaba allí cerca del monte una grande manada de puercos paciendo.
Y pasando otra vez Jesús en un barco á la otra parte, se juntó á él gran compañía; y estaba junto á la mar.
Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía,
Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
Y hacían burla de él: mas él, echados fuera todos, toma al padre y á la madre de la muchacha, y á los que estaban con él, y entra donde la muchacha estaba.
Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando.
Y como fué la tarde, el barco estaba en medio de la mar, y él solo en tierra.
Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron á traer de todas partes enfermos en lechos, á donde oían que estaba.
Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban cómo le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina.
Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me tomasteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras.
Empero Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los servidores, y calentándose al fuego.
Y el centurión que estaba delante de él, viendo que había espirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.
Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé;
El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, y revolvió una piedra á la puerta del sepulcro.
Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando á la hora del incienso.
Y el pueblo estaba esperando á Zacarías, y se maravillaban de que él se detuviese en el templo.
Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.
Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.
Para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Phanuel, de la tribu de Aser; la cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;
Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos:
Y descendió con ellos, y vino á Nazaret, y estaba sujeto á ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Y fuéle dado el libro del profeta Isaías; y como abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle.
Y estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio inmundo, el cual exclamó á gran voz,
Y levantándose Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón: y la suegra de Simón estaba con una grande fiebre; y le rogaron por ella.
Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y los Fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalem: y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.
Y he aquí unos hombres, que traían sobre un lecho un hombre que estaba paralítico; y buscaban meterle, y ponerle delante de él.
Y luego, levantándose en presencia de ellos, y tomando aquel en que estaba echado, se fué á su casa, glorificando á Dios.
Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña.
Y el siervo de un centurión, al cual tenía él en estima, estaba enfermo y á punto de morir.
Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como entendió que estaba á la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un alabastro de ungüento,
Y saliendo él á tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros.
Porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la compañía.
Y hacían burla de él, sabiendo que estaba muerta.
Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacía; y estaba en duda, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Y estaba él lanzando un demonio, el cual era mudo: y aconteció que salido fuera el demonio, el mudo habló y las gentes se maravillaron.
Y he aquí un hombre hidrópico estaba delante de él.
Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;
Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas,
Entonces uno de ellos, como se vió que estaba limpio, volvió, glorificando á Dios á gran voz;
Y aconteció que acercándose él á Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;
Y oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalem, y porque pensaban que luego había de ser manifestado el reino de Dios.
Y no hallaban qué hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
Y á unos que decían del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo:
Y ESTABA cerca el día de la fiesta de los ázimos, que se llama la Pascua.
Y como una criada le vió que estaba sentado al fuego, fijóse en él, y dijo: Y éste con él estaba.
Y como una hora pasada otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es Galileo.
Y como entendió que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió á Herodes, el cual también estaba en Jerusalem en aquellos días.
Y el pueblo estaba mirando; y se burlaban de él los príncipes con ellos, diciendo: A otros hizo salvos: sálvese á sí, si éste es el Mesías, el escogido de Dios.
Y era día de la víspera de la Pascua; y estaba para rayar el sábado.
No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló, cuando aun estaba en Galilea,
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día á una aldea que estaba de Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmaús.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él; y el mundo no le conoció.
El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
Y AL tercer día hiciéronse unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
Y estaba cerca la Pascua de los Judíos; y subió Jesús á Jerusalem.
Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos á la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.
Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él.
Y estaba allí la fuente de Jacob. Pues Jesús, cansado del camino, así se sentó á la fuente. Era como la hora de sexta.
Vino pues Jesús otra vez á Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
Y estaba allí un hombre que había treinta y ocho años que estaba enfermo.
Y el que había sido sanado, no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.
Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos.
El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vió que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos;
Como vió pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?
Y estaba cerca la fiesta de los Judíos, la de los tabernáculos.
(Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él: pues aun no había venido el Espíritu Santo; porque Jesús no estaba aún glorificado.)
Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
ESTABA entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Bethania, la aldea de María y de Marta su hermana.
(Y María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos)
Como oyó pues que estaba enfermo, quedóse aún dos días en aquel lugar donde estaba.
Vino pues Jesús, y halló que había ya cuatro días que estaba en el sepulcro.
Y Bethania estaba cerca de Jerusalem, como quince estadios;
(Que aun no había llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado.)
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (212)
- LBDA (238)
- NBLH (245)
- RV (214)
- SEV (211)
- RV1909 (207)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (41)
- Éxodo (17)
- Levítico (4)
- Números (17)
- Deuteronomio (4)
- Josué (13)
- Jueces (31)
- Rut (2)
- 1 Samuel (44)
- 2 Samuel (31)
- 1 Reyes (38)
- 2 Reyes (21)
- 1 Crónicas (14)
- 2 Crónicas (28)
- Esdras (12)
- Nehemías (11)
- Ester (8)
- Job (8)
- Salmos (8)
- Proverbios (3)
- Eclesiastés (1)
- Cantares (1)
- Isaías (1)
- Jeremías (17)
- Ezequiel (35)
- Daniel (21)
- Amós (2)
- Nahúm (1)
- Habacuc (1)
- Sofonías (1)
- Zacarías (9)