'No' en la Biblia
- 1.Gé 2:5-Gé 26:24
- 2.Gé 26:29-Gé 42:21
- 3.Gé 42:22-Éx 8:19
- 4.Éx 8:21-Éx 21:29
- 5.Éx 21:33-Levítico 10:6
- 6.Levítico 10:9-Levítico 21:6
- 7.Levítico 21:7-Números 9:22
- 8.Números 10:7-Números 27:4
- 9.Números 27:9-Deuteronomio 8:9
- 10.Deuteronomio 8:11-Deuteronomio 19:20
- 11.Deuteronomio 19:21-Deuteronomio 28:32
- 12.Deuteronomio 28:33-Josué 11:8
- 13.Josué 11:11-Jueces 11:2
- 14.Jueces 11:7-Rut 4:4
- 15.Rut 4:6-1 Samuel 15:17
- 16.1 Samuel 15:19-1 Samuel 30:12
- 17.1 Samuel 30:15-2 Samuel 18:20
- 18.2 Samuel 18:22-1 Reyes 11:34
- 19.1 Reyes 11:39-2 Reyes 2:18
- 20.2 Reyes 2:21-2 Reyes 15:28
- 21.2 Reyes 15:35-1 Crónicas 22:16
- 22.1 Crónicas 22:18-2 Crónicas 24:6
- 23.2 Crónicas 24:19-Nehemías 6:8
- 24.Nehemías 6:9-Job 7:1
- 25.Job 7:7-Job 21:16
- 26.Job 21:29-Job 36:6
- 27.Job 36:7-Salmos 26:4
- 28.Salmos 26:5-Salmos 54:1
- 29.Salmos 54:3-Salmos 89:22
- 30.Salmos 89:30-Salmos 119:155
- 31.Salmos 119:157-Proverbios 8:1
- 32.Proverbios 8:8-Proverbios 24:28
- 33.Proverbios 24:29-Eclesiastés 8:3
- 34.Eclesiastés 8:5-Isaías 16:3
- 35.Isaías 16:6-Isaías 41:9
- 36.Isaías 41:10-Isaías 54:9
- 37.Isaías 54:10-Jeremías 4:8
- 38.Jeremías 4:11-Jeremías 12:12
- 39.Jeremías 12:13-Jeremías 23:17
- 40.Jeremías 23:20-Jeremías 36:29
- 41.Jeremías 36:30-Jeremías 50:40
- 42.Jeremías 50:42-Ezequiel 9:6
- 43.Ezequiel 9:9-Ezequiel 20:48
- 44.Ezequiel 20:49-Ezequiel 46:2
- 45.Ezequiel 46:9-Oseas 2:23
- 46.Oseas 3:3-Amós 9:1
- 47.Amós 9:4-Zacarías 7:7
- 48.Zacarías 7:10-Mateo 7:3
- 49.Mateo 7:6-Mateo 17:19
- 50.Mateo 17:21-Mateo 27:13
- 51.Mateo 27:14-Marcos 10:9
- 52.Marcos 10:14-Lucas 5:14
- 53.Lucas 5:19-Lucas 12:47
- 54.Lucas 12:51-Lucas 22:32
- 55.Lucas 22:34-Juan 5:44
- 56.Juan 5:45-Juan 10:8
- 57.Juan 10:10-Juan 17:11
- 58.Juan 17:14-Hechos 10:15
- 59.Hechos 10:20-Hechos 26:19
- 60.Hechos 26:22-Romanos 8:25
- 61.Romanos 8:26-1 Corintios 4:4
- 62.1 Corintios 4:5-1 Corintios 12:1
- 63.1 Corintios 12:14-2 Corintios 7:7
- 64.2 Corintios 7:8-Gálatas 6:1
- 65.Gálatas 6:3-2 Tesalonicenses 3:7
- 66.2 Tesalonicenses 3:8-Hebreos 6:13
- 67.Hebreos 7:6-Santiago 4:1
- 68.Santiago 4:2-2 Juan 1:5
- 69.2 Juan 1:7-Apocalipsis 22:10
Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, porque dañaría mi heredad; redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.
Y que también tomo por mi esposa a Ruth la moabita, esposa de Mahalón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
Y las mujeres decían a Noemí: Bendito sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente redentor, cuyo nombre será célebre en Israel.
Y tenía él dos esposas; el nombre de una era Ana, y el nombre de la otra Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía.
Y así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, enojaba así a la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía.
Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
No tengas a tu sierva por una hija de Belial; pues por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y la mujer siguió su camino, y comió, y no estuvo más triste.
Mas Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, y entonces lo llevaré para que se presente delante de Jehová, y se quede allá para siempre.
No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como el Dios nuestro.
No multipliquéis palabras de grandeza y altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber es Jehová, y a Él toca el pesar las acciones.
Mas los hijos de Elí eran hijos de Belial, y no conocían a Jehová.
Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
Y si le respondía el varón: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza.
No, hijos míos; porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.
Si un hombre pecare contra otro, el Juez le juzgará; pero si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto quitarles la vida.
Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dice Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.
Y el varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y toda la cría de tu casa morirá en la edad viril.
Y el joven Samuel ministraba a Jehová delante de Elí; y la palabra de Jehová era preciada en aquellos días; pues no había visión manifiesta.
Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, y no podía ver,
Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió, y se acostó.
Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve, y acuéstate.
Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada.
Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han envilecido, y él no los ha estorbado.
Por tanto yo he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló Jehová? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.
Y Samuel creció, y Jehová fue con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.
Y los filisteos tuvieron miedo, porque decían: Dios ha venido al campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así.
Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros: sed hombres, y pelead.
Era ya Elí de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habían oscurecido, de modo que no podía ver.
Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni puso atención.
Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy.
Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón.
Y enviaron y reunieron a todos los príncipes de los filisteos, diciendo: Enviad el arca del Dios de Israel, y vuélvase a su lugar, y no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo; porque había pánico de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había allí agravado.
Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo.
Y ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía; mas le pagaréis la expiación: y entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su mano.
Mas ¿por qué endurecéis vuestro corazón, como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los hubo así tratado, ¿no los dejaron ir, y se fueron?
Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa.
Y mirad; si sube por el camino de su término a Bet-semes, Él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que nos ha sucedido por accidente.
Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de mano de los filisteos.
Fueron pues los filisteos humillados, que no vinieron más al término de Israel; y la mano de Jehová fue contra los filisteos todo el tiempo de Samuel.
Mas sus hijos no anduvieron por sus caminos, antes se desviaron tras la avaricia, recibiendo cohecho y pervirtiendo el derecho.
y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no van por tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.
Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.
Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os oirá en aquel día.
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel; antes dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros:
Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso, que entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo.
Y él pasó al monte de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.
Y Saúl respondió a su criado: Vamos ahora: ¿mas qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios: ¿Qué tenemos?
Y cuando entrareis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al lugar alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya venido, porque él es quien bendice el sacrificio; y después comerán los convidados. Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis.
Y Saúl respondió, y dijo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me hablas de esta manera?
Tomando entonces Samuel un frasco de aceite, lo derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su heredad?
Y un tío de Saúl dijo a él y a su criado: ¿A dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos a Samuel.
Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada.
Mas vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, el cual os libra de todas vuestras adversidades y angustias, y dijisteis: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, presentaos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares.
E hizo llegar la tribu de Benjamín por sus linajes, y fue tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl hijo de Cis. Y le buscaron, mas no fue hallado.
Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey!
Pero los hijos de Belial dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.
Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos tregua de siete días, para que enviemos mensajeros a todos los términos de Israel; y si no hay quién nos defienda, saldremos a ti.
Y tomando un par de bueyes, los cortó en pedazos, y los envió por todos los términos de Israel por mano de mensajeros, diciendo: Cualquiera que no saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel, así será hecho a sus bueyes. Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre.
Y el día siguiente dispuso Saúl el pueblo en tres escuadrones, y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que el día calentaba; y los que quedaron fueron dispersos, tal que no quedaron dos de ellos juntos.
Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque Jehová ha dado hoy salvación en Israel.
Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado en mi mano cosa ninguna. Y ellos respondieron: Él es testigo.
Y habiendo visto que Nahas rey de lo hijos de Amón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino que rey reinará sobre nosotros; siendo vuestro rey Jehová vuestro Dios.
Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, andaréis en pos de Jehová vuestro Dios.
Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová será contra vosotros como fue contra vuestros padres.
¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, y Él dará truenos y aguas; para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho ante los ojos de Jehová, pidiendo para vosotros rey.
Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios, que no muramos: porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros.
Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis cometido todo este mal; mas con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servid a Jehová con todo vuestro corazón:
No os apartéis en pos de las vanidades, que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.
Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.
Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había señalado; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba.
Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me iba, y que tú no venías al plazo de los días, y que los filisteos estaban juntos en Micmas,
me dije: Los filisteos descenderán ahora contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Por tanto me vi forzado, y ofrecí holocausto.
Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios, que Él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.
Mas ahora tu reino no será duradero: Jehová se ha buscado varón según su corazón, al cual Jehová ha mandado que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.
Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza.
Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de alguno de todo el pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.
Y un día aconteció, que Jonatán hijode Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven, y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está al otro lado. Y no lo hizo saber a su padre.
Y Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, sacerdote de Jehová en Silo, llevaba el efod; y no sabía el pueblo que Jonatán se había ido.
Dijo, pues, Jonatán a su criado que le traía las armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá Jehová haga algo por nosotros; que no es difícil a Jehová salvar con muchos o con pocos.
Si nos dijeren así: Esperad hasta que lleguemos a vosotros; entonces nos estaremos en nuestro lugar, y no subiremos a ellos.
Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había conjurado al pueblo, diciendo: Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había gustado pan.
Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; pero no hubo quien llegase la mano a su boca; porque el pueblo temía el juramento.
Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llegó su mano a su boca; y sus ojos fueron aclarados.
¿Cuánto más si el pueblo hubiera hoy comido del despojo de sus enemigos que halló? ¿No se habría hecho ahora mayor estrago en los filisteos?
Además dijo Saúl: Esparcíos por el pueblo, y decidles que me traigan cada uno su buey, y cada cual su oveja, y degolladlos aquí, y comed; y no pecaréis contra Jehová comiendo con sangre. Y trajo todo el pueblo cada cual su buey aquella noche, y los degollaron allí.
Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Dijo luego el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.
Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día.
porque vive Jehová, que salva a Israel, que si fuere en mi hijo Jonatán, él morirá de cierto. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiese.
Mas el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta gran salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha obrado hoy con Dios. Así libró el pueblo a Jonatán, para que no muriese.
Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere: y no te apiades de él; mata hombres y mujeres, niños, y aun los de pecho, bueyes y ovejas, camellos y asnos.
Y dijo Saúl al cineo: Idos, apartaos, y salid de entre los de Amalec, para que no te destruya juntamente con él: pues que tú hiciste misericordia con todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron, pues, los cineos de entre los amalecitas.
Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, y al ganado mayor, a los gruesos y a los carneros, y a todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; pero todo lo que era vil y flaco destruyeron.
Me pesa el haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.
Y dijo Samuel: Cuando eras pequeño a tus propios ojos ¿no fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel y Jehová te ungió por rey sobre Israel?
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:5-Gé 26:24
- 2.Gé 26:29-Gé 42:21
- 3.Gé 42:22-Éx 8:19
- 4.Éx 8:21-Éx 21:29
- 5.Éx 21:33-Levítico 10:6
- 6.Levítico 10:9-Levítico 21:6
- 7.Levítico 21:7-Números 9:22
- 8.Números 10:7-Números 27:4
- 9.Números 27:9-Deuteronomio 8:9
- 10.Deuteronomio 8:11-Deuteronomio 19:20
- 11.Deuteronomio 19:21-Deuteronomio 28:32
- 12.Deuteronomio 28:33-Josué 11:8
- 13.Josué 11:11-Jueces 11:2
- 14.Jueces 11:7-Rut 4:4
- 15.Rut 4:6-1 Samuel 15:17
- 16.1 Samuel 15:19-1 Samuel 30:12
- 17.1 Samuel 30:15-2 Samuel 18:20
- 18.2 Samuel 18:22-1 Reyes 11:34
- 19.1 Reyes 11:39-2 Reyes 2:18
- 20.2 Reyes 2:21-2 Reyes 15:28
- 21.2 Reyes 15:35-1 Crónicas 22:16
- 22.1 Crónicas 22:18-2 Crónicas 24:6
- 23.2 Crónicas 24:19-Nehemías 6:8
- 24.Nehemías 6:9-Job 7:1
- 25.Job 7:7-Job 21:16
- 26.Job 21:29-Job 36:6
- 27.Job 36:7-Salmos 26:4
- 28.Salmos 26:5-Salmos 54:1
- 29.Salmos 54:3-Salmos 89:22
- 30.Salmos 89:30-Salmos 119:155
- 31.Salmos 119:157-Proverbios 8:1
- 32.Proverbios 8:8-Proverbios 24:28
- 33.Proverbios 24:29-Eclesiastés 8:3
- 34.Eclesiastés 8:5-Isaías 16:3
- 35.Isaías 16:6-Isaías 41:9
- 36.Isaías 41:10-Isaías 54:9
- 37.Isaías 54:10-Jeremías 4:8
- 38.Jeremías 4:11-Jeremías 12:12
- 39.Jeremías 12:13-Jeremías 23:17
- 40.Jeremías 23:20-Jeremías 36:29
- 41.Jeremías 36:30-Jeremías 50:40
- 42.Jeremías 50:42-Ezequiel 9:6
- 43.Ezequiel 9:9-Ezequiel 20:48
- 44.Ezequiel 20:49-Ezequiel 46:2
- 45.Ezequiel 46:9-Oseas 2:23
- 46.Oseas 3:3-Amós 9:1
- 47.Amós 9:4-Zacarías 7:7
- 48.Zacarías 7:10-Mateo 7:3
- 49.Mateo 7:6-Mateo 17:19
- 50.Mateo 17:21-Mateo 27:13
- 51.Mateo 27:14-Marcos 10:9
- 52.Marcos 10:14-Lucas 5:14
- 53.Lucas 5:19-Lucas 12:47
- 54.Lucas 12:51-Lucas 22:32
- 55.Lucas 22:34-Juan 5:44
- 56.Juan 5:45-Juan 10:8
- 57.Juan 10:10-Juan 17:11
- 58.Juan 17:14-Hechos 10:15
- 59.Hechos 10:20-Hechos 26:19
- 60.Hechos 26:22-Romanos 8:25
- 61.Romanos 8:26-1 Corintios 4:4
- 62.1 Corintios 4:5-1 Corintios 12:1
- 63.1 Corintios 12:14-2 Corintios 7:7
- 64.2 Corintios 7:8-Gálatas 6:1
- 65.Gálatas 6:3-2 Tesalonicenses 3:7
- 66.2 Tesalonicenses 3:8-Hebreos 6:13
- 67.Hebreos 7:6-Santiago 4:1
- 68.Santiago 4:2-2 Juan 1:5
- 69.2 Juan 1:7-Apocalipsis 22:10
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Abandono
- Abnegación
- Abominaciones
- Alimento prohibido
- Amabilidad
- Amor, naturaleza de
- Asociaciones mal
- Audiencia
- Beneficios
- Carácter de malvados
- Cese
- Comprensión
- Conocer la voluntad de Dios
- Corazón, caído y redimido
- Cristo dice la verdad
- Cuerpo
- Diferentes Dioses
- Dinero, la rectoría de
- Dios conoce todo
- Dios matando
- Dios no desamparando
- Dios, el señor
- Dios, revelación de
- Dudar de Dios
- El Sol
- El alcohol
- El amor, el abuso de
- El desaliento
- El fraude
- El materialismo, como un aspecto del pecado
- El pecado, la naturaleza de
- El pecado, y el carácter de Dios
- Escuchar
- Exclusión
- Falsa confianza
- Incesante
- Incredulidad, como respuesta a Dios
- Inutilidad
- Irreverencia.
- La crueldad
- La guerra espiritual, los enemigos en
- La incredulidad, la naturaleza y los efectos de
- La infidelidad a Dios
- La legítima voluntad
- La mano de Dios
- La muerte debida a la presencia de Dios
- La opresión, la naturaleza de
- La participación, en pecado
- La religión falsa
- La ética, personal
- Las batallas
- Liberado del temor
- Los extranjeros
- Los fallos
- Los prejuicios
- Mal, los creyentes' respuestas a
- Mano de Dios
- Moderación
- Muerte evitada
- Negarse a escuchar
- Ningún alimento
- Ningún otro es dios
- No Conocer Gente
- No creer en Jesús
- No creer las personas
- No encontrando
- No morir
- No saber acerca de Cristo
- Noche
- Nombres y Títulos Para el cristiano
- Obstinados individuos
- Odio
- Opacidad
- Oro
- Palabra de Dios
- Pies
- Prayerlessness
- Profecías acerca de Cristo
- Profecías mesiánicas
- Receptividad
- Rechazo de Dios
- Reclamaciones
- Respuesta
- Resto, físico
- Seguridad
- Siendo sin entender
- Silencio
- Soledad
- Tener miedo
- Visión
- Yo soy el Señor
- Ahorrar dinero
- Ajustar cuentas
- Alimentar a los pobres
- Amar a los niños
- Aquellos que fueron ignorantes
- Aquellos que no hablaron
- Ayudar a los necesitados
- Ayudar a los pobres
- Comer carne
- Cometer errores
- Confiar en Dios y no preocuparse
- Confiar en los demás
- Cosechar lo que uno siembra
- Creer en uno mismo
- Cuidar el cuerpo propio
- Dar dinero a la Iglesia
- Decir la verdad
- El abuso
- El alcoholismo
- El castigo
- El juicio
- El matrimonio entre un hombre y una mujer
- El matrimonio homosexual
- El mañana
- El miedo y la preocupación
- El mundo
- El padre
- El rechazo
- El renacimiento
- El respeto
- El sacrificio
- El sexo
- El sexo antes del matrimonio
- Escuchar a Dios
- Esperar hasta el matrimonio
- Hacer lo correcto
- Jurar
- Juzgar las acciones ajenas
- La aceptación
- La agonía
- La ambición
- La ansiedad y el miedo
- La carne de cerdo
- La codicia
- La compasión
- La competencia
- La condena
- La culpa
- La desilusión
- La esclavitud
- La falta de paz
- La ignorancia
- La ignorancia de los hechos
- La infidelidad
- La intrepidez
- La jactancia
- La lucha
- La mentira
- La mentira y el engaño
- La muerte de un niño
- La obstaculización de la obra de Dios
- La ocultación de las cosas de Dios
- La oscuridad
- La perspectiva
- La preocupación y el estrés
- La pérdida de un ser querido
- La rebelión
- La relación entre padre e hijo
- La responsabilidad
- La revelación de la salvación de Dios
- La revelación de las cosas de Dios
- La tibieza
- La venganza
- La vida eterna
- Las bebidas alcohólicas
- Las bendiciones del dinero
- Las brujas
- Las personas que no quieren
- Las preocupaciones
- Las pruebas
- Libros históricos
- Los demás que no responden
- Los desastres naturales
- Los errores de los padres
- Los ladrones
- Los logros
- Los ríos
- Mantenerse fuerte y no rendirse
- Mantenerse positivo
- No complacer a Dios
- No escatimar
- No escuchar
- No estar solo
- No poder hacer otras cosas
- No preocuparse
- No rendirse nunca
- No temer a los hombres
- No temer pues Dios está contigo
- Perder a alguien
- Preocuparse
- Preocuparse por el futuro
- Ser buen padre
- Ser feliz y disfrutar la vida
- Tener miedo