'Oh' en la Biblia
El SEÑOR cumplirá Su propósito en mí; Eterna, oh SEÑOR, es Tu misericordia; No abandones las obras de Tus manos.
Para el director del coro. Salmo de David.Oh SEÑOR, Tú me has escudriñado y conocido.
Aun antes de que haya palabra en mi boca, Oh SEÑOR, Tú {ya} la sabes toda.
¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, Tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
¡Oh Dios, si Tú hicieras morir al impío! Por tanto, apártense de mí, hombres sanguinarios.
Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes.
Para el director del coro. Salmo de David.Líbrame, oh SEÑOR, de los hombres malignos; Guárdame de los hombres violentos,
Dije al SEÑOR: ``Tú eres mi Dios; Escucha, oh SEÑOR, la voz de mis súplicas.
Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, Tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.
Salmo de David.Oh SEÑOR, a Ti clamo, apresúrate {a venir} a mí. Escucha mi voz cuando Te invoco.
Porque mis ojos {miran} hacia Ti, oh DIOS, Señor; En Ti me refugio, no me desampares.
Salmo de David.Oh SEÑOR, escucha mi oración, Presta oído a mis súplicas, Respóndeme por Tu fidelidad, por Tu justicia;
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, {porque} mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.
Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; En Ti me refugio.
Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que Tú lo tengas en cuenta, O el hijo del hombre para que pienses en él?
Oh SEÑOR, inclina Tus cielos y desciende; Toca los montes para que humeen.
Oh Dios, un cántico nuevo Te cantaré; Con arpa de diez cuerdas cantaré alabanzas a Ti,
{Salmo de} Alabanza; de David.Te exaltaré mi Dios, oh Rey, Y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre.
¡Aleluya! Oh alma mía, alaba al SEÑOR.
El SEÑOR reinará para siempre, Tu Dios, oh Sion, por todas las generaciones. ¡Aleluya!
¡Alaba al SEÑOR, oh Jerusalén! ¡Alaba a tu Dios, oh Sion!
`` ¿Hasta cuándo, oh simples, amarán la simpleza, Y los burladores se deleitarán en hacer burla, Y los necios aborrecerán el conocimiento?
``Oh hombres, a ustedes clamo, Para los hijos de los hombres es mi voz.
Oh simples, aprendan prudencia; Y ustedes, necios, aprendan sabiduría.
No aceches, oh impío, la morada del justo; No destruyas su lugar de descanso;
No es para los reyes, oh Lemuel, No es para los reyes beber vino, Ni para los gobernantes desear bebida fuerte;
``Soy morena pero preciosa, Oh hijas de Jerusalén, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.
``Si tú no lo sabes, ¡Oh la más hermosa de las mujeres!, Sal tras las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas Junto a las cabañas de los pastores."
``Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a {mi} amor Hasta que quiera."
``Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a {mi} amor, Hasta que quiera."
``He entrado en mi huerto, hermana mía, esposa {mía}; He recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; He bebido mi vino y mi leche. Coman, amigos; Beban y embriáguense, oh amados."
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor."
`` ¿Qué clase de amado es tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, Que así nos ruegas?"
`` ¿Adónde se ha ido tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Adónde se ha dirigido tu amado, Para que lo busquemos contigo?"
`` ¡Regresa, regresa, oh Sulamita; Regresa, regresa, para que te contemplemos!" `` ¿Por qué han de contemplar a la Sulamita, Como en la danza de los dos coros?
¡Cuán hermosos son tus pies en sandalias, Oh hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como joyas, Obra de manos de artífice.
``Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén; Que no despertarán ni levantarán a {mi} amor, Hasta que quiera."
``Oh tú, que moras en los huertos, {Mis} compañeros están atentos a tu voz; Déjame que la oiga."
¡Oh pueblo Mío! Sus opresores son muchachos, Y mujeres lo dominan. Pueblo Mío, los que te guían {te} hacen desviar Y confunden el curso de tus sendas.
Fluirá con ímpetu en Judá, inundará y seguirá adelante, Hasta el cuello llegará, Y la extensión de sus alas Llenará la anchura de tu tierra, oh Emmanuel (Dios con nosotros).
Pues aunque tu pueblo, oh Israel, sea como la arena del mar, {Sólo} un remanente de él volverá. La destrucción decidida rebosa justicia.
¡Clama a gran voz, oh hija de Galim! ¡Pon atención, Lais; desdichada {de ti} Anatot!
Y en aquel día dirás: ``Te doy gracias, oh SEÑOR, Porque aunque estabas enojado conmigo, Tu ira se ha apartado Y me has consolado.
¡Cómo has caído del cielo, Oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, Tú que debilitabas a las naciones.
Por eso lloraré amargamente por Jazer, por la viña de Sibma. Te bañaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, Porque sobre tus frutos de verano y sobre tu cosecha se ha extinguido el clamor,
Entonces el centinela gritó: ``Oh Señor, de día yo estoy continuamente en la atalaya, Y todas las noches permanezco en mi puesto de guardia.
¡Oh mi {pueblo} trillado y afligido de mi era! Lo que he oído del SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, les doy a conocer.
Oh hombre, el SEÑOR te arrojará con violencia. Te tomará firmemente,
Te enrollará bien como una pelota, {Y te lanzará} a una tierra muy espaciosa. Allí morirás y allí quedarán tus magníficos carros, {Oh tú,} vergüenza de la casa de tu Señor.'
`Toma la lira, anda por la ciudad, Oh ramera olvidada. Tañe hábilmente las cuerdas, canta muchas canciones, Para que seas recordada.'"
Terror, foso y lazo Te asedian, oh morador de la tierra.
Oh SEÑOR, Tú eres mi Dios; Te ensalzaré, daré alabanzas a Tu nombre, Porque has hecho maravillas, Designios {concebidos} desde tiempos antiguos con toda fidelidad.
Ciertamente, {siguiendo} la senda de Tus juicios, Oh SEÑOR, Te hemos esperado. Tu nombre y Tu memoria son el anhelo del alma.
Oh SEÑOR, levantada está Tu mano, {mas} ellos no la ven. Que vean {Tu} celo por el pueblo y se avergüencen. Ciertamente el fuego devorará a Tus enemigos.
Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores fuera de Ti nos han gobernado. {Pero} sólo en Ti confesamos Tu nombre.
Has aumentado la nación, oh SEÑOR, Has aumentado la nación, Te has glorificado, Has ensanchado todos los límites de la tierra.
Oh SEÑOR, en la angustia Te buscaron. Apenas susurraban una oración, Cuando Tu castigo estaba sobre ellos.
Como la mujer encinta, al acercarse el {momento de} dar a luz, Se retuerce {y} grita en sus dolores de parto, Así éramos nosotros delante de Ti, oh SEÑOR.
En aquel día el SEÑOR trillará desde la corriente del Eufrates hasta el torrente de Egipto, y ustedes serán recogidos uno a uno, oh Israelitas.
Por tanto, oigan la palabra del SEÑOR, oh insolentes, Gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente Dios se apiadará de ti a la voz de tu clamor. Cuando la oiga, te responderá.
Vuelvan a Aquél de quien tan profundamente se han apartado, oh hijos de Israel.
Oh SEÑOR, ten piedad de nosotros; en Ti hemos esperado. Sé nuestra fortaleza cada mañana, También nuestra salvación en tiempo de angustia.
``Oh SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, que estás {sobre} los querubines, sólo Tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú hiciste los cielos y la tierra.
"Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, Tus ojos y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.
"En verdad, oh SEÑOR, los reyes de Asiria han asolado todas las naciones y sus tierras,
"Y ahora, SEÑOR, Dios nuestro, líbranos de su mano para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo Tú, oh SEÑOR, eres Dios."
``Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente.
Como una golondrina, {como} una grulla, así me quejo, Gimo como una paloma. Mis ojos miran ansiosamente a las alturas. Oh Señor, estoy oprimido, sé Tú mi ayudador.
Oh Señor, por estas cosas viven {los hombres}, Y en todas ellas está la vida de mi espíritu. Restabléceme la salud y haz que viva.
Súbete a un alto monte, Oh Sion, portadora de buenas nuevas. Levanta con fuerza tu voz, Oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; Levánta{la,} no temas. Dile a las ciudades de Judá: ``Aquí está su Dios."
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: ``No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.
Destilen, oh cielos, desde lo alto, Y derramen justicia las nubes; ábrase la tierra y dé fruto la salvación, Y brote la justicia con ella. Yo, el SEÑOR, lo he creado.
En verdad, Tú eres un Dios que te ocultas, ¡oh Dios de Israel, Salvador!
Despierta, despierta, vístete de poder, oh brazo del SEÑOR. Despierta como en los días de antaño, en las generaciones pasadas. ¿No eres Tú el que despedazó a Rahab (al monstruo marino), El que traspasó al dragón?
Despierta, despierta, Vístete de tu poder, oh Sion. Vístete de tus ropajes hermosos, Oh Jerusalén, ciudad santa. Porque el incircunciso y el inmundo No volverán a entrar en ti.
``Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; Prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; Porque son más los hijos de la desolada Que los hijos de la casada," dice el SEÑOR.
``Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, Yo asentaré tus piedras en antimonio, Y tus cimientos en zafiros.
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso,
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor.
¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad.
¡Oh, si rasgaras los cielos {y} descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia
Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros.
No Te enojes en exceso, oh SEÑOR, Ni para siempre Te acuerdes de la iniquidad. Mira, Te rogamos, todos nosotros somos Tu pueblo.
¿Te detendrás ante estas cosas, oh SEÑOR? ¿Guardarás silencio y nos afligirás sin medida?
Espántense, oh cielos, por esto, Y tiemblen, queden en extremo desolados," declara el SEÑOR.
Pero ¿dónde están tus dioses, Los que hiciste para ti? Que se levanten, a ver si pueden salvarte En el tiempo de tu calamidad; Porque según el número de tus ciudades Son tus dioses, oh Judá.
¡Oh generación, atiendan a la palabra del SEÑOR! ¿He sido Yo un desierto para Israel, O una tierra de densa oscuridad? ¿Por qué dice Mi pueblo: `Vaguemos {libremente;} No vendremos más a Ti'?
Ciertamente, como una mujer se aparta en rebeldía de su amado, Así ustedes han obrado en rebeldía conmigo, Oh casa de Israel," declara el SEÑOR.
``Si has de volver, oh Israel," declara el SEÑOR ``vuélvete a Mí. Si quitas de Mi presencia tus abominaciones, Y no vacilas,
¡Alma mía, alma mía! ( ¡Entrañas mías, entrañas mías!) Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; No callaré, Porque has oído, alma mía, El sonido de la trompeta, El pregón de guerra.
Oh, SEÑOR, ¿no {buscan} Tus ojos la verdad? Tú los heriste, Mas no les dolió; Tú los consumiste, Mas ellos rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus rostros más que la roca, Rehusaron arrepentirse.
Voy a traer de lejos una nación contra ustedes, oh casa de Israel," declara el SEÑOR. Es una nación fuerte, Es una nación antigua, Una nación cuya lengua no conoces, Y no podrás entender lo que hable.
Sé precavida, oh Jerusalén, No sea que mi alma se aleje de ti; No sea que Yo te convierta en desolación, En tierra despoblada."
No hay nadie como Tú, oh SEÑOR. Grande eres Tú, y grande es Tu nombre en poderío.
¿Quién no Te temerá, oh Rey de las naciones? Porque esto se Te debe. Porque entre todos los sabios de las naciones, Y en todos sus reinos, No hay nadie como Tú.
Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, Ni de quien anda el dirigir sus pasos.
Repréndeme, oh SEÑOR, pero con justicia, No con Tu ira, no sea que me reduzcas a nada.
"Porque según el número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá, y según el número de las calles de Jerusalén, son los altares que has levantado a lo vergonzoso, altares para quemar incienso a Baal.