'Su' en la Biblia
antes en la ley del SEÑOR es su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche.
Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo:
Entonces hablará a ellos con su furor, y con su ira los conturbará.
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)
Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son llenas de maldad; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.
Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.
Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.
Alabaré yo al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie.
Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No está Dios en todos sus pensamientos.
Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo, porque no me alcanzará el mal.
Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua, molestia y maldad.
Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.
Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.
¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.
Quebranta el brazo del inicuo; del malo buscarás su maldad, y no la hallarás.
El SEÑOR, Rey eterno y perpetuo; de su tierra fueron destruidos los gentiles.
El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.
Porque el justo SEÑOR amó la justicia, al recto mirará su rostro.
Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonjeros; con corazón doble hablan.
Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga bien.
El consejo del pobre habéis escarnecido, por cuanto el SEÑOR es su esperanza.
¡Quién diera de Sion la salud de Israel tornando el SEÑOR la cautividad de su pueblo! Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón.
El que no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su prójimo.
Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó soborno. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.
Cerrados están con su grosura; con su boca hablan soberbiamente.
Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él.
Puso tinieblas por su escondedero, en sus alrededores de su tabernáculo oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Y tronó en los cielos el SEÑOR, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones de fuego.
Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.
Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;
El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.
No hay idioma ni lenguaje donde no es oída su voz.
En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
Y él, como un novio que sale de su tálamo; se alegra, como un gigante, para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta la extremidad de ellos; y no hay quien se esconda de su calor.
Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.
El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)
Por tanto le adelantarás en bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.
Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.
Su fruto aniquilarás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres.
Abrieron sobre mí su boca, como león rampante y rugiente.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propia alma.
Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.
Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.
Del SEÑOR es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?
Tet Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Mem Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.
Nun El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.
en cuyas manos está el mal, y su diestra está llena de sobornos.
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me esconderá en el escondrijo de su tienda; en roca me pondrá alto.
Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y alabaré al SEÑOR.
No me arrebates a una con los malos, y con los que hacen iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, y la maldad está en su corazón.
Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.
El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.
Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la santidad.
Voz del SEÑOR que hará estar de parto a las ciervas, y desnudará los bosques; y en su templo todos los suyos le dicen gloria.
El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.
Cantad al SEÑOR sus misericor-diosos, y celebrad la memoria de su santidad.
Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento; con cabestro y con freno su boca ha de ser sujetada, porque si no, no llegan a ti.
Porque recta es la palabra del SEÑOR, y toda su obra es hecha con verdad.
Con la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos con el espíritu de su boca.
El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Bienaventurada la gente de que el SEÑOR es su Dios; el pueblo a quien escogió por heredad para sí.
Desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra.
Vanidad es el caballo para la salvación; con la grandeza de su fuerza no librará.
He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;
Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.
Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
Guímel Engrandeced al SEÑOR conmigo, y ensalcemos su Nombre a una.
Sea su camino oscuridad y resbaladeros; y el ángel del SEÑOR el que los persiga.
Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red; sin causa hicieron hoyo para mi alma.
Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, y su red que escondió lo prenda; con quebrantamiento caiga en ella.
Y gócese mi alma en el SEÑOR; y alégrese en su salud.
Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
No digan en su corazón: ¡Ea, nuestro deseo es cumplido! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea ensalzado el SEÑOR, que ama la paz de su siervo.
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para bien hacer.
Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, no aborrece el mal.
Dálet Calla ante el SEÑOR, y espera en él; no te enojes con el que prospera en su camino, con el hombre que hace maldades.