'Sin' en la Biblia
Porque todos lo que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados:
Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas:
Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley.
Como también David dice ser bienaventurado el hombre al cual Dios atribuye justicia sin obras,
Mas el pecado, tomando ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia: porque sin la ley el pecado está muerto.
Así que, yo sin la ley vivía por algún tiempo: mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.
¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?
Porque sin arrepentimiento son las mercedes y la vocación de Dios.
El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno;
El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo.
Ya estáis hartos, ya estáis ricos, sin nosotros reináis; y ojalá reinéis, para que nosotros reinemos también juntamente con vosotros.
Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros.
Y si se apartare, que se quede sin casar, ó reconcíliese con su marido; y que el marido no despida á su mujer.
Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor:
Esto empero digo para vuestro provecho; no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os lleguéis al Señor.
A los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo) por ganar á los que estaban sin ley.
De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia;
Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.
Sed sin ofensa á Judíos, y á Gentiles, y á la iglesia de Dios;
Mas ni el varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor.
Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
En un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados.
Y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la medida de otro para gloriarnos en lo que ya estaba aparejado.
¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) yo más: en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en muertes, muchas veces.
Sin otras cosas además, lo que sobre mí se agolpa cada día, la solicitud de todas las iglesias.
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;
Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros á los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.
Para que discernáis lo mejor; que seáis sinceros y sin ofensa para el día de Cristo;
Y muchos de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más á hablar la palabra sin temor.
Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres;
Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;
Sin embargo, bien hicisteis que comunicasteis juntamente á mi tribulación.
En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él:
Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.
Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:
Por lo cual, también nosotros damos gracias á Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis.
Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
Ni presten atención á fábulas y genealogías sin término, que antes engendran cuestiones que la edificación de Dios que es por fe; así te encargo ahora.
Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.
Y éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin crimen.
Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.
Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprensión.
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote á la una parte.
Porque nada hemos traído á este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo:
Doy gracias á Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y día;
Empero las cuestiones necias y sin sabiduría desecha, sabiendo que engendran contiendas.
Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad,
Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno,
El que fuere sin crimen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no estén acusados de disolución, ó contumaces.
Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias;
Mas las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.
Y aprendan asimismo los nuestros á gobernarse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean sin fruto.
Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario.
Porque también á nosotros se nos ha evangelizado como á ellos; mas no les aprovechó el oir la palabra á los que la oyeron sin mezclar fe.
Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
Y sin contradicción alguna, lo que es menos es bendecido de lo que es más.
(Porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote eternamente Según el orden de Melchîsedec:)
Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo.
Mas en el segundo, sólo el pontífice una vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del pueblo:
¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?
De donde vino que ni aun el primero fué consagrado sin sangre.
Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.
Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:
El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos ó de tres testigos muere sin ninguna misericordia:
Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba.
Conforme á la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.
Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen perfeccionados sin nosotros.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.
Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.
La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloría contra el juicio.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.
¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?
Y si invocáis por Padre á aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación:
Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación:
Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro:
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:
ASIMISMO vosotras, mujeres, sed sujetas á vuestros maridos; para que también los que no creen á la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
Hospedaos los unos á los otros sin murmuraciones.
Y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo á los que habían de vivir sin temor y reverencia de Dios,
Estos son fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento: para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre.
Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz.
Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose á sí mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos: árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarra
A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría,
Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios.
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