'De' en la Biblia
En el primer relato, estimado Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
hasta el día en que fue recibido arriba {en el cielo}, después de que por el Espíritu Santo El había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.
A éstos también, después de Su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles de lo relacionado con el reino de Dios.
Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén (Ciudad de Paz), sino que esperaran la promesa del Padre: ``La cual," {les dijo,} ``oyeron de Mí;
porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días."
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."
Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube Lo recibió {y Lo ocultó} de sus ojos.
que {les} dijeron: ``Varones Galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este {mismo} Jesús, que ha sido tomado de ustedes al cielo, vendrá de la misma manera, tal como Lo han visto ir al cielo."
Entonces los discípulos regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo (1.2 km).
Cuando hubieron entrado {en la ciudad,} subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo (hermano de Juan) y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo {hijo} de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, {hijo} de Jacobo.
Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y {con} María la madre de Jesús, y con Sus hermanos.
Por este tiempo, un grupo como de ciento veinte personas estaba reunido allí, y Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, y dijo:
``Hermanos, tenía que cumplirse la Escritura {en} que por boca de David el Espíritu Santo predijo acerca de Judas (Iscariote), el que se hizo guía de los que prendieron a Jesús.
Este, pues, con el precio de su terrible infamia (iniquidad) adquirió un terreno, y cayendo de cabeza se reventó por el medio, y todas sus entrañas se derramaron.
{Esto} llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.
Pues en el Libro de los Salmos está escrito: ``QUE SEA HECHA DESIERTA SU MORADA, Y NO HAYA QUIEN HABITE EN ELLA; Y: QUE OTRO TOME SU CARGO."
"Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,
comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros Jesús fue recibido arriba {al cielo}, uno sea constituido testigo con nosotros de Su resurrección."
Después de orar, dijeron: ``Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstra{nos} a cuál de estos dos has escogido
para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía."
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos (unánimes) en un mismo lugar,
y de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados.
Se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos.
Había Judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo.
" ¿Cómo es que cada uno de nosotros {los} oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?
"Partos, Medos y Elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y de Asia (provincia occidental de Asia Menor),
de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia (Africa) alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto Judíos como prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo),
Cretenses y Arabes, los oímos hablar en nuestros propios idiomas de las maravillas de Dios."
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once {apóstoles}, alzó la voz y les declaró: ``Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras.
`Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS,' dice Dios, `QUE DERRAMARE DE MI ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y SUS HIJOS Y SUS HIJAS PROFETIZARAN, SUS JOVENES VERAN VISIONES, Y SUS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS;
Y AUN SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARE DE MI ESPIRITU EN ESOS DIAS, Y profetizarán.
~`Y MOSTRARE PRODIGIOS ARRIBA EN EL CIELO Y SEÑALES ABAJO EN LA TIERRA: SANGRE, FUEGO Y COLUMNA DE HUMO.
``Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de El, tal como ustedes mismos saben.
"Este fue entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, y ustedes Lo clavaron en una cruz por manos de impíos y {Lo} mataron.
"Pero Dios Lo resucitó, poniendo fin a la agonía (los dolores) de la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella.
"Porque David dice de El: `VEIA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA QUE YO NO SEA SACUDIDO.
PUES TU NO ABANDONARAS MI ALMA EN EL HADES (región de los muertos), NI PERMITIRAS QUE TU SANTO VEA CORRUPCION.
ME HAS HECHO CONOCER LOS CAMINOS DE LA VIDA; ME LLENARAS DE GOZO CON TU PRESENCIA.'
``Hermanos, del patriarca David les puedo decir con franqueza que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
"Pero siendo profeta, y sabiendo que DIOS LE HABIA JURADO SENTAR {a uno} DE SUS DESCENDIENTES EN SU TRONO,
miró hacia el futuro y habló de la resurrección de Cristo (el Mesías), que NI FUE ABANDONADO EN EL HADES (región de los muertos), NI Su carne SUFRIO CORRUPCION.
``A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
"Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ustedes ven y oyen.
HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS POR ESTRADO DE TUS PIES."'
"Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y Cristo (el Mesías)."
Entonces Pedro les {dijo: ``}Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba (aconsejaba) diciendo: ``Sean salvos (Escapen) de esta perversa generación."
Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.
Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
{Cierto día} Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración.
El los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos.
Pero Pedro le dijo: ``No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!"
Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza,
y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios.
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
Estando {el que era cojo} aferrado a Pedro y a Juan, todo el pueblo, lleno de asombro, corrió al pórtico llamado de Salomón, donde ellos estaban.
Al ver {esto,} Pedro dijo al pueblo: ``Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?
"El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres (antepasados), ha glorificado a Su Siervo Jesús, {al que} ustedes entregaron y repudiaron en presencia de Pilato, cuando éste había resuelto poner a Jesús en libertad.
y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
``Por la fe en Su nombre, {es} el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este {hombre} a quien ven y conocen. La fe que {viene} por medio de Jesús, le ha dado {a este} esta perfecta sanidad en presencia de todos ustedes.
"Pero Dios ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que Su Cristo (el Mesías, el Ungido) debía padecer.
``Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor,
y El envíe a Jesús, el Cristo designado de antemano para ustedes.
"A El el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de Sus santos profetas desde tiempos antiguos.
"Moisés dijo: `EL SEÑOR DIOS LES LEVANTARA A USTEDES UN PROFETA COMO YO DE ENTRE SUS HERMANOS; A EL PRESTARAN ATENCION en todo cuanto les diga.
~`Y sucederá que todo el que no preste atención a aquel profeta, será totalmente destruido de entre el pueblo.'
``Ustedes son los hijos (descendientes) de los profetas y del pacto que Dios hizo con sus padres, al decir a Abraham: `Y EN TU SIMIENTE SERAN BENDITAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA.'
"Para ustedes en primer lugar, Dios, habiendo resucitado a Su Siervo (Hijo), Lo ha enviado para que los bendiga, a fin de apartar a cada uno {de ustedes} de sus iniquidades."
Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán {de la guardia} del templo, y los Saduceos,
indignados porque enseñaban al pueblo, y anunciaban en Jesús la resurrección de entre los muertos.
Pero muchos de los que habían oído el mensaje (la palabra) creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000.
{Estaban allí} el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes.
Poniendo a Pedro y a Juan en medio {de ellos, les} interrogaban: `` ¿Con qué poder (autoridad), o en qué nombre, han hecho esto?"
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: ``Gobernantes y ancianos del pueblo (de Israel),
si se nos está interrogando hoy por {causa del} beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado,
sepan todos ustedes, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron {y} a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este {hombre} se halla aquí sano delante de ustedes.
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.
Y viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra.
Pero después de ordenarles que salieran fuera del Concilio (Sanedrín), deliberaban entre sí:
`` ¿Qué haremos con estos hombres?" decían. ``Porque el hecho de que un milagro (una señal) notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.
"Pero a fin de que no se divulgue más entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que no hablen más a ningún hombre en este nombre."
Cuando los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús.
Pero Pedro y Juan, les contestaron: ``Ustedes mismos juzguen si es justo delante de Dios obedecer a ustedes en vez de {obedecer} a Dios.
"Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído."
Y después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir, no hallando la manera de castigarlos por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido;
porque el hombre en quien se había realizado este milagro (esta señal) de sanidad tenía más de cuarenta años.
el que por el Espíritu Santo, {por} boca de nuestro padre David, Tu siervo, dijiste: ` ¿POR QUE SE ENFURECIERON LOS GENTILES (LAS NACIONES), Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS VANAS?
SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU CRISTO (EL MESIAS, EL UNGIDO).'
"Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes (Antipas) como Poncio Pilato, junto con los Gentiles y los pueblos de Israel, contra Tu santo Siervo (Hijo) Jesús, a quien Tú ungiste,
mientras extiendes Tu mano para que se hagan curaciones, señales (milagros) y prodigios mediante el nombre de Tu santo Siervo (Hijo) Jesús."
Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.
La congregación (La multitud) de los que creyeron era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y había abundante gracia sobre todos ellos.
No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido,
y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.
Y José, un Levita natural de Chipre, a quien también los apóstoles llamaban Bernabé, que traducido significa Hijo de Consolación,
poseía un campo y {lo} vendió, trajo el dinero y {lo} depositó a los pies de los apóstoles.
y se quedó con {parte} del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo la otra parte, la puso a los pies de los apóstoles.