'Son' en la Biblia
- 1.Gé 2:4-Éx 16:8
- 2.Éx 19:6-Números 26:37
- 3.Números 26:41-2 Samuel 10:11
- 4.2 Samuel 13:33-Nehemías 5:5
- 5.Nehemías 5:9-Salmos 25:14
- 6.Salmos 25:19-Salmos 119:143
- 7.Salmos 119:144-Proverbios 28:12
- 8.Proverbios 28:28-Isaías 55:8
- 9.Isaías 55:9-Ezequiel 13:4
- 10.Ezequiel 16:38-Zacarías 6:4
- 11.Zacarías 6:5-Lucas 18:16
- 12.Lucas 20:34-Romanos 11:28
- 13.Romanos 11:29-Gálatas 4:28
- 14.Gálatas 5:18-1 Juan 2:8
- 15.1 Juan 2:12-Apocalipsis 22:6
Y dije: No está bien lo que hacéis, ¿no andaréis en temor de nuestro Dios, para no ser el oprobio de las naciones que son nuestras enemigas?
Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de la transmigración que hizo pasar Nabucodonosor rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá cada uno a su ciudad;
Y éstos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Adón, e Imer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel:
y traer a la casa de nuestro Dios los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados como está escrito en la ley; los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas son para los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios.
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del mosto y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestro suelo a los levitas, porque los levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.
Y éstos son las cabezas de la provincia que moraron en Jerusalén; mas en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión en sus ciudades, de Israel, de los sacerdotes, levitas, netineos, y de los hijos de los siervos de Salomón.
Y éstos son los hijos de Benjamín: Salú hijo de Mesulam, hijo de Joed, hijo de Pedaías, hijo de Colaías, hijo de Maasías, hijo de Itiel, hijo de Jesaías.
Y éstos son los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel hijo de Salatiel, y con Jesúa: Seraías, Jeremías, Esdras,
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey no viene provecho de dejarlos.
Por eso estos días son llamados Purim, por el nombre Pur. Y a causa de las instrucciones en esta carta, tanto por lo que habían visto sobre este asunto y por lo que les había acontecido,
Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.
El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son arrancados.
El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.
`` ¿Cuánto más a los que habitan en casas de barro, cuyos cimientos están en el polvo, que son aplastados como la polilla!
De la mañana a la tarde son quebrantados, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.
Sus hijos no tienen seguridad alguna, aun en la puerta son oprimidos, y no hay quien los libre.
Que pone a los humildes en altura, y los enlutados son levantados a salud.
Porque mi tormento pesaría más que la arena del mar; y por tanto mis palabras son tragadas.
Las cosas que mi alma no quería tocar antes, ahora por los dolores son mi comida.
Que al tiempo del calor son deshechas, y calentándose, desaparecen de su lugar;
Ciertamente, así son ustedes ahora, Ven algo aterrador y se espantan.
¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el argumento de vosotros?
¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?
Ciertamente tiempo determinado tiene el hombre sobre la tierra, y sus días son como los días del jornalero.
Abominé la vida; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad.
Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.
Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del hipócrita perecerá.
Mis días son más ligeros que un corredor; huyen, no ven el bien.
¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,
¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me esfuerce un poco.
Y que te declarara los arcanos de la sabiduría, Que son de doble valor que la hacienda! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos que tu iniquidad merece.
Altos son como los cielos; ¿qué harás tú? Más profundos son que el Seol; ¿qué puedes tú saber?
``En verdad que ustedes son el pueblo, Y con ustedes morirá la sabiduría.
En El están la sabiduría y el poder, y el consejo y el entendimiento son suyos.
En El están la fuerza y la prudencia, suyos son el engañado y el engañador.
Porque ustedes son forjadores de mentiras; Todos ustedes son médicos inútiles.
Vuestras máximas son proverbios de ceniza, vuestras defensas son defensas de barro.
¿Cuántas son mis iniquidades y pecados? Hazme conocer mi rebelión y mi pecado.
Y ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son traspasadas de su lugar;
las piedras son quebrantadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra, de tal manera haces perder al hombre la esperanza.
Alcanzan honra sus hijos, pero él no {lo} sabe; o son humillados, pero él no lo percibe.
He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,
``He oído muchas cosas como éstas; Consoladores molestos son todos ustedes.
Mis disputadores son mis amigos; mas a Dios destilarán mis ojos.
Mi aliento está corrompido, mis días son cortados, y me está aparejado el sepulcro.
Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, Y mis pensamientos todos son como sombra.
Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.
Al son de tamboril y cítara saltan, y se regocijan al son del órgano.
¿Son como paja delante del viento, y como tamo que arrebata el torbellino?
Que el malo es guardado para el día de la destrucción, para el día de las iras son llevados.
¿Por ventura Dios no está en la altura de los cielos? ¡Mira la altura de las estrellas, cómo son altas!
Las nubes son su escondedero, y no ve; y por el cerco del cielo se pasea.
{diciendo:} ``Ciertamente nuestros adversarios son destruidos, y el fuego ha consumido su abundancia."
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿por qué los que le conocen no ven sus días?
Ellos son entre los rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas.
Porque la mañana es a todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.
Son livianos sobre las aguas; su porción es maldita en la tierra; nunca vienen por el camino de las viñas.
Les provee seguridad y son sostenidos, y los ojos de El están en sus caminos.
Fueron ensalzados por un poco, y desaparecieron, y son abatidos como cada cual; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas.
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, y mostraste bien cómo son las cosas?
Cosas muertas son formadas debajo de las aguas, y de sus moradas.
He aquí, éstas son partes de sus caminos; ¡y cuán poco es lo que hemos oído de él! Porque el estruendo de sus fortalezas, ¿quién lo entenderá?
Lugar hay cuyas piedras son zafiro, Y sus polvos de oro.
Pero ahora se burlan de mí los que son más jóvenes que yo, a cuyos padres no consideraba yo dignos de poner con los perros de mi ganado.
No siempre los grandes son los sabios, ni los viejos entienden el derecho.
Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni el rico es de él más respetado que el pobre; porque todos son obras de sus manos.
En un momento mueren, y a medianoche se estremecen los pueblos y pasan, y los poderosos son quitados sin esfuerzo.
Pues El conoce sus obras, de noche {los} derriba y son aplastados.
Que Job no habla con conocimiento, y sus palabras no son con prudencia.
Mira a los cielos, y ve, y considera que los cielos son más altos que tú.
Si has pecado, ¿qué logras tú contra El? Y si tus transgresiones son muchas, ¿qué le haces?
Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecto conocimiento.
No aparta sus ojos del justo, sino que, con los reyes sobre el trono, los ha sentado para siempre, y son ensalzados.
Y si están aprisionados con cadenas, y son atrapados en las cuerdas de aflicción,
Por el soplo de Dios se da el hielo, y las anchas aguas son constreñidas.
Sus hijos son sanos, crecen con el grano; salen y nunca más vuelven a ellas.
Su cola mueve como un cedro, y los nervios de sus genitales son entretejidos.
Sus huesos son fuertes como bronce, y sus miembros como barras de hierro.
La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente.
Con sus estornudos encienden lumbre, y sus ojos son como los párpados del alba.
Como hojarasca son estimadas las mazas; se ríe del blandir de la jabalina.
No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.
Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis {en} el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¿Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!
Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son llenas de maldad; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)
Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.
Si los fundamentos son destruidos; ¿qué puede hacer el justo?
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.
Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.
En cuanto a los santos que están en la tierra, ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.
Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.
Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son ocultos.
Vau Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.
Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y El les dará a conocer su pacto.
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