'Mandamientos' en la Biblia
Las obras de sus manos son verdad y juicio: Fieles son todos sus mandamientos;
Aleluya. BIENAVENTURADO el hombre que teme á Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos.
Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos.
En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.
Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas.
Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón.
Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.
He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia.
Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos.
Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado.
Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.
Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos.
Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.
Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído.
Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
YOD. Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos.
Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame.
Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos.
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; Porque con ellos me has vivificado.
Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.
Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos.
Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.
Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos.
Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos.
Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.
Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad.
Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste.
Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia.
Tu salud he esperado, oh Jehová; Y tus mandamientos he puesto por obra.
Guardado he tus mandamientos y tus testimonios; Porque todos mis caminos están delante de ti.
Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia.
Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido.
Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
HIJO mío, si tomares mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
HIJO mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos:
Y él me enseñaba, y me decía: Mantenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás:
HIJO mío, guarda mis razones, Y encierra contigo mis mandamientos.
Guarda mis mandamientos, y vivirás; Y mi ley como las niñas de tus ojos.
El sabio de corazón recibirá los mandamientos: Mas el loco de labios caerá.
El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Ojalá miraras tú á mis mandamientos! fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas de la mar.
Y dijo Jeremías á la familia de los Rechâbitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Porque obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, é hicisteis conforme á todas las cosas que os mandó;
Y ella mudó mis juicios y mis ordenanzas en impiedad más que las gentes, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis juicios y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos.
Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos multiplicado más que á las gentes que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las gentes que están alrededor de vosotros habéis
Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra.
Y oré á Jehová mi Dios, y confesé, y dije: Ahora Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;
Hemos pecado, hemos hecho iniquidad, hemos obrado impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus juicios.
Ephraim es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de mandamientos.
Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Achâb; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te diese en asolamiento, y tus moradores para ser silbados. Llevaréis por tanto el oprobio de mi pueblo.
De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Y FUÉ, que acabando Jesús de dar mandamientos á sus doce discípulos, se fué de allí á enseñar y á predicar en las ciudades de ellos.
Mas en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es á saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Y en vano me honra, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra á tu padre y á tu madre.
Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
Los mandamientos sabes: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra á tu padre y á tu madre.
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él.
Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.
Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo á los apóstoles que escogió, fué recibido arriba;
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino la observancia de las mandamientos de Dios.
Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.
Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
(Las cuales cosas son todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad á mandamientos y doctrinas de hombres?
Aristarchô, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere á vosotros, recibidle),
Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.
No atendiendo á fábulas judaicas, y á mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también á todo el pueblo,
Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos.
El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él;
Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Y el que guarda sus mandamientos, está en él, y él en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
En esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos.
Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.
Y este es amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio.
Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.
Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.
Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.
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