'Si' en la Biblia
Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu rostro.
Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.
con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí lugares desolados;
Si probáremos a hablarte, te será molesto; pero, ¿quién podrá detener las palabras?
Ahora, pues, da voces, si habrá quien te responda; ¿Y a cuál de los santos te volverás?
Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.
Ahora, pues, si queréis, miradme, y ved si miento delante de vosotros.
¿Y por qué no perdonas mi rebelión, y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no estaré.
Si tus hijos pecaron contra Él, Él los echó en el lugar de su pecado.
Si tú de mañana buscares a Dios, y suplicares al Todopoderoso;
Si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia.
Si le arrancaren de su lugar, éste le negará entonces, diciendo: Nunca te vi.
Si quisiere contender con Él, no le podrá responder a una cosa de mil.
Si Dios no retira su ira, los ayudadores soberbios serán abatidos debajo de Él.
Que si yo le invocara, y Él me respondiese, aún no creeré que haya escuchado mi voz.
Si yo hablare de poder, he aquí Él es poderoso; si de juicio, ¿quién me emplazará?
Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
Si el azote mata de repente, se ríe del sufrimiento de los inocentes.
La tierra es entregada en manos de los impíos, y Él cubre el rostro de sus jueces. Si no es Él, ¿quién es? ¿Dónde está?
Si digo: Olvidaré mi queja, dejaré mi triste semblante y me esforzaré;
Si soy impío, ¿Para qué, pues, trabajaré en vano?
Si peco, tú me observas, y no me tienes por limpio de mi iniquidad.
Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza. Estoy hastiado de afrenta, por tanto, mira tú mi aflicción.
Si levanto mi cabeza, me cazas como a león, y vuelves a mostrarte maravilloso sobre mí.
Fuera como si nunca hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura.
Si escudriñas, ¿podrás entender a Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
Si tú apercibieres tu corazón, y extendieres a Él tus manos;
si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more maldad en tus habitaciones;
Él os reprochará de seguro, si solapadamente hacéis acepción de personas.
¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara, moriría.
Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.
Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo,
Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi transformación.
También yo hablaría como vosotros. Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía, yo podría hilvanar palabras contra vosotros, y sobre vosotros movería mi cabeza.
Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí.
En su tienda morará como si no fuese suya; piedra azufre será esparcida sobre su morada.
Y si en verdad he errado, conmigo se quedará mi error.
Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí invocáis mi oprobio,
También encendió contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos.
Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;
si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía en su paladar;
Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses?
¿Traerá el hombre provecho a Dios, podrá el sabio ser de provecho a sí mismo?
Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción;
Si al norte Él actuare, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré.
Pero si Él determina una cosa, ¿quién le hará desistir? Lo que su alma desea, eso hace.
En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.
Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.
Y si no, ¿quién me desmentirá ahora, o reducirá a nada mis palabras?
Si sus hijos fueren multiplicados, lo serán para la espada, y sus pequeños no se saciarán de pan;
Si me reía con ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro.
¿Y de qué me serviría la fuerza de sus manos, si el vigor de ellos ha perecido?
Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño,
Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo sucio se apegó a mis manos,
Si mi corazón fue engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo:
Si tuve en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo,
Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda;
Y si comí mi bocado solo, y no comió de él el huérfano
Si he visto a alguno perecer por falta de ropa, o al menesteroso sin abrigo;
si no me bendijeron sus lomos, y del vellón de mis ovejas se calentaron;
si alcé contra el huérfano mi mano, porque vi que me ayudarían en la puerta;
Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú;
Si me alegré de que mi riqueza era grande, y de que mi mano había adquirido mucho;
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal
si los siervos de mi morada no decían: ¡Oh que nos diese de su carne, pues no estamos saciados!
Si mi tierra clama contra mí, y lloran todos sus surcos;
Si comí su sustancia sin dinero, o afligí el alma de sus dueños;
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567
Si pudieres, respóndeme: Ordena tus palabras delante de mí, ponte de pie.
Si hubiese con él un elocuente mediador, uno entre mil, que anuncie al hombre su deber;
Si tienes algo qué decir, respóndeme; habla, porque yo te quiero justificar.
Y si no, óyeme tú a mí; calla, y te enseñaré sabiduría.
Porque ha dicho: De nada sirve al hombre deleitarse a sí mismo en Dios.
Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho.
Si Él pusiese sobre el hombre su corazón, y recogiese a sí su espíritu y su aliento,
Si Él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.
Si pecares, ¿qué habrás hecho contra Él? Y si tus transgresiones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?
Si fueres justo, ¿qué le darás a Él? ¿O qué recibirá de tu mano?
Y si estuvieren aprisionados en grillos, y atrapados en cuerdas de aflicción,
Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bienestar, y sus años en contentamiento.
Pero si no oyeren, serán pasados a espada, y perecerán sin sabiduría.
¿Dónde estabas cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber, si tienes conocimiento.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Has considerado tú la anchura de la tierra? Declara si sabes todo esto.
Se endurece para con sus crías, como si no fuesen suyas, no temiendo que su trabajo haya sido en vano;
Unidas están la una a la otra, están trabadas entre sí, que no se pueden separar.
En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que el abismo sea cano.