480 casos en 6 traducciones

'Que' en la Biblia

E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas, para que comieren y bebieren con ellos.

Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días de sus banquetes, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Por ventura habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal?

¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra.

Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,

y vino un mensajero a Job, que le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,

Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;

y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, e hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante del SEÑOR, y vino también entre ellos Satanás compareciendo delante del SEÑOR.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aún retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?

Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos a condolerse de él, y a consolarle.

Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.

Perezca el día en que yo fui nacido, y la noche que dijo: Varón es concebido.

Que tinieblas y sombra de muerte sea su redentor; reposara sobre él nublado, que lo hiciera horrible como día caluroso.

{Y en cuanto a} aquella noche, apodérense de ella las tinieblas; que no se alegre entre los días del año, ni se cuente en el número de los meses.

¡Oh, si fuere aquella noche solitaria, que no viniera en ella canción!

Maldijéranla los que maldicen al día, los que se aparejan para levantar su llanto.

Oscurézcanse las estrellas de su alba; que espere la luz mas no la tenga, que tampoco vea el rayar de la aurora;

¿Por qué me previnieron las rodillas? ¿Y para qué los senos que mamare?

Pues que ahora yaciera yo, y reposara; durmiera, y entonces tuviera reposo,

o con los príncipes que poseen el oro, que llenan sus casas de plata.

Que se alegran sobremanera, y se gozan cuando hallan el sepulcro.

Al hombre que no sabe por donde vaya, y que Dios lo encerró.

Porque antes que mi pan, viene mi suspiro; y mis bramidos corren como aguas.

Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que temía.

No tengo reposo ni estoy tranquilo, no descanso, sino que {me} viene turbación.

Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, y las rodillas de los que arrodillaban esforzabas.

Mas ahora que a ti te ha venido, te es molesto; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

Acuérdate ahora, ¿quién haya sido inocente que se perdiera? Y ¿adónde los rectos han sido cortados?

Y un espíritu que pasó por delante de mí, hizo que se erizara el vello de mi carne.

Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:

¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla!

``Entre la mañana y la tarde son hechos pedazos; sin que nadie se dé cuenta, perecen para siempre.

Yo he visto al loco que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación.

Y entenderás que tu simiente es mucha, y tus renuevos como la hierba de la tierra.

He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.

¡Oh, que pudiesen pesar justamente mi sufrimiento, y lo pusiesen en balanza junto con mi calamidad!

Porque mi tormento pesaría más que la arena del mar; y por tanto mis palabras son tragadas.

Las cosas que mi alma no quería tocar antes, ahora por los dolores son mi comida.

¡Quién me diera que viniera mi petición, y que Dios me diera lo que espero;

y que quisiera Dios quebrantarme; y que soltara su mano, y me despedazare!

Y en esto crecería aún consolación, si me asare con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras del que es Santo.

¿Es que mi ayuda no está dentro de mí, y está alejado de mí {todo} auxilio?

Para el abatido, {debe haber} compasión de parte de su amigo; no sea que abandone el temor del Todopoderoso.

Mis hermanos han obrado engañosamente como un torrente, como las corrientes de los arroyos que se desvanecen,

que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve.

Que al tiempo del calor son deshechas, y calentándose, desaparecen de su lugar;

Ahora ciertamente vosotros sois como ellas; que habéis visto el tormento, y teméis.

¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el argumento de vosotros?

¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?

Desistid, por favor; que no haya injusticia; sí, desistid; en ello está aún mi justicia.

Como esclavo que suspira por la sombra, y como jornalero que espera con ansias su paga,

así he tenido que poseer meses de vanidad, y noches de congoja me fueron asignadas.

Acuérdate que mi vida es un viento, y que mis ojos no volverán para ver el bien.

Los ojos de los que ahora me ven, no me verán más; tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser.

Abominé la vida; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad.

para que lo examines cada mañana, y a cada momento lo pongas a prueba?

¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva?

Si he pecado, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, y que a mí mismo sea pesado?

¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no seré hallado.

¿Acaso tuerce Dios la justicia o tuerce el Todopoderoso lo que es justo?

Estando aún verde y sin cortar, con todo, se seca antes que cualquier {otra} planta.

Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del hipócrita perecerá.

Los que te aborrecen, serán vestidos de confusión; y la habitación de los impíos perecerá.

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