546 casos

'Hermanos' en la Biblia

El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia.

Oid palabra de Jehová, vosotros los que tembláis á su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová. Mas él se mostrará con alegría vuestra, y ellos serán confundidos.

Y traerán á todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por presente á Jehová, en caballos, en carros, en literas, y en mulos, y en camellos, á mi santo monte de Jerusalem, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen el presente en vasos l

Que os echaré de mi presencia como eché á todos vuestros hermanos, á toda la generación de Ephraim.

Así empero ha dicho Jehová, del rey que está sentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros en cautiverio;

Que cada uno dejase su siervo, y cada uno su sierva, hebreo y hebrea, libres; que ninguno usase de los Judíos su hermanos como de siervos.

Tomé entonces á Jaazanías hijo de Jeremías, hijo de Habassinías, y á sus hermanos, y á todos sus hijos, y á toda la familia de los Rechâbitas;

Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron á Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo tesoros de trigos, y cebadas, y aceite, y miel. Y dejólos, y no los mató entre sus hermanos.

Mas yo desnudaré á Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse: será destruída su simiente, y sus hermanos, y sus vecinos; y no será.

Hijo del hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos á quienes dijeron los moradores de Jerusalem: Alejaos de Jehová; á nosotros es dada la tierra en posesión.

Aunque él fructificará entre los hermanos, vendrá el solano, viento de Jehová, subiendo de la parte del desierto, y secarse ha su vena, y secaráse su manadero: él saqueará el tesoro de todas las preciosas alhajas.

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no desviaré su castigo; porque entregaron la cautividad entera á Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos.

Empero los dejará hasta el tiempo que para la que ha de parir; y el resto de sus hermanos se tornará con los hijos de Israel.

Abraham engendró á Isaac: é Isaac engendró á Jacob: y Jacob engendró á Judas y á sus hermanos:

Y Josías engendró á Jechônías y á sus hermanos, en la transmigración de Babilonia.

Y andando Jesús junto á la mar de Galilea, vió á dos hermanos, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores.

Y pasando de allí vió otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.

Y estando él aún hablando á las gentes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar.

Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar.

Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán.

Vienen después sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron á él llamándole.

Y la gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera.

Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?

Y mirando á los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos.

Y le fué dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, que quieren verte.

Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación.

Después de esto descendió á Capernaun, él, y su madre, y hermanos, y discípulos; y estuvieron allí no muchos días.

Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquí, y vete á Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.

Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios.

Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir. Mas Jesús no le dijo, No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué á ti?

Y en aquellos días, Pedro, levantándose en medio de los hermanos, dijo (y era la compañía junta como de ciento y veinte en número):

Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy.

Porque Moisés dijo á los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de vuestros hermanos, como yo; á él oiréis en todas las cosas que os hablare.

Y él dijo: Varones hermanos y padres, oid: El Dios de la gloria apareció á nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Chârán,

Y en la segunda, José fué conocido de sus hermanos, y fué sabido de Faraón el linaje de José.

Y cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino voluntad de visitar á sus hermanos los hijos de Israel.

Pero él pensaba que sus hermanos entendían que Dios les había de dar salud por su mano; mas ellos no lo habían entendido.

Y al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por que os injuriáis los unos á los otros?

Este es el Moisés, el cual dijo á los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor Dios vuestro de vuestros hermanos, como yo; á él oiréis.

Lo cual, como los hermanos entendieron, le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron á Tarso.

Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fué con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Joppe.

Y OYERON los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que también los Gentiles habían recibido la palabra de Dios.

Entonces los discípulos, cada uno conforme á lo que tenía, determinaron enviar subsidio á los hermanos que habitaban en Judea:

Mas él haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto á Jacobo y á los hermanos. Y salió, y partió á otro lugar.

Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron á ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen á Dios, á vosotros es enviada la palabra de esta salud.

ENTONCES algunos que venían de Judea enseñaban á los hermanos: Que si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

Ellos, pues, habiendo sido acompañados de la iglesia, pasaron por la Fenicia y Samaria, contando la conversión de los Gentiles; y daban gran gozo á todos los hermanos.

Y habiendo habido grande contienda, levantándose Pedro, les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los Gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio, y creyesen.

Y después que hubieron callado, Jacobo respondió, diciendo: Varones hermanos, oidme:

Entonces pareció bien á los apóstoles y á los ancianos, con toda la iglesia, elegir varones de ellos, y enviarlos á Antioquía con Pablo y Bernabé: á Judas que tenía por sobrenombre Barsabas, y á Silas, varones principales entre los hermanos;

Y escribir por mano de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, á los hermanos de los Gentiles que están en Antioquía, y en Siria, y en Cilicia, salud:

Y pasando allí algún tiempo, fueron enviados de los hermanos á los apóstoles en paz.

Y después de algunos días, Pablo dijo á Bernabé: Volvamos á visitar á los hermanos por todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del Señor, cómo están.

De éste daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.

Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto á los hermanos, los consolaron, y se salieron.

Mas no hallándolos, trajeron á Jasón y á algunos hermanos á los gobernadores de la ciudad, dando voces: Estos que alborotan el mundo, también han venido acá;

Entonces los hermanos, luego de noche, enviaron á Pablo y á Silas á Berea; los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los Judíos.

Empero luego los hermanos enviaron á Pablo que fuese como á la mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí.

Mas Pablo habiéndose detenido aún allí muchos días, después se despidió de los hermanos, y navegó á Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose trasquilado la cabeza en Cencreas, porque tenía voto.

Y queriendo él pasar á Acaya, los hermanos exhortados, escribieron á los discípulos que le recibiesen; y venido él, aprovechó mucho por la gracia á los que habían creído:

Y nosotros, cumplida la navegación, vinimos de Tiro á Tolemaida; y habiendo saludado á los hermanos, nos quedamos con ellos un día.

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