301 casos en 6 traducciones

'No' en la Biblia

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal?

¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aún retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?

Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.

Aquel día fuera tinieblas, y Dios no curara de él desde arriba, ni claridad resplandeciera sobre él.

Ocupe la oscuridad aquella noche; No sea contada entre los días del año, Ni venga en él número de los meses.

¡Oh, si fuere aquella noche solitaria, que no viniera en ella canción!

Las estrellas de su alba fueran oscurecidas; esperaran la luz, y no viniera, ni viera los párpados de la mañana;

por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria.

Allí también reposaron los cautivos; no oyeron la voz del exactor.

Al hombre que no sabe por donde vaya, y que Dios lo encerró.

No he tenido paz, no me aseguré, ni me estuve reposado; Vínome no obstante turbación.

¿No es éste tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la integridad de tus caminos?

Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:

¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y no lo saben.

Sus hijos estarán lejos de la salud, y en la puerta serán quebrantados, y no habrá quien los libre.

Porque la iniquidad no sale del polvo, ni el castigo reverdece de la tierra.

Las cosas que mi alma no quería tocar antes, ahora por los dolores son mi comida.

Y en esto crecería aún consolación, si me asare con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras del que es Santo.

Para el abatido, {debe haber} compasión de parte de su amigo; no sea que abandone el temor del Todopoderoso.

¿No estáis pensando las palabras para reprender, y echáis al viento palabras perdidas?

Tornad ahora, y no haya iniquidad; volved aún a mirar por mi justicia en esto.

Si hay iniquidad en mi lengua; o si mi paladar no discierne los tormentos.

Acuérdate que mi vida es un viento, y que mis ojos no volverán para ver el bien.

Los ojos de los que ahora me ven, no me verán más; tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser.

no tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más.

Por tanto yo no reprimiré mi boca; hablaré con la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.

Abominé la vida; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad.

¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva?

¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no seré hallado.

¿Por ventura ellos no te enseñarán, te dirán, y de su corazón sacarán estas palabras?

Aun él en su verdor no será cortado, Y antes de toda hierba se secará.

El se apoyará sobre su casa, pero no permanecerá en pie; se asirá a ella, más no se afirmará.

Los que te odian serán cubiertos de vergüenza, y la tienda de los impíos no existirá más.

He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; y pasará, y no lo entenderé.

Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a la soberbia.

Que aunque yo sea justo, no responderé; antes habré de rogar a mi juez.

Que si yo le invocare, y él me respondiera, aún no creeré que haya escuchado mi voz.

Que aún no me ha concedido que tome mi aliento; mas me ha llenado de amarguras.

La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él el que lo hace, ¿quién es? ¿Dónde está?

Temo todos mis trabajos; sé que no me tendrás sin culpa.

No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre ambos.

Y hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí.

sobre saber tú que no soy impío, y que no hay quien de tu mano me libre?

¿No me fundiste como leche, y como un queso me cuajaste?

`` ¿No me vestiste de piel y de carne, y me entretejiste con huesos y tendones?

Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, estando hastiado de deshonra, y de verme afligido.

``Sería como si no hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura."

¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me esfuerce un poco.

Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;

tierra de oscuridad, y tenebrosa sombra de muerte, donde no hay orden, y que resplandece como la misma oscuridad.

¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre que habla mucho será justificado?

¿Tus mentiras harán callar a los hombres? ¿Y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence?

Porque él conoce a los hombres vanos; y ve la iniquidad, ¿y no entenderá?

si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more maldad en tus habitaciones;

y te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos te rogarán.

También tengo corazón como vosotros; no soy yo menos que vosotros; ¿y quién habrá que no pueda decir otro tanto?

¿Qué cosa de todas éstas no entiende que la mano del SEÑOR la hizo?

¿No distingue el oído las palabras como el paladar prueba la comida?

He aquí, él derribará, y no será edificado; encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.

Él quita el entendimiento de los jefes del pueblo de la tierra, y les hace vagar por desierto donde no hay camino:

que palpen las tinieblas, y no la luz; y los hace errar como borrachos.

¿No os llenará de temor su majestad, y no caerá sobre vosotros su terror?

Concédame por lo menos éstas dos cosas; y entonces no me esconderé de tu rostro:

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