2307 casos en 6 traducciones

'No' en la Biblia

Le rogaba mucho que no le enviara fuera de aquella provincia.

y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y no había mejorado, antes le iba peor,

Y no permitió que alguno viniera tras él sino Pedro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.

Y les mandó que no llevaran nada para el camino, sino solamente báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa;

Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio a ellos. De cierto os digo que será más tolerable para los de Sodoma y Gomorra en el día del juicio, que para aquella ciudad.

Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.

envíalos para que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer.

Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y muchas otras cosas hay, que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos de beber, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.)

no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre.

Y les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar?

Y levantándose de allí, se fue a los términos de Tiro y de Sidón; y entrando en casa, quiso que nadie lo supiera; mas no pudo ser escondido.

En aquellos días, como otra vez hubo gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:

Tengo misericordia de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo; y no tienen qué comer.

Y gimiendo de su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.

Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos.

Y le envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el Reino de Dios que viene con potencia.

Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.

Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.

el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echaran fuera, y no pudieron.

Y habiendo salido de allí, caminaron juntos por Galilea: y no quería que nadie lo supiera.

Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

Y si tu pie te hace caer, córtalo: mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado;

donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?

Mas que os sentéis a mi diestra y a mi siniestra, no es mío darlo, sino a quienes está aparejado.

Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, vino a ver si quizá hallaría en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas; porque no era tiempo de higos.

y no consentía que alguien llevara vaso por el Templo.

Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi Casa, Casa de oración será llamada por todas las naciones? Y vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate, y échate en el mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho.

Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creisteis?

Y respondiendo, dicen a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dice: Tampoco yo os diré con qué facultad hago estas cosas.

Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, ya sabemos que eres hombre de verdad, y que no te cuidas de nadie; porque no miras a la apariencia de hombres, antes con verdad enseñas el camino de Dios: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?

Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muriere, y dejara mujer, y no dejara hijos, que su hermano tome su mujer, y levante linaje a su hermano.

Y la tomaron los siete, y no dejaron descendencia; a la postre murió también la mujer.

Y de los muertos que hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo Soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?

Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;

Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del Reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.

Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.

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