102 casos

'Señor' en la Biblia

"Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,

Después de orar, dijeron: ``Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstra{nos} a cuál de estos dos has escogido

"Porque David dice de El: `VEIA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA QUE YO NO SEA SACUDIDO.

"Porque David no ascendió a los cielos, pero él {mismo} dice: `DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,

"Moisés dijo: `EL SEÑOR DIOS LES LEVANTARA A USTEDES UN PROFETA COMO YO DE ENTRE SUS HERMANOS; A EL PRESTARAN ATENCION en todo cuanto les diga.

SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU CRISTO (EL MESIAS, EL UNGIDO).'

"Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino {a él} la voz del Señor:

``PERO EL SEÑOR LE DIJO: `QUITATE LAS SANDALIAS DE LOS PIES, PORQUE EL LUGAR DONDE ESTAS ES TIERRA SANTA.

`EL CIELO ES MI TRONO, Y LA TIERRA EL ESTRADO DE MIS PIES; ¿QUE CASA ME EDIFICARAN?' dice el Señor, ` ¿O CUAL ES EL LUGAR DE MI REPOSO?

Porque todavía no había descendido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.

"Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón.

Pero Simón respondió: ``Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que han dicho."

Y ellos, después de haber testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas) en muchas aldeas de los Samaritanos.

Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.

Saulo (Pablo), respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,

`` ¿Quién eres, Señor?" preguntó Saulo. El Señor respondió: ``Yo soy Jesús a quien tú persigues;

Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: ``Ananías." ``Aquí estoy, Señor," contestó él.

El Señor le {dijo: ``}Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando,

Pero Ananías respondió: ``Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén,

Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: ``Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo."

Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.

Y estaba con ellos moviéndose libremente en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor.

Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor.

"Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado."

"Pero yo dije: `De ninguna manera, Señor, porque nada impuro o inmundo ha entrado jamás en mi boca.'

"Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: `Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.'

"Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos {dio} a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder impedírselo a Dios?"

Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los Griegos, predicando el evangelio (las buenas nuevas) del Señor Jesús.

De repente se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciéndole: ``Levántate pronto." Y las cadenas se cayeron de las manos de Pedro.

Cuando Pedro volvió en sí, dijo: ``Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a Su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes (Agripa I) y de todo lo que esperaba el pueblo de los Judíos."

Y haciéndoles señal con la mano para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y {les} dijo: ``Informen de estas cosas a Jacobo (Santiago, hermano de Jesús) y a los hermanos." Entonces salió, y se fue a otro lugar.

``Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?

"Ahora, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo." Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.

Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.

Con todo, se detuvieron {allí} mucho tiempo hablando valientemente, {confiados} en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos.

PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES (TODAS LAS NACIONES) QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE,'

Estos hombres han arriesgado (entregado) su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

También Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando y proclamando con muchos otros, las buenas nuevas de la palabra del Señor.

Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: ``Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades donde hemos proclamado la palabra del Señor, {para ver} cómo están."

Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía.

Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan.

Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.

Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: ``Les ordeno {que salgan,} en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica."

Supieron esto todos los habitantes de Efeso, tanto Judíos como Griegos. El temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era exaltado.

"Y respondí: ` ¿Quién eres, Señor?' Y El me dijo: `Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.'

"Y yo dije: ` ¿Qué debo hacer, Señor?' Y el Señor me dijo: `Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.'

y vi {al Señor} que me decía: `Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.'

``Entonces yo dije: `Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba y azotaba a los que creían en Ti.

A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ``Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma."

"Sin embargo, no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante ustedes, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso