6015 casos

'Su' en la Biblia

Si le arrancaren de su lugar, éste le negará entonces, diciendo: Nunca te vi.

Ciertamente este será el gozo de su camino; y de la tierra de donde se traspusiere , retoñecerán otros.

Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a la soberbia.

Si habláramos de su potencia, fuerte por cierto es; si de su juicio, ¿quién me emplazará?

No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros ambos.

De cierto su alteza os había de espantar, y su pavor había de caer sobre vosotros.

Y él mismo me será salud, porque no entrará en su presencia el impío.

Si tú lo dejares, él dejará de ser ; entre tanto deseará, como el jornalero, su día.

Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo,

Así el hombre yace, y no se tornará a levantar; hasta que no haya cielo no despertarán, ni recordarán de su sueño.

Y ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son traspasadas de su lugar;

Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo enviarás.

Mas mientras su carne estuviere sobre él se dolerá, y su alma se entristecerá en él.

¿Por ventura el sabio responderá sabiduría ventosa, y llenará su vientre de viento solano?

Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se esforzó contra el Todopoderoso,

porque cubrió su rostro con su gordura, e hizo pliegues sobre los ijares;

No enriquecerá, ni será firme su potencia, ni extenderá por la tierra su hermosura.

El será cortado antes de su tiempo, y sus renuevos no reverdecerán.

El perderá su agraz como la vid, y derramará su flor como la oliva.

Su furor me arrebató, y me ha sido contrario; crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.

Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.

¡Deseo que pudiese disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!

Porque a éstos has tú escondido su corazón de entendimiento; por tanto, no los ensalzarás.

El que denuncia lisonjas a su prójimo, los ojos de sus hijos desfallezcan.

Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas?

Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego.

La luz se oscurecerá en su tienda, y su candil se apagará sobre él.

Los pasos de su potencia serán acortados, y su mismo consejo lo echará a perder .

Lazo prenderá su calcañar; esforzará contra él los sedientos.

Su cuerda está escondida en la tierra, y su torzuelo sobre la senda.

Su fuerza será hambrienta, y a su costilla estará aparejado quebrantamiento.

Comerán los ramos de su cuero, y el primogénito de la muerte tragará sus miembros.

Su confianza será arrancada de su tienda, y al rey de los espantos será conducido.

En su tienda morará como si no fuese suya; piedra de azufre será esparcida sobre su morada.

Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles.

No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, ni quien le suceda en sus moradas.

Sobre su día se espantarán los por venir, como ocupó el pavor a los que fueron antes.

sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red.

E hizo inflamar contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos.

Vinieron sus ejércitos a una, y trillaron sobre mí su camino, y asentaron campamento en derredor de mi tienda.

Si subiere su altura hasta el cielo, y su cabeza tocare en las nubes,

con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?

El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.

Sus huesos están llenos de los pecados de su juventud, y con él serán sepultados en el polvo.

Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;

si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía entre su paladar;

su comida se mudará en sus entrañas, hiel de áspides será dentro de él.

Comió haciendas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios.

por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni escapará con su codicia.

No quedó nada que no comiese; por tanto su bien no será durable.

Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia; las manos todas de los malvados vendrán sobre él.

Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.

Desenvainará y sacará saeta de su aljaba, y relumbrante pasará por su hiel; sobre él vendrán terrores.

Todas tinieblas están guardadas para sus secretos; fuego no soplado lo devorará; su sucesor será quebrantado en su tienda.

Los cielos descubrirán su iniquidad, y la tierra se levantará contra él.

Los renuevos de su casa serán trasportados; serán derramados en el día de su furor.

Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.

Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos.

He aquí que su bien no está en manos de ellos; el consejo de los impíos lejos esté de mí.

¡Oh cuántas veces el candil de los impíos es apagado, y viene sobre ellos su contrición, y con su ira Dios les reparte dolores!

Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; y le dará su pago, para que conozca.

Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.

Porque ¿qué deleite tendrá el de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses?

Este morirá en la fortaleza de su hermosura, todo quieto y pacífico.

¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?

¿Por ventura tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, o le viene algún provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?

Las nubes son su escondedero, y no ve; y por el cerco del cielo se pasea.

¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios ! Yo iría hasta su silla.

Mis pies tomaron su rastro; guardé su camino, y no me aparté.

Por lo cual yo me espantaré delante de su rostro; consideraré, y lo temeré.

He aquí, como asnos monteses en el desierto, salen a su obra madrugando para robar; el desierto es su mantenimiento y de sus hijos.

En el campo siegan su pasto, y los impíos vendimian la viña ajena .

El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie; y esconde su rostro.

Son livianos sobre las aguas; su porción es maldita en la tierra; nunca vienen por el camino de las viñas.

Mas a los violentos adelantó con su poder; se levantó, y no fió a nadie en la vida.

¿Por ventura sus ejércitos tienen número? ¿Y sobre quién no está su luz?

El aprieta la faz de su trono, y extiende sobre él su nube.

Y volvió Job a tomar su propósito, y dijo:

¿Por ventura oirá Dios su clamor cuando la tribulación viniere sobre él?

Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará. Hará él por huir de su mano.

Batirán sus manos sobre él, y desde su lugar le silbarán.

Ciertamente la plata tiene su oculto nacimiento , y el oro lugar de donde lo sacan.

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