'Se' en la Biblia
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores;
Por tanto no se levantarán los malos en el juicio; ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos; y el camino de los malos se perderá.
¿Por qué se amotinan los gentiles, y los pueblos piensan vanidad?
El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.
No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.
Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.
Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.
Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.
De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los humildes.
Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie.
Los malos volverán al Seol; todos los gentiles que se olvidan de Dios.
Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgados los gentiles delante de ti.
Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.
Se encoge, se agacha, y caen en sus fuerzas muchos desdichados.
Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.
Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.
Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga bien.
Todos declinaron, juntamente, se han corrompido; no hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno.
¡Quién diera de Sion la salud de Israel tornando el SEÑOR la cautividad de su pueblo! Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí.
Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura.
Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.
Se parecen al león que desea hacer presa, y al leoncillo que está escondido.
Y la tierra fue conmovida y tembló; y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron porque él se enojó.
Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él.
Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.
Y me sacó a anchura. Me libró, porque se agradó de mí.
Clamaron, y no hubo quién se salvara; aun al SEÑOR, mas no los oyó.
Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;
Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.
Y él, como un novio que sale de su tálamo; se alegra, como un gigante, para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta la extremidad de ellos; y no hay quien se esconda de su calor.
Detén asimismo a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré perfecto, y estaré limpio de gran rebelión.
Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.
SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.
Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron.
Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él, puesto que en él se complacía.
Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.
Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los términos de la tierra; y se humillarán delante de ti todas las familias de los gentiles.
Porque del SEÑOR es el reino; y él se enseñoreará de los gentiles.
Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propia alma.
Bet Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Guímel Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Tsade Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
Resh Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio injusto me han aborrecido.
Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia.
El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por tanto se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.
El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.
Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé tú mi ayudador.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. (Selah.)
Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.
Bet En el SEÑOR se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.
He ¡A él miraron y fueron alumbrados! Y sus rostros no se avergonzaron.
Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;
Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se revolvía en mi seno.
Pero ellos se alegraron en mi cojera, y se juntaron; se juntaron contra mí los verdugos, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;
No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Júzgame conforme a tu justicia, SEÑOR Dios mío; y no se alegren de mí.
Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de Adán se abrigan en la sombra de tus alas.
Se embriagarán de la grosura de tu Casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.
Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán en la abundancia de la paz.
El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.
Caf Porque los impíos perecerán, y los enemigos del SEÑOR como los más gordos de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo.
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.
Se pudrieron y se corrompieron mis llagas, a causa de mi locura.
Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.
Porque dije: Que no se alegren de mí; ni cuando mi pie resbalare, se engrandezcan sobre mí.
Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;
Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.
Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y hablé con mi lengua:
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; amontona, y no sabe quién lo cogerá.
Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Porque me han cercado males hasta no haber cuanto; me han asido mis iniquidades, y no puedo ver; se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Cosa de Belial de él se ha apoderado; y el que cayó en cama, no volverá a levantarse.
En esto habré conocido que te he agradado, que mi enemigo no se holgará de mí.
por la voz del que me blasfema y deshonra, por la voz del enemigo y del que se venga.
No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.
Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
Y con tu hermosura sé prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles.
Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón del mar.
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