'Tus' en la Biblia
Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste:
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies;
«Al Músico principal: sobre Mutlaben: Salmo de David» Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce en tu salvación.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.
Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.
Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas,
Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto. (Selah)
Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; conceda Jehová todas tus peticiones.
Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Pues tú los pondrás en fuga, cuando aprestares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros.
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.
Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son eternas.
Para proclamar con voz de acción de gracias, y contar todas tus maravillas.
Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; mas tú oíste la voz de mis súplicas, cuando a ti clamé.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Tu justicia es como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Serán plenamente saciados de la grosura de tu casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.
Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar; si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.
Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.
Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado.
Hijas de reyes hay entre tus mujeres ilustres: La reina está a tu diestra, con oro de Ofir.
En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.
Se alegrará el monte de Sión; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios.
No te reprenderé sobre tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre.
No tomaré de tu casa becerros, ni machos cabríos de tus apriscos.
Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo.
Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero yo te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
Entonces enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti.
Te alabaré para siempre por lo que has hecho; y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; te tributaré alabanzas.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.
Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo el abrigo de tus alas. (Selah)
Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Bienaventurado el que tú escogieres, e hicieres acercarse a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.
Por tanto, los moradores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces que se alegren las salidas de la mañana y de la tarde.
Tú coronas el año con tu bondad; y tus nubes destilan grosura.
Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.
Porque sumergirás tu pie en la sangre de tus enemigos, y en ella también la lengua de tus perros.
Vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios: El Dios de Israel, Él da fortaleza y vigor a su pueblo. Bendito Dios.
Escúchame, oh Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades.
Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
«Para Salomón» Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.
Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio.
Si yo hubiera dicho: Así hablaré; he aquí, habría traicionado la generación de tus hijos:
Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.
Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a toda la maldad que el enemigo ha hecho en el santuario.
Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus banderas por señales.
Han puesto a fuego tus santuarios, han profanado el tabernáculo de tu nombre echándolo a tierra.
No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.
No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Salmo de Asaf: Cántico» Te damos gracias, oh Dios, gracias te damos; porque cercano está tu nombre: Tus maravillas declaramos.
Me acordaré de las obras de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
Y meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos.
Las nubes echaron inundaciones de aguas; tronaron los cielos, y discurrieron tus rayos.
Anduvo en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra.
En el mar fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas.
Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de tus santos a las bestias de la tierra.
No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas: Anticípennos presto tus misericordias, porque estamos muy abatidos.
Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.
Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre: De generación en generación cantaremos tus alabanzas.
Porque he aquí que rugen tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo para los hijos de Coré» ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están tus caminos.
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay obras que igualen tus obras.
Sobre mí descarga tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. (Selah)
¿Serán conocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido?
Yo estoy afligido y a punto de morir; desde mi juventud he sufrido tus terrores, estoy perplejo.
Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.
Los cielos celebrarán tus maravillas, oh Jehová; tu fidelidad también en la congregación de los santos.
Tú quebrantaste a Rahab como a un muerto; con tu brazo fuerte esparciste a tus enemigos.
Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, que juraste a David por tu verdad?
Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno.
Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, han deshonrado los pasos de tu ungido.
Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.
Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.
Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.
Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos;
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Alas
- Corazón nuevo
- Dios dando a entender
- La Biblia, en la vida cristiana
- La mano derecha de Dios
- Las alas de Dios
- Las enseñanzas bíblicas
- Los caminos del hombre
- Mano de Dios
- Meditación