'Me' en la Biblia
- 1.Gé 3:10-Gé 41:13
- 2.Gé 41:17-Números 22:34
- 3.Números 23:3-Jueces 16:7
- 4.Jueces 16:10-2 Samuel 1:7
- 5.2 Samuel 1:8-1 Reyes 13:9
- 6.1 Reyes 13:17-Nehemías 2:8
- 7.Nehemías 2:12-Job 29:16
- 8.Job 29:21-Salmos 27:5
- 9.Salmos 27:6-Salmos 77:3
- 10.Salmos 77:6-Salmos 120:1
- 11.Salmos 122:1-Isaías 21:3
- 12.Isaías 21:4-Jeremías 10:24
- 13.Jeremías 11:6-Lamentaciones 3:7
- 14.Lamentaciones 3:11-Ezequiel 46:19
- 15.Ezequiel 46:20-Zacarías 2:9
- 16.Zacarías 2:11-Lucas 7:45
- 17.Lucas 8:28-Juan 13:6
- 18.Juan 13:8-Hechos 24:12
- 19.Hechos 24:13-Efesios 3:3
- 20.Efesios 3:8-Apocalipsis 22:10
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean; y yo ofreceré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y entonaré salmos a Jehová.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo: Mi ayuda has sido; no me dejes, no me desampares, Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
«Salmo cantado en la dedicación de la casa de David» Te glorificaré, oh Jehová; porque me has levantado, y no hiciste a mis enemigos alegrarse de mí.
Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.
Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Porque tú eres mi Roca y mi castillo; y por amor a tu nombre me guiarás, y me encaminarás.
Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.
En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias:
Y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en lugar espacioso.
De todos mis enemigos he sido oprobio, más de mis vecinos, y horror a mis conocidos; los que me veían fuera, huían de mí.
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia: Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah)
Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores.
Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;
me devolvieron mal por bien, para abatir a mi alma.
Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía en mi seno.
Anduve como si fuesen mis amigos, mis hermanos; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba.
Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntó contra mí gente despreciable, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;
No se alegren de mí los que injustamente son mis enemigos; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
«Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor» La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
No venga contra mí pie de soberbia; y mano de impíos no me mueva.
«Salmo de David, para recordar» Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.
Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos se ha ido de mí.
Por tanto confesaré mi maldad; Me contristaré por mi pecado.
Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa:
Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
No me desampares, oh Jehová: Dios mío, no te alejes de mí.
Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor.
Líbrame de todas mis transgresiones; no me pongas por escarnio del insensato.
Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón.
Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: ¡Ajá, ajá!
Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; contra mí piensan mal, diciendo de mí:
En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: Porque yo fui con la multitud, fui con ellos a la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.
Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.
Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.
Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,
por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo.
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis acechadores me rodee?
Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)
E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.
El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu Santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.
Porque me ha librado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen.
Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto.
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
Me apresuraría a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:
En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará.
«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
Me devorarían cada día mis enemigos; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
En Dios he confiado: No temeré lo que me pueda hacer el hombre.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.
Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana.
Dios ha hablado en su santuario: Yo me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Moab, es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato: Haz júbilo a causa de mí, oh Filistea.
¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?
cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.
Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi súplica.
Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta.
Me puse además cilicio por vestidura; y vine a serles por proverbio.
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.
Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.
Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.
No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de mi mano derecha.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
«Al Músico principal: para Jedutún: Salmo de Asaf» Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y Él me escuchó.
Me acordaba de Dios, y me turbaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah)
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- 1.Gé 3:10-Gé 41:13
- 2.Gé 41:17-Números 22:34
- 3.Números 23:3-Jueces 16:7
- 4.Jueces 16:10-2 Samuel 1:7
- 5.2 Samuel 1:8-1 Reyes 13:9
- 6.1 Reyes 13:17-Nehemías 2:8
- 7.Nehemías 2:12-Job 29:16
- 8.Job 29:21-Salmos 27:5
- 9.Salmos 27:6-Salmos 77:3
- 10.Salmos 77:6-Salmos 120:1
- 11.Salmos 122:1-Isaías 21:3
- 12.Isaías 21:4-Jeremías 10:24
- 13.Jeremías 11:6-Lamentaciones 3:7
- 14.Lamentaciones 3:11-Ezequiel 46:19
- 15.Ezequiel 46:20-Zacarías 2:9
- 16.Zacarías 2:11-Lucas 7:45
- 17.Lucas 8:28-Juan 13:6
- 18.Juan 13:8-Hechos 24:12
- 19.Hechos 24:13-Efesios 3:3
- 20.Efesios 3:8-Apocalipsis 22:10