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'La' en la Biblia

Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos encima.

Y la gloria del SEÑOR se fue de en medio de la ciudad, y paró sobre el monte que está al oriente de la ciudad.

Luego me levantó el Espíritu, y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Y sacarás tus aparejos, como aparejos de partida, de día delante de sus ojos; mas tú saldrás por la tarde a vista de ellos, como quien sale para partirse.

Delante de sus ojos los llevarás sobre tus hombros, de noche los sacarás; cubrirás tu rostro, y no mirarás la tierra, porque por señal te he dado a la Casa de Israel.

Y yo hice así como me fue mandado; saqué mis aparejos de día, como aparejos de partida, y a la tarde horadé la pared a mano; salí de noche, y los llevé sobre los hombros a vista de ellos.

Y vino Palabra del SEÑOR a mí por la mañana, diciendo:

Hijo de hombre, ¿nunca te preguntaron los de la Casa de Israel, aquella casa rebelde. ¿Qué haces?

Diles pues: Así dijo el Señor DIOS: Al príncipe en Jerusalén es esta carga, y a toda la Casa de Israel que está en medio de ellos.

Di: ``Yo soy vuestra señal; como he hecho, así se hará con ellos; irán al destierro, a la cautividad."

Y al príncipe que está en medio de ellos llevarán a cuestas de noche, y saldrán; horadarán la pared para sacarle por ella; cubrirá su rostro para no ver con sus ojos la tierra.

Mas yo extenderé mi red sobre él, y será preso en mi malla, y le haré llevar a Babilonia, a tierra de caldeos; mas no la verá, y allá morirá.

Y a todos los que los rodean, sus servidores y todas sus tropas, esparciré a todos los vientos y sacaré la espada tras ellos.

Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando los esparciere entre los gentiles, y los dispersare por la tierra.

Y haré que de ellos queden pocos en número, de la espada, y del hambre, y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre los gentiles adonde llegaren; y sabrán que yo soy el SEÑOR.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

y dirás al pueblo de la tierra: Así dijo el Señor DIOS sobre los moradores de Jerusalén, y sobre la tierra de Israel: Su pan comerán con temor, y con espanto beberán sus aguas; porque su tierra será asolada de su plenitud, por la violencia de todos los que en ella moran.

Y las ciudades habitadas serán asoladas, y la tierra será desierta; y sabréis que yo soy el SEÑOR.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros en la tierra de Israel, diciendo: Se prolongarán los días, y perecerá toda visión?

Diles por tanto: Así ha dicho el Señor Jehová: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este dicho en Israel. Diles pues: Se han acercado aquellos días, y la palabra de toda visión.

Porque yo, el SEÑOR, hablaré; y se cumplirá la palabra que yo hablaré; no se dilatará más; antes en vuestros días, oh casa rebelde, hablaré palabra, y la cumpliré, dijo el Señor DIOS.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, he aquí que los de la Casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste.

Diles por tanto: Así dijo el Señor DIOS: No se dilatarán más todas mis palabras; se cumplirá la palabra que yo hablaré, dijo el Señor DIOS.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan por su propia inspiración: ``Escuchad la palabra del SEÑOR.

Nunca subistes a los portillos, ni echasteis vallado para que la Casa de Israel, estuviera firme en la batalla en el día del SEÑOR.

Vieron vanidad y adivinación de mentira. Dicen: Dijo el SEÑOR; y el SEÑOR nunca los envió; y hacen esperar que se confirme la palabra.

Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad, y adivinan mentira, no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán escritos en el libro de la Casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy el Señor DIOS.

Por tanto, y por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la pañetaban con lodo suelto;

di a los pañetadores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia inundante, y daré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá.

Y he aquí, cuando la pared haya caído, no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que pañetasteis?

Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Y haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia inundante vendrá con mi furor, y piedras de granizo con mi enojo para consumir.

Así derribaré la pared que vosotros pañetasteis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy el SEÑOR.

Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la pañetaron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni aquellos que la pañetaron,

Y di: Así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de aquellas que cosen almohadillas a todos codos de manos, y hacen veletes sobre la cabeza de toda edad para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?

¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando las almas que no deben morir, y dando vida a las almas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?

por tanto, no veréis más visiones falsas ni practicaréis más la adivinación, y libraré a mi pueblo de vuestra mano; y sabréis que yo soy el SEÑOR.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Háblales por tanto, y diles: Así dijo el Señor DIOS: Cualquier varón de la Casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropezadero de su iniquidad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo, el SEÑOR, responderé al que así viniere en la multitud de sus ídolos;

Por tanto, di a la Casa de Israel: Así dijo el Señor DIOS: Convertíos, y haced que se conviertan de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.

Porque cualquier hombre de la Casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropezadero de su iniquidad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo, el SEÑOR, le responderé por mí mismo;

para que no yerren más los de la Casa de Israel de en pos de mí; ni más se contaminen en todas sus rebeliones; y me sean por pueblo, y yo les sea por Dios, dijo el Señor DIOS.

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el arrimo del pan, y enviare en ella hambre, y talare de ella hombres y bestias;

Y si hiciere pasar mala bestia por la tierra, y la asolare, y fuere desolada que no haya quien pase a causa de la bestia,

y estos tres varones estuvieren en medio de ella, vivo yo, dijo el Señor DIOS, ni a sus hijos ni a sus hijas librarán; ellos solos serán libres, y la tierra será asolada.

O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere talar de ella hombres y bestias,

Sin embargo, he aquí, en ella quedarán sobrevivientes, hijos e hijas que serán sacados. He aquí, saldrán hacia vosotros y veréis su conducta y sus obras; entonces seréis consolados de la calamidad que he traído contra Jerusalén, de todo lo que he traído sobre ella.

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿El sarmiento qué es entre los maderos del bosque?

He aquí, que es puesto en el fuego para ser consumido; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte del medio se quemó; ¿aprovechará para obra alguna?

Si cuando estaba intacta, no se utilizaba para nada, ¡cuánto menos, cuando la haya consumido el fuego y esté quemada, se podrá hacer aún algo de ella!

Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Como el palo de la vid entre los maderos del bosque, el cual yo entregué al fuego para que lo consuma, así he entregado a los moradores de Jerusalén.

Y tornaré la tierra en asolamiento, por cuanto se rebelaron completamente, dijo el Señor DIOS.

Y di: Así dijo el Señor DIOS sobre Jerusalén: Tu habitación y tu raza fue de la tierra de Canaán; tu padre amorreo, y tu madre hetea.

No hubo ojo que se compadeciere de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.

En diez millares, como la hierba del campo, te puse, y fuiste aumentada y engrandecida, y viniste a ser adornada grandemente; los pechos te crecieron, y tu pelo reverdeció; mas tú estabas desnuda y descubierta.

`Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza.

Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite, y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor suave; y fue así, dijo el Señor DIOS.

Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu libertad, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino tan deshonesto.

Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos; ni tampoco con esto te saciaste.

Cuando edificaste tu santuario en toda cabecera de camino y te hiciste tu lugar alto en cada plaza, al desdeñar la paga, no eras como la ramera.

En tus prostituciones eras distinta de las {otras} mujeres: nadie te solicitaba para fornicar; tú dabas la paga, pero a ti ninguna paga se te daba. Eras distinta.

Por tanto, ramera, oye la palabra del SEÑOR.

Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto han sido descubiertas tus vergüenzas, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados en tus fornicaciones; y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste;

Prenderán fuego a tus casas y ejecutarán juicios contra ti a la vista de muchas mujeres. Y haré que dejes de ser ramera y no darás más paga {a tus amantes.}

Y tu hermana mayor es Samaria con sus hijas, la cual habita a tu mano izquierda; y tu hermana la menor que tú es Sodoma con sus hijas, la cual habita a tu mano derecha.

Y Samaria no cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas tus abominaciones que hiciste.

Y cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de sus hijas, la suerte de Samaria y de sus hijas, y junto con ellas, tu propia suerte,

antes que tu maldad se descubriere, como en el tiempo de la vergüenza de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos alrededor, que te menosprecian en contorno.

Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dijo el Señor DIOS.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Hijo de hombre, propón un enigma, y compón una parábola a la Casa de Israel.

Y dirás: ``Así dice el Señor DIOS: `Una gran águila de grandes alas, largos piñones y espeso plumaje de muchos colores, vino al Líbano y se llevó la cima del cedro;

Arrancó el principal de sus renuevos, y lo llevó a la tierra de mercaderes, y lo puso en la ciudad de los negociantes.

Tomó también de la simiente de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plantó junto a grandes aguas, la puso como un sauce.

Y reverdeció, y se hizo una vid de mucha rama, baja de estatura, que sus ramas la miraban, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos, y echó mugrones.

`Pero había otra gran águila de grandes alas y abundante plumaje, y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia ella, y hacia ella extendió sus sarmientos desde los surcos donde estaba plantada para que la regara.

Y he aquí que plantada está ella, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la tocare? En los surcos de su verdor se secará.

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó tu rey y sus príncipes, y los llevó consigo a Babilonia.

Tomó también de la simiente del reino, e hizo con él alianza, y le trajo a juramento; y tomó los fuertes de la tierra,

Pero se rebeló contra él enviando sus embajadores a Egipto, para que le diera caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará, el que estas cosas hizo? ¿Y el que rompió la alianza, podrá huir?

``Vivo yo" --declara el Señor DIOS-- ``que ciertamente en la tierra del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí, en medio de Babilonia, morirá.

Y no con gran ejército, ni con mucha compañía hará Faraón nada con él en la batalla, cuando funden baluarte y edifiquen bastiones para cortar muchas vidas.

Y tenderé sobre él mi red y será atrapado en mi trampa. Entonces lo llevaré a Babilonia y allí entraré en juicio con él {por} la infidelidad que ha cometido contra mí.

Así dice el Señor DIOS: Yo también tomaré {un renuevo} de lo más alto de la copa del cedro y {lo} plantaré; arrancaré de la punta de sus renuevos uno tierno y {lo} plantaré en un monte alto y eminente.

en el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y llevará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves, toda cosa que vuela habitará a la sombra de sus ramas.

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