'Mas' en la Biblia
Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y este varón era el más grande de todos los orientales.
Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu rostro.
Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.
Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados;
Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
El asunto también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.
¿Será el mortal más justo que Dios? ¿Será el hombre más puro que su Hacedor?
¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados por la polilla!
Mas Él libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta;
Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por tanto, mis palabras han sido precipitadas.
Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.
El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente.
Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.
Los ojos de los que me ven, no me verán más; fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.
No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más.
Y así mi alma tuvo por mejor el estrangulamiento y la muerte, más que la vida.
Se apoyará él sobre su casa, mas no permanecerá; se asirá de ella, mas no resistirá.
Mis días son más ligeros que un correo; Huyen, y no ven el bien.
Entonces yo hablaría, y no le temería; mas no es así conmigo.
Mas ¡oh quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contra ti,
Es más alta que los cielos: ¿qué harás? Es más profunda que el infierno: ¿cómo la conocerás?
Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar.
y tu existencia será más clara que el mediodía; Resplandecerás, y serás como la mañana;
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios.
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo despedirás.
Mas su carne sobre él se dolerá, y se entristecerá en él su alma.
Entre nosotros también hay cabezas canas y hombres viejos, mucho más ancianos que tu padre.
Mas yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.
Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, y mi testimonio en las alturas.
Mas los años contados vendrán, y yo iré por el camino de donde no volveré.
Mas volved todos vosotros, y venid ahora, pues no hallo sabio entre vosotros.
Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí invocáis mi oprobio,
Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
El ojo que le vio, nunca más le verá; ni su lugar le contemplará ya más.
Devoró riquezas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios.
Ciertamente nuestra sustancia no ha sido cortada, mas el fuego ha consumido lo que quedó de ellos.
Y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir;
Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido.
Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
De la ciudad gimen los hombres, y claman las almas de los heridos de muerte; mas Dios no puso estorbo.
Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos.
Son exaltados por un poco de tiempo, mas desaparecen y son abatidos como todos los demás; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas.
He aquí, estas cosas son sólo parte de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de Él! Pero el estruendo de su poder, ¿quién lo puede comprender?
El rico se acostará, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y ya no será.
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo; a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567
Y Eliú había esperado a que Job terminase de hablar, porque ellos eran más viejos que él.
Se espantaron, no respondieron más; se les fueron los razonamientos.
Yo, pues, he esperado, porque no hablaban, antes pararon, y no respondieron más.
Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; mas el hombre no entiende.
Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud.
¿Cuánto menos a Aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni respeta al rico más que al pobre? Porque todos son obras de sus manos.
No carga, pues, Él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.
De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más.
Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.
Mira a los cielos, y ve, y considera que las nubes son más altas que tú.
que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo?
He aquí que Dios es poderoso, mas no desestima a nadie; es poderoso en fuerza y sabiduría.
Mas los hipócritas de corazón acumulan ira, y no clamarán cuando Él los atare.
Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia.
Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; pues ésta escogiste más bien que la aflicción.
¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado.
Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, y el brazo enaltecido es quebrantado.
Una vez hablé, mas no responderé: Aun dos veces, pero no añadiré más.
Las partes más flojas de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.