'Si' en la Biblia
- 1.Gé 4:7-Éx 13:13
- 2.Éx 15:26-Levítico 13:23
- 3.Levítico 13:25-Números 11:32
- 4.Números 12:6-Josué 2:20
- 5.Josué 6:5-1 Samuel 20:14
- 6.1 Samuel 20:15-2 Reyes 7:2
- 7.2 Reyes 7:4-Job 9:19
- 8.Job 9:20-Salmos 53:2
- 9.Salmos 53:4-Isaías 10:15
- 10.Isaías 10:22-Ezequiel 10:10
- 11.Ezequiel 12:3-Mateo 6:14
- 12.Mateo 6:15-Marcos 7:16
- 13.Marcos 7:28-Lucas 18:9
- 14.Lucas 18:40-Juan 14:28
- 15.Juan 15:4-Romanos 8:9
- 16.Romanos 8:10-1 Corintios 14:11
- 17.1 Corintios 14:14-Efesios 5:33
- 18.Filipenses 1:22-Santiago 5:19
- 19.1 Pedro 1:6-Apocalipsis 22:19
Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
Porque si bendijeres con el espíritu, el que ocupa lugar de un mero particular, ¿cómo dirá amén á tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
De manera que, si toda la iglesia se juntare en uno, y todos hablan lenguas, y entran indoctos ó infieles, ¿no dirán que estáis locos?
Mas si todos profetizan, y entra algún infiel ó indocto, de todos es convencido, de todos es juzgado;
Si hablare alguno en lengua extraña, sea esto por dos, ó á lo más tres, y por turno; mas uno interprete.
Y si no hubiere intérprete, calle en la iglesia, y hable á sí mismo y á Dios.
Y si á otro que estuviere sentado, fuere revelado, calle el primero.
Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa á sus maridos; porque deshonesta cosa es hablar una mujer en la congregación.
Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.
Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Y si Cristo es predicado que resucitó de los muertos ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó:
Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
Y aun somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él haya levantado á Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados.
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.
De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?
Sí, por la gloria que en orden á vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día muero.
Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos.
Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes.
Y si fuere digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo.
Porque no os quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permitiere.
Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque la obra del Señor hace también como yo.
Mas si somos atribulados, es por vuestra consolación y salud; la cual es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos: ó si somos consolados, es por vuestra consolación y salud;
Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No?
Antes, Dios fiel sabe que nuestra palabra para con vosotros no es Sí y No.
Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él.
Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á gloria de Dios.
Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel á quien yo contristare?
Que si alguno me contristó, no me contristó á mí, sino en parte, por no cargaros, á todos vosotros.
Porque también por este fin os escribí, para tener experiencia de vosotros si sois obedientes en todo.
Y al que vosotros perdonareis, yo también: porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en persona de Cristo;
Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fué con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moisés á causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
Porque si el ministerio de condenación fué con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia.
Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más será en gloria lo que permanece.
Que si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto:
PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.
Porque si loqueamos, es para Dios; y si estamos en seso, es para vosotros.
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: Que si uno murió por todos, luego todos son muertos;
Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para aquel que murió y resucitó por ellos.
De manera que nosotros de aquí adelante á nadie conocemos según la carne: y aun si á Cristo conocimos según la carne, empero ahora ya no le conocemos.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación.
Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Pues si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; antes, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fué hallada verdadera.
Y no como lo esperábamos, mas aun á sí mismos se dieron primeramente al Señor, y á nosotros por la voluntad de Dios.
Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene.
No sea que, si vinieren conmigo Macedonios, y os hallaren desapercibidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de este firme gloriarnos.
Ruego pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que estoy en ánimo de ser resuelto para con algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne.
Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está confiado en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.
Porque no osamos entremeternos ó compararnos con algunos que se alaban á sí mismos: mas ellos, midiéndose á sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos no son juiciosos.
Porque no nos extendemos sobre nuestra medida, como si no llegásemos hasta vosotros: porque también hasta vosotros hemos llegado en el evangelio de Cristo:
Porque no el que se alaba á sí mismo, el tal es aprobado; mas aquel á quien Dios alaba.
Porque si el que viene, predicare otro Jesús que el que hemos predicado, ó recibiereis otro espíritu del que habéis recibido, ú otro evangelio del que habéis aceptado, lo sufrierais bien.
Así que, no es mucho si también sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme á sus obras.
Porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara.
Dígolo cuanto á la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos. Empero en lo que otro tuviere osadía(ablo con locura), también yo tengo osadía.
Si es menester gloriarse, me gloriaré yo de lo que es de mi flaqueza.
Conozco á un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado hasta el tercer cielo.
Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, ó fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe,)
Por lo cual si quisiere gloriarme, no seré insensato: porque diré verdad: empero lo dejo, porque nadie piense de mí más de lo que en mí ve, ú oye de mí.
He dicho antes, y ahora digo otra vez como presente, y ahora ausente lo escribo á los que antes pecaron, y á todos los demás, que si voy otra vez, no perdonaré;
Examinaos á vosotros mismos si estáis en fe; probaos á vosotros mismos. ¿No os conocéis á vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? si ya no sois reprobados.
El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro;
Mas aun si nosotros ó un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Porque, ¿persuado yo ahora á hombres ó á Dios? ¿ó busco de agradar á hombres? Cierto, que si todavía agradara á los hombres, no sería siervo de Cristo.
Mas cuando vi que no andaban derechamente conforme á la verdad del evangelio, dije á Pedro delante de todos: Si tú, siendo Judío, vives como los Gentiles y no como Judío, ¿por qué constriñes á los Gentiles á judaizar?
Y si buscando nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.
Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo á edificar, transgresor me hago.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.
No desecho la gracia de Dios: porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si empero en vano.
Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa: empero Dios por la promesa hizo la donación á Abraham.
¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la simiente de Abraham sois, y conforme á la promesa los herederos.
Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.
¿Dónde está pues vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio que si se pudiera hacer, os hubierais sacado vuestros ojos para dármelos.
He aquí yo Pablo os digo, que si os circuncidareis, Cristo no os aprovechará nada.
Y yo, hermanos, si aun predico la circuncisión, ¿por qué padezco pesecución todavía? pues que quitado es el escándalo de la cruz.
Y si os mordéis y os coméis los unos á los otros, mirad que también no os consumáis los unos á los otros.
Mas si sois guiados del Espíritu, no estáis bajo la ley.
Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.
HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.
Porque el que estima de sí que es algo, no siendo nada, á sí mismo se engaña.
Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.
Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,
Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo,
Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
Si es que habéis oído la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros,
Del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre sí por todas las junturas de su alimento, que recibe según la operación, cada miembro conforme á su medida toma aumento de cuerpo edificándose en amor.
Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús,
Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.
Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,
Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama.
Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 4:7-Éx 13:13
- 2.Éx 15:26-Levítico 13:23
- 3.Levítico 13:25-Números 11:32
- 4.Números 12:6-Josué 2:20
- 5.Josué 6:5-1 Samuel 20:14
- 6.1 Samuel 20:15-2 Reyes 7:2
- 7.2 Reyes 7:4-Job 9:19
- 8.Job 9:20-Salmos 53:2
- 9.Salmos 53:4-Isaías 10:15
- 10.Isaías 10:22-Ezequiel 10:10
- 11.Ezequiel 12:3-Mateo 6:14
- 12.Mateo 6:15-Marcos 7:16
- 13.Marcos 7:28-Lucas 18:9
- 14.Lucas 18:40-Juan 14:28
- 15.Juan 15:4-Romanos 8:9
- 16.Romanos 8:10-1 Corintios 14:11
- 17.1 Corintios 14:14-Efesios 5:33
- 18.Filipenses 1:22-Santiago 5:19
- 19.1 Pedro 1:6-Apocalipsis 22:19
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (1887)
- LBDA (1942)
- NBLH (1943)
- RV (1894)
- SEV (1891)
- RV1909 (1864)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (83)
- Éxodo (72)
- Levítico (129)
- Números (66)
- Deuteronomio (47)
- Josué (18)
- Jueces (41)
- Rut (4)
- 1 Samuel (54)
- 2 Samuel (34)
- 1 Reyes (35)
- 2 Reyes (26)
- 1 Crónicas (11)
- 2 Crónicas (28)
- Esdras (6)
- Nehemías (12)
- Ester (16)
- Job (95)
- Salmos (60)
- Proverbios (33)
- Eclesiastés (13)
- Cantares (7)
- Isaías (38)
- Jeremías (60)
- Lamentaciones (6)
- Ezequiel (38)
- Daniel (8)
- Oseas (8)
- Joel (2)
- Amós (10)
- Abdías (3)
- Jonás (2)
- Miqueas (2)
- Nahúm (1)
- Habacuc (3)
- Hageo (2)
- Zacarías (12)
- Malaquías (3)
- Mateo (89)
- Marcos (63)
- Lucas (83)
- Juan (103)
- Hechos (53)
- Romanos (60)
- 1 Corintios (85)
- 2 Corintios (41)
- Gálatas (24)
- Efesios (11)
- Filipenses (11)
- Colosenses (7)
- 1 Tesalonicenses (2)
- 2 Tesalonicenses (2)
- 1 Timoteo (16)
- 2 Timoteo (7)
- Tito (1)
- Filemón (3)
- Hebreos (33)
- Santiago (18)
- 1 Pedro (15)
- 2 Pedro (7)
- 1 Juan (26)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (2)
- Judas (1)
- Apocalipsis (12)