'Son' en la Biblia
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son ocultos.
Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, Que son perpetuas.
Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Salmo de David: Masquil. BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.
Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; No quiso entender para bien hacer.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y aprueba su camino.
Y pagando mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
Los príncipes de los pueblos se juntaron Al pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.
Apúranme mis enemigos cada día; Porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Todos los días me contristan mis negocios; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres encendidos: Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua cuchillo agudo.
Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente: Son como áspide sordo que cierra su oído;
Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos á todos igualmente en la balanza, Serán menos que la vanidad.
Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.
Al que cabalga sobre los cielos de los cielos que son de antiguo: He aquí á su voz dará voz de fortaleza.
Dios, tú sabes mi locura; Y mis delitos no te son ocultos.
No están ellos en el trabajo humano; Ni son azotados con los otros hombres.
Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas.
También el Assur se ha juntado con ellos: Son por brazo á los hijos de Lot. (Selah.)
Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo para los hijos de Coré. CUAN amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Cosas ilustres son dichas de ti, Ciudad de Dios. (Selah.)
Libre entre los muertos, Como los matados que yacen en el sepulcro, Que no te acuerdas más de ellos, Y que son cortados de tu mano.
Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Porque mil años delante de tus ojos, Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche.
Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:
Los días de nuestra edad son setenta años; Que si en los más robustos son ochenta años, Con todo su fortaleza es molestia y trabajo; Porque es cortado presto, y volamos.
Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene á tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.
Jehová conoce los pensamientos de los hombres, Que son vanidad.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos: Mas Jehová hizo los cielos.
Nube y oscuridad alrededor de él: Justicia y juicio son el asiento de su trono.
Mis días son como la sombra que se va; Y heme secado como la hierba.
Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días: Por generación de generaciones son tus años.
Tú fundaste la tierra antiguamente, Y los cielos son obra de tus manos.
El hombre, como la hierba son sus días, Florece como la flor del campo.
Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios.
Y luego son menoscabados y abatidos A causa de tiranía, de males y congojas.
Grandes son las obras de Jehová; Buscadas de todos los que las quieren.
Las obras de sus manos son verdad y juicio: Fieles son todos sus mandamientos;
Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres.
Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía.
Los cielos son los cielos de Jehová: Y ha dado la tierra á los hijos de los hombres.
Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.
Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios.
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste.
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.
Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.
Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.
PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma.
Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.
Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad.
Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios.
Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado.
Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia.
Cántico gradual. LOS que confían en Jehová Son como el monte de Sión que no deslizará: estará para siempre.
Haz bien, oh Jehová, á los buenos, Y á los que son rectos en sus corazones.
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
Los ídolos de las gentes son plata y oro, Obra de manos de hombres.
Como ellos son los que los hacen; Todos los que en ellos confían.
Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
Así que cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! Cuán multiplicadas son sus cuentas!
Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves.
Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura.
Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
El hombre es semejante á la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa.
Alabadle á son de bocina: Alabadle con salterio y arpa.
Tales son las sendas de todo el que es dado á la codicia, La cual prenderá el alma de sus poseedores.
Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos.
Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.
Ella es árbol de vida á los que de ella asen: Y bienaventurados son los que la mantienen.
Porque son vida á los que las hallan, Y medicina á toda su carne.
Sus caminos son instables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
Caminos del sepulcro son su casa, Que descienden á las cámaras de la muerte.
En justicia son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.
Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables á los que han hallado sabiduría.
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.
Huélgome en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.
Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es suave.
Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; Y el desmayo de los pobres es su pobreza.
El hipócrita con la boca daña á su prójimo: Mas los justos son librados con la sabiduría.
Abominación son á Jehová los perversos de corazón: Mas los perfectos de camino le son agradables.
Hay quienes reparten, y les es añadido más: Y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen á pobreza.
Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.
Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará.
El justo atiende á la vida de su bestia: Mas las entrañas de los impíos son crueles.
Los labios mentirosos son abominación á Jehová: Mas los obradores de verdad su contentamiento.
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