'Él' en la Biblia
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah)
Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)
Sabed, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare.
Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado.
Asimismo ha preparado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Y Él juzgará al mundo con justicia; y juzgará a los pueblos con rectitud.
Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio.
En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios: Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos.
La tierra se estremeció y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó Él.
Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por Él encendidos.
Él me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.
Y fui íntegro para con Él, y me guardé de mi maldad.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.
Él adiestra mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado por mis brazos.
Clamaron, y no hubo quien los salvase; aun a Jehová, pero Él no les respondió.
Grande es su gloria en tu salvación; honra y majestad has puesto sobre él.
Confió en Jehová, líbrele Él; sálvele, puesto que en Él se complacía.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó.
Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
Vendrán, y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer, le dirán que Él hizo esto.
«Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.
Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.
Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de su salvación.
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de gloria. (Selah)
Bueno y recto es Jehová; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino.
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Mis ojos están siempre hacia Jehová; porque Él sacará mis pies de la red.
Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca.
Porque no atienden a los hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y Él fortalecerá vuestro corazón.
Por esto orará a ti todo santo en el tiempo de poder hallarte: Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Él ama justicia y juicio: De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Él junta como en un montón las aguas del mar: Él pone en depósitos los abismos.
Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y se estableció.
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová; el pueblo a quien Él escogió como heredad para sí.
Él formó el corazón de todos ellos; Él considera todas sus obras.
Nuestra alma espera en Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es Él.
Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.
«Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue» Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.
Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores.
Los que a Él miraron fueron alumbrados; y sus rostros no fueron avergonzados.
Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que en Él confía.
Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Jehová redime el alma de sus siervos; y no serán desolados cuantos en Él confían.
Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta, y que la red que él escondió lo prenda; que caiga en esa misma destrucción.
Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, que libras al afligido del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades.
Maquina el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.
El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.
Porque los bendecidos de Él heredarán la tierra; y los maldecidos por Él serán talados.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.
Espera en Jehová, y guarda su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra: Cuando sean talados los pecadores, lo verás.
Pero la salvación de los justos viene de Jehová; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Jehová los ayudará, y los librará; los librará de los impíos, y los salvará, por cuanto en Él confiaron.
«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Cosa pestilencial se ha apoderado de él; y el que cayó en cama, no volverá a levantarse.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
¿No demandaría Dios esto? Porque Él conoce los secretos del corazón.
y deseará el Rey tu hermosura: Adórale, porque Él es tu Señor.
Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio Él su voz, se derritió la tierra.
Él sujetará a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de nuestros pies.
Él nos elegirá nuestras heredades; la hermosura de Jacob, al cual amó. (Selah)
Los príncipes de los pueblos se han reunido, aun el pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; Él es muy enaltecido.
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre: Él nos guiará, aun hasta la muerte.
Pues él ve que mueren los sabios; igualmente perecen el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas.
Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)
porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.
Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de Él, y en derredor suyo habrá tempestad grande.
Si veías al ladrón, tú corrías con él; y con los adúlteros era tu parte.
«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo:
Él volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré; y Él oirá mi voz.
Él ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; aunque había muchos contra mí.
Dios oirá, y los quebrantará luego, Él, que desde la antigüedad permanece (Selah); Por cuanto no cambian, ni temen a Dios.
Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto.
Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.
Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. (Selah)
Antes que vuestras ollas sientan las espinas, así vivos, así airados, los arrebatará Él con tempestad.
En Dios haremos proezas; y Él hollará a nuestros enemigos.
«Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación.
Sólo Él es mi Roca, y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho.
Alma mía, espera solamente en Dios; porque en Él está mi esperanza.
Sólo Él es mi Roca y mi salvación. Él es mi refugio, no seré movido.
Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio. (Selah)
Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que por Él jura; porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.
para asaetear a escondidas al íntegro; de repente tiran contra él, y no temen.
Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en Él; y se gloriarán todos los rectos de corazón.
Volvió el mar en tierra seca; por el río pasaron a pie; allí en Él nos alegramos.
Él señorea con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes no serán exaltados. (Selah)
Él es quien preserva nuestra alma en vida, y no permite que nuestros pies resbalen.
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