'Los' en la Biblia

Juzgará en los gentiles, los llenará de cuerpos muertos; herirá la cabeza sobre mucha tierra.

Alef Alabaré al SEÑOR con todo el corazón, Bet en la compañía y en la congregación de los rectos.

Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.

Tet Dio mantenimiento a los que le temen; Yod para siempre se acordará de su pacto.

Caf La fortaleza de sus obras anunció a su pueblo, Lámed dándoles la heredad de los gentiles.

Resh El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra su voluntad; Tau su loor permanece para siempre.

Guímel Su simiente será valiente en la tierra; Dálet la generación de los rectos será bendita.

Zain Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet clemente, y misericordioso, y justo.

Pe Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria.

Resh Lo verá el impío, y se despechará; Sin crujirá los dientes, y se carcomerá; Tau el deseo de los impíos perecerá.

Alto sobre todos los gentiles es el SEÑOR; sobre los cielos es su gloria.

para hacerlo sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo;

Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.

Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios?

Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho.

Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.

Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía.

Los que teméis al SEÑOR, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo.

Bendecirá a los que temen al SEÑOR; a chicos y a grandes.

El SEÑOR los prospere, A ustedes y a sus hijos.

Benditos vosotros del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

Los cielos son los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de Adán.

No alabarán los muertos a JAH, ni todos los que descienden al silencio;

Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.

El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó.

Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.

Estimada es en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos.

en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH.

Alabad al SEÑOR todos los gentiles; alabadle todos los pueblos.

Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es su misericordia.

El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Voz de júbilo y de salud hay en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías.

Esta puerta es del SEÑOR, por ella entrarán los justos.

La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.

Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR; Desde la casa del SEÑOR los bendecimos.

Dios es el SEÑOR que nos ha resplandecido, atad el sacrificio con cuerdas a los cuernos del altar.

ALEF Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.

Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos.

Tú has ordenado tus preceptos, para que {los} guardemos con diligencia.

Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.

Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.

Aunque los príncipes se sienten {y} hablen contra mí, tu siervo medita en tus estatutos.

Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.

Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales amo.

Levantaré mis manos a tus mandamientos, los cuales amo, y meditaré en tus estatutos.

Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.

Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.

Los lazos de los impíos me han rodeado, {mas} no me he olvidado de tu ley.

A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia.

Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.

Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.

Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.

Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.

¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley.

Conforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca.

LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos.

Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios.

He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.

Juré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia.

Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.

Me pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos.

SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado.

Apartaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios.

Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira.

Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.

Responde por tu siervo para bien; no me hagan violencia los soberbios.

Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.

PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.

Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.

Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.

Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos.

Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras.

Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.

Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.

Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.

Mucho se detiene mi alma con los que aborrecen la paz.

Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.

Mi socorro viene de parte del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.

Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.

Demandad la paz de Jerusalén; sean pacificados los que te aman.

A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.

He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.

Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura; del menosprecio de los soberbios.

Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

Bendito sea el SEÑOR, que no nos ha entregado como presa de los dientes de ellos.

Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros.

Nuestro socorro está en el nombre del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Como los montes rodean a Jerusalén, así el SEÑOR rodea a su pueblo desde ahora y para siempre.