1160 casos

'Ti' en la Biblia

Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.

Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.

SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.

Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgados los gentiles delante de ti.

Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.

Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron.

Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

Guímel Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Oye, oh SEÑOR, mi voz con que a ti llamo; ten misericordia de mí, y respóndeme.

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad.

A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.

En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento; con cabestro y con freno su boca ha de ser sujetada, porque si no, no llegan a ti.

He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: el SEÑOR sea ensalzado.

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Dios mío, mi alma está en mí abatida; por tanto me acordaré de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Por medio de ti acornearemos a nuestros enemigos; en tu Nombre atropellaremos a nuestros adversarios.

Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.

Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán traídas a ti.

Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy el Dios, el Dios tuyo.

Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y puro en tu juicio.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había pavor; porque Dios descoyuntó los huesos del que asentó campamento contra ti; los avergonzaste, porque Dios los desechó.

Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.

cuando me acordare de ti en mi lecho, cuando meditare de ti en las velas de la noche.

Mi alma se apegó tras de ti; tu diestra me ha sustentado.

En ti reposa la alabanza, oh Dios, en Sión; y a ti se pagará el voto.

Decid a Dios: ¡Cuán terrible eres en tus obras! Por lo grande de tu fortaleza se sujetarán a ti tus enemigos.

Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.

Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio; delante de ti están todos mis enemigos.

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: Engrandecido sea Dios.

En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo confundido para siempre.

Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío; tu verdad cantaré yo a ti en el arpa, oh Santo de Israel.

Mis labios se alegrarán cuando cantare alabanzas a ti; y mi alma, a la cual rescataste.

Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú cortas a todo aquel que fornica de ti.

No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

y la viña que tu diestra plantó, y sobre el renuevo que corroboraste para ti.

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