'Mas' en la Biblia
- 1.Gé 2:6-Éx 2:3
- 2.Éx 2:15-Levítico 12:4
- 3.Levítico 13:3-Números 21:23
- 4.Números 21:30-Deuteronomio 29:29
- 5.Deuteronomio 30:5-Jueces 9:53
- 6.Jueces 10:6-1 Samuel 16:7
- 7.1 Samuel 16:10-2 Samuel 14:24
- 8.2 Samuel 14:29-1 Reyes 21:6
- 9.1 Reyes 22:8-1 Crónicas 19:10
- 10.1 Crónicas 19:12-2 Crónicas 33:12
- 11.2 Crónicas 33:23-Job 19:5
- 12.Job 19:28-Salmos 68:17
- 13.Salmos 69:4-Proverbios 10:7
- 14.Proverbios 10:8-Proverbios 14:21
- 15.Proverbios 14:23-Proverbios 28:12
- 16.Proverbios 28:13-Isaías 11:14
- 17.Isaías 13:12-Jeremías 3:7
- 18.Jeremías 3:16-Jeremías 44:5
- 19.Jeremías 44:12-Ezequiel 26:20
- 20.Ezequiel 26:21-Oseas 1:6
- 21.Oseas 1:7-Malaquías 2:14
- 22.Malaquías 3:7-Mateo 15:11
- 23.Mateo 15:13-Marcos 2:17
- 24.Marcos 2:20-Marcos 16:6
- 25.Marcos 16:7-Lucas 14:10
- 26.Lucas 14:13-Juan 3:29
- 27.Juan 3:30-Juan 13:27
- 28.Juan 13:28-Hechos 13:25
- 29.Hechos 13:30-Romanos 3:4
- 30.Romanos 3:21-1 Corintios 2:4
- 31.1 Corintios 2:5-1 Corintios 16:12
- 32.2 Corintios 1:6-Efesios 5:15
- 33.Efesios 5:18-Hebreos 8:12
- 34.Hebreos 9:7-Apocalipsis 22:15
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
DE manera que como Jesús entendió que los Fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan,
Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.
Y en esto vinieron sus discípulos, y maravilláronse de que hablaba con mujer; mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? ó, ¿Qué hablas con ella?
Y creyeron muchos más por la palabra de él.
Después le halló Jesús en el templo, y díjole: He aquí, has sido sanado; no peques más, porque no te venga alguna cosa peor.
Entonces, por tanto, más procuraban los Judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también á su Padre llamaba Dios, haciéndose igual á Dios.
Porque el Padre á nadie juzga, mas todo el juicio dió al Hijo;
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.
Y los que hicieron bien, saldrán á resurrección de vida; mas los que hicieron mal, á resurrección de condenación.
No puedo yo de mí mismo hacer nada: como oigo, juzgo: y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envió, del Padre.
Empero yo no tomo el testimonio de hombre; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan: porque las obras que el Padre me dió que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me haya enviado.
Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
Mas esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?
Mas él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo.
Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Díceles entonces Jesús: Mi tiempo aun no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto.
No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.
Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los Judíos.
El que habla de sí mismo, su propia gloria busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
Cierto, Moisés os dió la circuncisión (no porque sea de Moisés, mas de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre.
No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio.
Mas éste, sabemos de dónde es: y cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
Entonces clamaba Jesús en el templo, enseñando y diciendo: Y á mí me conocéis, y sabéis de dónde soy: y no he venido de mí mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros no conocéis.
Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso en él mano, porque aun no había venido su hora.
Y muchos del pueblo creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando viniere, ¿hará más señales que las que éste hace?
Mas en el postrer día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga á mí y beba.
Y algunos de ellos querían prenderle; mas ninguno echó sobre él manos.
Mas estos comunales que no saben la ley, malditos son.
Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo.
Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?
Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.
Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida.
Respondió Jesús, y díjoles: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y á dónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo, y á dónde voy.
Vosotros según la carne juzgáis; mas yo no juzgo á nadie.
Y díjoles otra vez Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, mas en vuestro pecado moriréis: á donde yo voy, vosotros no podéis venir.
Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros: mas el que me envió, es verdadero: y yo, lo que he oído de él, esto hablo en el mundo.
Mas no entendieron que él les hablaba del Padre.
Díjoles pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que yo soy, y que nada hago de mí mismo; mas como el Padre me enseñó, esto hablo.
Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros.
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais: porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió.
Y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra.
Tomaron entonces piedras para tirarle: mas Jesús se encubrió, y salió del templo; y atravesando por medio de ellos, se fué.
Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: mas para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Mas los Judíos no creían de él, que había sido ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron á los padres del que había recibido la vista;
Mas cómo vea ahora, no sabemos; ó quién le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos; él tiene edad, preguntadle á él; él hablará de sí.
Nosotros sabemos que á Moisés habló Dios: mas éste no sabemos de dónde es.
Y sabemos que Dios no oye á los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, á éste oye.
Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado: mas ahora porque decís, Vemos, por tanto vuestro pecado permanece.
DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños.
Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas.
Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas.
Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Mas si las hago, aunque á mí no creáis, creed á las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Y procuraban otra vez prenderle; mas él se salió de sus manos;
Y muchos venían á él, y decían: Juan, á la verdad, ninguna señal hizo; mas todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.
Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Mas el que anduviere de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy á despertarle del sueño.
Mas esto decía Jesús de la muerte de él: y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis: mas vamos á él.
Entonces Marta, como oyó que Jesús venía, salió á encontrarle; mas María se estuvo en casa.
Mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios.
(Que aun no había llegado Jesús á la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado.)
Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no fuera muerto mi hermano.
Que yo sabía que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado.
Mas algunos de ellos fueron á los Fariseos, y dijéronles lo que Jesús había hecho.
Mas esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo pontífice de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación:
Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados.
Por tanto, Jesús ya no andaba manifiestamente entre los Judíos; mas fuése de allí á la tierra que está junto al desierto, á una ciudad que se llama Ephraim: y estábase allí con sus discípulos
Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella.
Porque á los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas á mí no siempre me tenéis.
Entonces mucha gente de los Judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.
Mas los Fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? he aquí, el mundo se va tras de él.
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora.
Respondió Jesús, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por causa de vosotros.
Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
Mas Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dió mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después.
Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza.
Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que haces, haz lo más presto.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:6-Éx 2:3
- 2.Éx 2:15-Levítico 12:4
- 3.Levítico 13:3-Números 21:23
- 4.Números 21:30-Deuteronomio 29:29
- 5.Deuteronomio 30:5-Jueces 9:53
- 6.Jueces 10:6-1 Samuel 16:7
- 7.1 Samuel 16:10-2 Samuel 14:24
- 8.2 Samuel 14:29-1 Reyes 21:6
- 9.1 Reyes 22:8-1 Crónicas 19:10
- 10.1 Crónicas 19:12-2 Crónicas 33:12
- 11.2 Crónicas 33:23-Job 19:5
- 12.Job 19:28-Salmos 68:17
- 13.Salmos 69:4-Proverbios 10:7
- 14.Proverbios 10:8-Proverbios 14:21
- 15.Proverbios 14:23-Proverbios 28:12
- 16.Proverbios 28:13-Isaías 11:14
- 17.Isaías 13:12-Jeremías 3:7
- 18.Jeremías 3:16-Jeremías 44:5
- 19.Jeremías 44:12-Ezequiel 26:20
- 20.Ezequiel 26:21-Oseas 1:6
- 21.Oseas 1:7-Malaquías 2:14
- 22.Malaquías 3:7-Mateo 15:11
- 23.Mateo 15:13-Marcos 2:17
- 24.Marcos 2:20-Marcos 16:6
- 25.Marcos 16:7-Lucas 14:10
- 26.Lucas 14:13-Juan 3:29
- 27.Juan 3:30-Juan 13:27
- 28.Juan 13:28-Hechos 13:25
- 29.Hechos 13:30-Romanos 3:4
- 30.Romanos 3:21-1 Corintios 2:4
- 31.1 Corintios 2:5-1 Corintios 16:12
- 32.2 Corintios 1:6-Efesios 5:15
- 33.Efesios 5:18-Hebreos 8:12
- 34.Hebreos 9:7-Apocalipsis 22:15
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (3175)
- LBDA (1395)
- NBLH (1017)
- RV (2651)
- SEV (3173)
- RV1909 (3399)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (96)
- Éxodo (80)
- Levítico (80)
- Números (77)
- Deuteronomio (76)
- Josué (51)
- Jueces (79)
- Rut (9)
- 1 Samuel (106)
- 2 Samuel (87)
- 1 Reyes (65)
- 2 Reyes (67)
- 1 Crónicas (51)
- 2 Crónicas (86)
- Esdras (14)
- Nehemías (21)
- Ester (19)
- Job (82)
- Salmos (132)
- Proverbios (251)
- Eclesiastés (45)
- Cantares (6)
- Isaías (113)
- Jeremías (128)
- Lamentaciones (12)
- Ezequiel (120)
- Daniel (46)
- Oseas (24)
- Joel (4)
- Amós (14)
- Abdías (1)
- Jonás (8)
- Miqueas (8)
- Nahúm (7)
- Habacuc (6)
- Sofonías (6)
- Hageo (2)
- Zacarías (17)
- Malaquías (6)
- Mateo (191)
- Marcos (111)
- Lucas (177)
- Juan (164)
- Hechos (143)
- Romanos (106)
- 1 Corintios (106)
- 2 Corintios (61)
- Gálatas (28)
- Efesios (14)
- Filipenses (16)
- Colosenses (5)
- 1 Tesalonicenses (12)
- 2 Tesalonicenses (3)
- 1 Timoteo (9)
- 2 Timoteo (11)
- Tito (5)
- Filemón (5)
- Hebreos (54)
- Santiago (11)
- 1 Pedro (12)
- 2 Pedro (9)
- 1 Juan (12)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (2)
- Judas (4)
- Apocalipsis (25)