'Se' en la Biblia

Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos Los días que {me} fueron dados, Cuando {no existía} ni uno solo de ellos.

¿No odio a los que Te aborrecen, SEÑOR? ¿Y no me repugnan los que se levantan contra Ti?

Los aborrezco con el más profundo odio; Se han convertido en mis enemigos.

Guárdame, SEÑOR, de las manos del impío; Protégeme de los hombres violentos, Que se han propuesto hacerme tropezar.

No concedas, SEÑOR, los deseos del impío; No hagas prosperar sus {malos} designios, {para que no} se exalten. (Selah)

Caigan sobre ellos carbones encendidos; Sean arrojados en el fuego, En abismos profundos de donde no se puedan levantar.

Yo sé que el SEÑOR sostendrá la causa del afligido, {Y} el derecho de los pobres.

No dejes que mi corazón se incline a nada malo, Para practicar obras impías Con los hombres que hacen iniquidad, Y no me dejes comer de sus manjares.

Como cuando se ara y se rompe la tierra, Nuestros huesos han sido esparcidos a la boca del Seol.

No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en las piernas {ágiles} del hombre.

Porque el SEÑOR se deleita en Su pueblo; Adornará de salvación a los afligidos.

Porque sus pies corren hacia el mal, Y se apresuran a derramar sangre.

Tales son los caminos de todo el que se beneficia por la violencia: Que quita la vida de sus poseedores.

`` ¿Hasta cuándo, oh simples, amarán la simpleza, Y los burladores se deleitarán en hacer burla, Y los necios aborrecerán el conocimiento?

Comerán del fruto de su conducta, Y de sus propias artimañas se hartarán.

De los que se deleitan en hacer el mal Y se regocijan en las perversidades del mal;

Cuyas sendas son torcidas, Y se extravían en sus senderos.

Porque su casa se inclina hacia la muerte, Y sus senderos hacia los muertos.

La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.

Entonces tus graneros se llenarán con abundancia Y tus lagares rebosarán de vino nuevo.

Porque el SEÑOR ama a quien reprende, Como un padre al hijo en quien se deleita.

Es más preciosa que las joyas, Y nada de lo que deseas se compara con ella.

Hijo mío, no se aparten {estas cosas} de tus ojos; Guarda la prudencia y la discreción,

No niegues el bien a quien se le debe, Cuando esté en tu mano el hacer{lo.}

Ciertamente El se burla de los burladores, Pero da gracia a los afligidos.

Que no se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón.

Miren tus ojos hacia adelante, Y que tu mirada se fije en lo que está frente a ti.

Ahora pues, hijos {míos,} escúchenme, Y no se aparten de las palabras de mi boca.

No sea que se sacien los extraños de tus bienes Y tu esfuerzo {vaya} a casa del extranjero;

Y al final te lamentes, Cuando tu carne y tu cuerpo se hayan consumido,

¿Se derramarán por fuera tus manantiales, {Tus} arroyos de aguas por las calles?

Ve, {mira} la hormiga, perezoso, Observa sus caminos, y sé sabio.

¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos Sin que se quemen sus pies?

Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; Cualquiera que la toque no quedará sin castigo.

No se desprecia al ladrón si roba Para saciarse cuando tiene hambre;

Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta no se borrará.

No aceptará ningún rescate, Ni se dará por satisfecho aunque {le} des muchos presentes.

Porque mi marido no está en casa, Se ha ido a un largo viaje;

Se ha llevado en la mano la bolsa del dinero, Volverá a casa para la luna llena."

Hasta que una flecha le traspasa el hígado; Como el ave que se precipita en la trampa, Y no sabe que esto {le costará} la vida.

No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, No te extravíes en sus sendas.

En la cima de las alturas, junto al camino, Donde cruzan las sendas, se coloca;

Cuando arriba afirmó los cielos, Cuando las fuentes del abismo se afianzaron,

Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; Todos los que me odian, aman la muerte."

Pues por mí se multiplicarán tus días, Y años de vida te serán añadidos.

Se sienta a la puerta de su casa, En un asiento, en los lugares altos de la ciudad,

El que recoge en el verano es hijo sabio, El que se duerme durante la siega es hijo que avergüenza.

La memoria del justo es bendita, Pero el nombre del impío se pudrirá.

En los labios del entendido se halla sabiduría, Pero la vara es para las espaldas del falto de entendimiento.

{Por} senda de vida {va} el que guarda la instrucción, Pero el que abandona la reprensión se extravía.

Cuando muere el hombre impío, {su} esperanza se acaba, Y la expectación de los poderosos perece.

Con el bien de los justos, se regocija la ciudad, Y cuando perecen los impíos, hay gritos de alegría.

Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, Pero por la boca de los impíos, es derribada.

El hombre misericordioso se hace bien a sí mismo, Pero el cruel a sí mismo se hace daño.

El que con diligencia busca el bien, se procura favor, Pero el que busca el mal, éste le vendrá.

El hombre no se afianzará por medio de la impiedad, Y la raíz de los justos no será removida.

Más vale el poco estimado que tiene siervo, Que el que se alaba y carece de pan.

El justo se preocupa de la vida de su ganado, Pero las entrañas de los impíos son crueles.

El que labra su tierra se saciará de pan, Pero el que persigue lo vano carece de entendimiento.

En la transgresión de sus labios se enreda el malvado, Pero el justo escapará del apuro.

Por el fruto de su boca cada uno se saciará de bien, Y las obras de las manos del hombre volverán a él.

El enojo del necio se conoce al instante, Pero el prudente oculta la deshonra.

La luz de los justos brilla alegremente, Pero la lámpara de los impíos se apaga.

La esperanza que se demora enferma el corazón, Pero el deseo cumplido es árbol de vida.

El terreno de los pobres tiene mucho de comer, Pero se pierde por la injusticia.

Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, Pero mucho rendimiento {se obtiene} por la fuerza del buey.

Los necios se ríen del pecado, Pero entre los rectos hay buena voluntad.

El de corazón descarriado se saciará de sus caminos, Pero el hombre bueno {estará satisfecho} con el suyo.

El sabio teme y se aparta del mal, Pero el necio es arrogante y descuidado.

Los malos se inclinarán ante los buenos, Y los impíos, a las puertas del justo.

El que desprecia a su prójimo peca, Pero es feliz el que se apiada de los pobres.

¿No se perderán los que traman el mal? Pero misericordia y verdad {recibirán} los que planean el bien.

El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor, Pero el que se apiada del necesitado Lo honra.

En el corazón del prudente reposa la sabiduría, Pero en medio de los necios no se da a conocer.

El insolente no ama al que lo reprende, Ni se allegará a los sabios.

El corazón gozoso alegra el rostro, Pero en la tristeza del corazón se quebranta el espíritu.

El corazón inteligente busca conocimiento, Pero la boca de los necios se alimenta de necedades.

Sin consulta, los planes se frustran, Pero con muchos consejeros, triunfan.

El hombre se alegra con la respuesta adecuada, Y una palabra a tiempo, ¡cuán agradable es!

La senda de la vida para el sabio es hacia arriba Para que se aparte del Seol {que está} abajo.

El que tiene en poco la disciplina se desprecia a sí mismo, Pero el que escucha las reprensiones adquiere entendimiento.

Encomienda tus obras al SEÑOR, Y tus propósitos se afianzarán.

Con misericordia y verdad se expía la culpa, Y con el temor del SEÑOR {el hombre} se aparta del mal.

Es abominación para los reyes cometer iniquidad, Porque el trono se afianza en la justicia.

La cabeza canosa es corona de gloria, Y se encuentra en el camino de la justicia.

La suerte se echa en el regazo, Pero del SEÑOR {viene} toda decisión.

El que se burla del pobre afrenta a su Hacedor; El que se regocija de la desgracia no quedará sin castigo.

Talismán (Piedra de favor) es el soborno a los ojos de su dueño; Dondequiera que se vuelva, prospera.

El rebelde sólo busca el mal, Y un cruel mensajero se enviará contra él.

Al que devuelve mal por bien, El mal no se apartará de su casa.

El hombre falto de entendimiento se compromete, Y sale fiador a favor de su prójimo.

El que vive aislado busca {su propio} deseo, Contra todo consejo se encoleriza.

El necio no se deleita en la prudencia, Sino sólo en revelar su corazón.

Con el fruto de su boca el hombre sacia su vientre, {Con} el producto de sus labios se saciará.

El hombre de {muchos} amigos se arruina, Pero hay amigo más unido que un hermano.

Tampoco es bueno para una persona carecer de conocimiento, Y el que se apresura con los pies peca.

La insensatez del hombre pervierte su camino, Y su corazón se irrita contra el SEÑOR.

Todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! {Los} persigue {con} palabras, {pero} ellos se han ido.

El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, Y El lo recompensará por su buena obra.

Golpea al insolente y el ingenuo se volverá astuto, Pero reprende al que tiene inteligencia y ganará en conocimiento.