'Unos' en la Biblia
Después de nacer Jesús en Belén (Casa del Pan) de Judea, en tiempos del rey Herodes (el Grande), unos sabios (magos) del oriente llegaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), preguntando:
El diablo entonces Lo dejó; y al instante, unos ángeles vinieron y Le servían.
Y los que comieron fueron unos 5,000 hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
`` ¿Cuántos panes tienen?" les preguntó Jesús. Ellos respondieron: ``Siete, y unos pocos pececillos."
Y ellos respondieron: ``Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías o alguno de los profetas."
``Escuchen otra parábola. Había {una vez} un hacendado que PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, Y CAVO EN ELLA UN LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.
"Muchos se apartarán de la fe entonces, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán.
y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
"Y otros son aquéllos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno."
Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: `` ¿Quién, pues, es Este que aun el viento y el mar Le obedecen?"
Jesús les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la manada, unos 2,000, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron.
Mientras El estaba todavía hablando, vinieron {unos enviados} de {la casa del} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?"
Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos.
También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.
{Los que comieron} eran unos 4,000. Jesús los despidió,
Le respondieron: ``{Unos,} Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas."
Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos.
"La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes y estén en paz los unos con los otros."
"Envió a otro y a éste lo mataron; y {así con} muchos otros, golpeando a unos y matando a otros.
Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: `` ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: ``Vayamos, pues, hasta Belén (Casa del Pan) y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber."
Vinieron también unos recaudadores de impuestos para ser bautizados, y le dijeron: ``Maestro, ¿qué haremos?"
Cuando Jesús comenzó {Su ministerio}, tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, {quien era hijo} de Elí,
Y unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.
Aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por unos sembrados, y Sus discípulos arrancaban y comían espigas, restregándo{las} entre las manos.
Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: ``Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;
"Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: `Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos endechas, y no lloraron.'
`` ¿Dónde está la fe de ustedes?" les dijo. Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: `` ¿Quién, pues, es Este que aun a los vientos y al agua manda y Lo obedecen?"
Entonces ellos respondieron: ``{Unos,} Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado."
Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: ``Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía.
En ese momento llegaron unos Fariseos y dijeron a Jesús: ``Sal y vete de aquí, porque Herodes (Antipas) Te quiere matar."
"Después dijo a otro: `Y tú, ¿cuánto debes?' Y él respondió: `Cien medidas (unos 37,000 litros) de trigo.' El mayordomo le dijo: `Toma tu factura y escribe ochenta.'
Dijo también Jesús esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás:
"Llamando a diez de sus siervos, les repartió diez 10 minas (salario de unos mil días) y les dijo: `Negocien {con esto} hasta que yo regrese.'
Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los Judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros (unos 100 litros).
" ¿Cómo pueden creer, cuando reciben gloria (honor) los unos de los otros, y no buscan la gloria que viene del Dios único?
``Hagan que la gente se siente," dijo Jesús. Y había mucha hierba en aquel lugar; así que se sentaron. El número de los hombres era de unos cinco mil.
Cuando habían remado unos cuatro o cinco kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre el mar y que se acercaba a la barca, y se asustaron.
Y había mucha murmuración entre la gente acerca de El. Unos decían: ``El es bueno." Otros decían: ``No, al contrario, extravía a la gente."
``El es," decían unos. ``No, pero se parece a él," decían otros. El decía: ``Yo soy."
Entonces buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se decían unos a otros: `` ¿Qué les parece? ¿Que vendrá a la fiesta o no?"
Entonces María, tomando unos 300 gramos de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
Entonces los Fariseos se decían unos a otros: `` ¿Ven que ustedes no consiguen nada? Miren, {todo} el mundo se ha ido tras El."
Había unos Griegos entre los que subían a adorar en la fiesta;
"Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
Los discípulos se miraban unos a otros, y estaban perplejos {sin saber} de quién hablaba.
"Un mandamiento nuevo les doy: `que se amen los unos a los otros;' que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros.
"En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros."
"Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado.
"Esto les mando: que se amen los unos a los otros.
Entonces {algunos} de Sus discípulos se decían unos a otros: `` ¿Qué es esto que nos dice: `Un poco {más,} y no Me verán, y de nuevo un poco, y Me verán' y `Porque Yo voy al Padre'?"
Por tanto, se dijeron unos a otros: ``No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, {para ver} de quién será;" para que se cumpliera la Escritura: ``REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES."
Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos 100 metros, arrastrando la red {llena} de peces.
Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: `` ¿Qué quiere decir esto?"
~`Envía {unos hombres} a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar.'
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.
"Y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: `Envía {unos hombres} a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,
Por aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.
Esa misma noche, cuando Herodes (Agripa I) estaba a punto de venir a buscarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel.
Pero la gente de la ciudad estaba dividida, y unos estaban con los Judíos y otros con los apóstoles.
Así que unos gritaban una cosa y otros otra, porque había confusión en la asamblea, y la mayoría no sabía por qué razón se habían reunido.
"Así pues, si Demetrio y los artífices que están con él tienen queja contra alguien, los tribunales están abiertos y los procónsules (gobernadores provinciales) {dispuestos;} presenten sus acusaciones unos contra otros.
Pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros.
Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa {y} otros otra, y como él no pudo averiguar con certeza {los hechos,} debido al tumulto, ordenó que llevaran a Pablo al cuartel.
De la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío.
así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros.
{Sean} afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros.
Tengan el mismo sentir (pensar) unos con otros. No sean altivos en su pensar, sino condescendiendo con los humildes. No sean sabios en su propia opinión.
No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros. Porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
Por tanto, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidan esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.
Y que el Dios de la paciencia (perseverancia) y del consuelo les conceda tener el mismo sentir los unos para con los otros conforme a Cristo Jesús,
Por tanto, acéptense los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para la gloria de Dios.
En cuanto a ustedes, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que ustedes están llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestarse los unos a los otros.
Salúdense los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo los saludan.
Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, unos de una manera y otros de otra.
Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.
a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros.
Todos los hermanos los saludan. Salúdense los unos a los otros con un beso santo.
Para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado? ( ¿quién es suficiente?)
Salúdense los unos a los otros con beso santo.
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados; sólo que no {usen} la libertad como pretexto para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros.
Pero si ustedes se muerden y se devoran unos a otros, tengan cuidado, no sea que se consuman unos a otros.
No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Lleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo (el Mesías).
Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor,
Por tanto, dejando a un lado la falsedad, HABLEN VERDAD CADA CUAL CON SU PROJIMO, porque somos miembros los unos de los otros.
Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo.
Sométanse unos a otros en el temor (la reverencia) de Cristo.
Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus {malos} hábitos,
soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también {háganlo} ustedes.
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos {y} canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Que el Señor los haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros {lo hacemos} para con ustedes;
Pero en cuanto al amor fraternal, no tienen necesidad de que {nadie} les escriba, porque ustedes mismos han sido enseñados por Dios a amarse unos a otros.
Por tanto, confórtense (aliéntense) unos a otros con estas palabras.
Por tanto, confórtense (aliéntense) los unos a los otros, y edifíquense el uno al otro, tal como lo están haciendo.
y que los tengan en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con los otros.
Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino que procuren siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
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