'Las' en la Biblia

El que castiga las gentes, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.

Porque El es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz,

Cantad al SEÑOR, bendecid su nombre; proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación.

Contad entre las gentes su gloria, En todos los pueblos sus maravillas.

Decid en las gentes: Jehová reinó, También afirmó el mundo, no será conmovido: Juzgará á los pueblos en justicia.

El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas islas.

Avergüéncense todos los que sirven á las imágenes de talla, Los que se alaban de los ídolos: Los dioses todos á él se encorven.

Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá se gozaron por tus juicios, oh SEÑOR.

Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.

Jehová ha hecho notoria su salud: En ojos de las gentes ha descubierto su justicia.

los ríos batan las manos; los montes todos hagan regocijo,

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Por las mañanas cortaré á todos los impíos de la tierra; Para extirpar de la ciudad de Jehová á todos los que obraren iniquidad.

Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.

Mas tú, SEÑOR, permaneces para siempre, y tu nombre por todas las generaciones.

Entonces temerán las gentes el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria;

Esto se escribirá para las generaciones futuras; para que un pueblo aún por crear alabe al SEÑOR.

Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días; tus años son por todas las generaciones.

que establece sus aposentos entre las aguas; el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento;

que hace de los vientos sus mensajeros, {y} de las llamas de fuego sus ministros.

Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.

Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; van entre los montes.

Abrevan a todas las bestias del campo; quebrantan su sed los asnos salvajes.

Junto a aquellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces.

El que hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; sacando el pan de la tierra.

Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene su casa la cigüeña.

Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos.

El hizo la luna para {medir} las estaciones; el sol conoce el lugar de su ocaso.

Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corren todas las bestias del monte.

¿Cuán numerosas son tus obras, oh SEÑOR! Con sabiduría las has hecho todas; llena está la tierra de tus posesiones.

Allí surcan las naves, {y} el Leviatán que hiciste para jugar en él.

Recordad las maravillas que El ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca,

Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam.

Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes.

También hirió {de muerte} a todo primogénito de su tierra; las primicias de todo su vigor.

Abrió la roca, y brotaron las aguas; corrieron {como} un río en tierra seca.

Y les dio las tierras de los gentiles; y las labores de las naciones heredaron,

¿Quién expresará las valentías del SEÑOR? ¿Quién contará sus alabanzas?

Reprendió, pues, al mar Rojo, y se secó; y los condujo por las profundidades, como por un desierto.

Y cubrieron las aguas a sus enemigos; no quedó uno de ellos.

Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, y tentaron a Dios en las soledades.

y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras.

Y le fue contado por justicia por todas las generaciones para siempre.

También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos;

Antes se mezclaron con las gentes, Y aprendieron sus obras.

Y entrególos en poder de las gentes, Y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían.

Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y júntanos de entre las gentes, Para que loemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus alabanzas.

y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar.

por cuanto fueron rebeldes a las palabras del SEÑOR, y aborrecieron el consejo del Altísimo.

Los sacó de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones.

Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.

su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.

Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas,

ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar profundo.

Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso que encrespó las olas del mar.

Subieron a los cielos, descendieron a las profundidades, sus almas se consumían por el mal.

Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron.

Entonces se alegraron porque {las olas} se habían aquietado, y El los guió al puerto anhelado.

El puso los ríos en desierto, y los manaderos de las aguas en sed;

Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.

¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?

Te alabaré, oh SEÑOR, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones.

Juzgará en las gentes, Llenará las de cadáveres: Herirá las cabezas en muchas tierras.

Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.

El poder de sus obras anunció á su pueblo, Dándole la heredad de las gentes.

Mem Las obras de sus manos son verdad y juicio, Nun fieles son todos sus mandamientos;

Zain Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet clemente, y misericordioso, y justo.

Alto sobre todas las naciones es Jehová; Sobre los cielos su gloria.

¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, que está sentado en las alturas,

Por qué dirán las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?

Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.

Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me rodearon, sí, me rodearon; en el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí.

Me rodearon como abejas; fueron extinguidas como fuego de espinos; en el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí.

Voz de júbilo y de salud hay en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías.

No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.

Abridme las puertas de la justicia, entraré por ellas, alabaré a JAH.

He contado con mis labios de todas las ordenanzas de tu boca.

Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas.

Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.

Tu fidelidad {permanece} por todas las generaciones; tú estableciste la tierra, y ella permanece.

Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven.

Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, y enséñame tus ordenanzas.

Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.

Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.

Canción de las gradas. Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.

¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito con las tiendas de Cedar!

Canción de las gradas. Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.

Canción de las gradas: de David. Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.

Porque allá subieron las tribus, las tribus de JAH, el testimonio a Israel, para alabar el Nombre del SEÑOR.

Porque allá están las sillas del juicio, Las sillas de la casa de David.

Canción de las gradas. A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.

Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:

Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias.

Canción de las gradas. Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Canción de las gradas. Cuando el SEÑOR hiciere tornar la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.

Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

Haz volver, SEÑOR, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur.