'De' en la Biblia
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- 4.Salmos 35:19-Salmos 44:24
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- 6.Salmos 55:23-Salmos 68:30
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- 13.Salmos 119:126-Salmos 136:24
- 14.Salmos 136:26-Salmos 150:1
- 15.Salmos 150:2-Salmos 150:5
«El piadoso será prosperado, el impío perecerá» Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.
El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.
Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás.
Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.
«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah)
Pero tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
No temeré de diez millares de pueblos, que pusieren sitio contra mí.
Levántate, oh Jehová; sálvame, oh Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebrantaste.
De Jehová es la salvación: Sobre tu pueblo es tu bendición. (Selah)
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah)
Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
«Al Músico principal: sobre Nehilot: Salmo de David» Escucha, oh Jehová, mis palabras; considera mi meditación.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré.
Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Y yo por la multitud de tu misericordia entraré en tu casa; y adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
Guíame, Jehová, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Destrúyelos, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, porque se rebelaron contra ti.
Pero alégrense todos los que en ti confían; para siempre den voces de júbilo, porque tú los defiendes: En ti se regocijen los que aman tu nombre.
Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; lo rodearás de benevolencia como con un escudo.
«Al Músico principal: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David» Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira.
Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado; sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.
Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el sepulcro, ¿quién te alabará?
Fatigado estoy de mi gemir; toda la noche hago nadar mi cama con mis lágrimas, riego mi lecho con mi llanto.
Mis ojos están consumidos de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
«Sigaión de David, que cantó a Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.» Jehová Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;
Levántate, oh Jehová, en tu ira; levántate a causa de la furia de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Y te rodeará congregación de pueblos; por amor a ellos vuelve a levantarte en alto.
Termine ahora la maldad de los impíos, pero establece tú al justo; pues el Dios justo prueba la mente y el corazón.
Mi defensa está en Dios, que salva a los rectos de corazón.
Asimismo ha preparado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de David» Oh Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos!
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste:
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies;
las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
«Al Músico principal: sobre Mutlaben: Salmo de David» Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
mis enemigos volvieron atrás; caerán y perecerán delante de ti.
Reprendiste naciones, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos eternamente y para siempre.
Jehová será refugio al oprimido, refugio en los tiempos de angustia.
Cuando demandó la sangre, se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.
Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce en tu salvación.
Jehová es conocido por el juicio que hizo; en la obra de sus propias manos fue enlazado el malo. (Higaion. Selah)
Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.
Porque no para siempre será olvidado el pobre; ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.
Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las gentes delante de ti.
¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Porque el malo se jacta del deseo de su corazón, y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos.
Su boca está llena de maldición, de engaño y de fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres.
Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones.
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
«Al Músico principal: Salmo de David» En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?
Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
Jehová está en su santo templo: El trono de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
Sobre los malos lloverá lazos; fuego, azufre y terrible tempestad; ésta será la porción del cáliz de ellos.
«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.
Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.
Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
«Al Músico principal: Salmo de David» ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.
Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios.
¿No tendrán conocimiento todos los obradores de iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jehová no invocan?
Allí temblaron de espanto; porque Dios está con la generación de los justos.
¡Oh que de Sión viniese la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
«Salmo de David» Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en tu santo monte?
«Mictam de David» Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte.
A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido.
Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.
«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.
Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas,
de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos mortales que me rodean.
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