'Pues' en la Biblia
- 1.Gé 2:7-Éx 10:11
- 2.Éx 12:12-Deuteronomio 10:19
- 3.Deuteronomio 11:1-Jueces 14:7
- 4.Jueces 14:10-1 Samuel 18:22
- 5.1 Samuel 19:4-2 Samuel 18:23
- 6.2 Samuel 19:6-2 Reyes 11:9
- 7.2 Reyes 11:16-2 Crónicas 30:6
- 8.2 Crónicas 30:8-Salmos 49:10
- 9.Salmos 50:17-Jeremías 7:27
- 10.Jeremías 8:22-Ezequiel 35:6
- 11.Ezequiel 36:3-Mateo 13:28
- 12.Mateo 13:56-Juan 5:44
- 13.Juan 6:13-Romanos 8:1
- 14.Romanos 8:31-Colosenses 3:12
- 15.1 Tesalonicenses 2:2-Apocalipsis 16:6
No endurezcáis pues ahora vuestra cerviz como vuestros padres: dad la mano á Jehová, y venid á su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid á Jehová vuestro Dios, y la ira de su furor se apartará de vosotros.
Pasaron pues los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Ephraim y Manasés, hasta Zabulón: mas se reían y burlaban de ellos.
Alegróse pues toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y Levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los extranjeros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.
Viendo pues Ezechîas la venida de Sennachêrib, y su aspecto de combatir á Jerusalem,
Juntóse pues mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que derrama por en medio del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren?
Ahora pues, no os engañe Ezechîas, ni os persuada tal cosa, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano?
Hizo pues Manasés desviarse á Judá y á los moradores de Jerusalem, para hacer más mal que las gentes que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.
Y habiendo á él orado, fué atendido; pues que oyó su oración, y volviólo á Jerusalem, á su reino. Entonces conoció Manasés que Jehová era Dios.
Sacólos pues Ciro rey de Persia, por mano de Mitrídates tesorero, el cual los dió por cuenta á Sesbassar príncipe de Judá.
Ya pues que estamos mantenidos de palacio, no nos es justo ver el menosprecio del rey: hemos enviado por tanto, y hécho lo saber al rey,
Ahora pues dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad edificada, hasta que por mí sea dado mandamiento.
Ahora pues, Tatnai, jefe del lado allá del río, Sethar-boznai, y sus compañeros los Apharsachêos que estáis á la otra parte del río, apartaos de ahí.
Y los ancianos de los Judíos edificaban y prosperaban, conforme á la profecía de Haggeo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron pues, y acabaron, por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro, y de Darío, y de Artajerjes rey
Comprarás pues prestamente con esta plata becerros, carneros, corderos, con sus presentes y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalem.
Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo: pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
Ayunamos pues, y pedimos á nuestro Dios sobre esto, y él nos fué propicio.
Pesé pues en manos de ellos seiscientos y cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro;
Los sacerdotes pues y Levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los vasos, para traerlo á Jerusalem á la casa de nuestro Dios.
Ahora pues, no daréis vuestras hijas á los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su paz ni su bien para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad á vuestros hijos para
Jehová, Dios de Israel, tú eres justo: pues que hemos quedado algunossalvos, como este día, henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible subsistir en tu presencia á causa de esto.
Entonces respondió Sechânías hijo de Jehiel, de los hijos Elam, y dijo á Esdras: Nosotros hemos prevaricado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra: mas hay aún esperanza para Israel sobre esto.
Ahora pues hagamos pacto con nuestro Dios, que echaremos todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo del Señor, y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios: y hágase conforme á la ley.
Ahora pues, dad gloria á Jehová Dios de vuestros padres, y haced su voluntad, y apartaos de los pueblos de las tierras, y de las mujeres extranjeras.
Fueron pues puestos sobre este negocio Jonathán hijo de Asael, y Jaazías hijo de Tikvah; y Mesullam y Sabethai, Levitas, les ayudaron.
Ellos pues son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte.
Díjome el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.
Llegué pues á Jerusalem, y estado que hube allí tres días,
Díjeles pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalem está desierta, y sus puertas consumidas del fuego: venid, y edifiquemos el muro de Jerusalem, y no seamos más en oprobio.
Edificamos pues el muro, y toda la muralla fué junta hasta su mitad: y el pueblo tuvo ánimo para obrar.
Nosotros pues trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta salir las estrellas.
Porque todos ellos nos ponían miedo, diciendo: Debilitaránse las manos de ellos en la obra, y no será hecha. Esfuerza pues mis manos, oh Dios.
Acabóse pues el muro el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días.
Abrió pues Esdras el libro á ojos de todo el pueblo, (porque estaba más alto que todo el pueblo); y como lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
Los Levitas pues, hacían callar á todo el pueblo, diciendo: Callad, que es día santo, y no os entristezcáis.
Salió pues el pueblo, y trajeron, é hiciéronse cabañas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Ephraim.
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el trabajo que nos ha alcanzando á nuestros reyes, á nuestros príncipes, á nuestros sacerdotes, y á nuestros profetas
A causa pues de todo eso nosotros hacemos fiel alianza, y la escribimos, signada de nuestros príncipes, de nuestros Levitas, y de nuestros sacerdotes.
En Jerusalem pues habitaron de los hijos de Judá, y de los hijos de Benjamín. De los hijos de Judá: Athaías, hijo de Uzzías, hijo de Zacarías, hijo de Amarías, hijo de Sephatías, hijo de Mahalaleel, de los hijos de Phares;
Y puse por sobrestantes de ellos á Selemías sacerdote, y á Sadoc escriba, y de los Levitas, á Pedaías; y á mano de ellos Hanán hijo de Zaccur, hijo de Mathanías: pues que eran tenidos por fieles, y de ellos eran el repartir á sus hermanos.
Sucedió pues, que cuando iba oscureciendo á las puertas de Jerusalem antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse á las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no entra
Limpiélos pues de todo extranjero, y puse á los sacerdotes y Levitas por sus clases, á cada uno en su obra;
Pues envió letras á todas la provincias del rey, á cada provincia conforme á su escribir, y á cada pueblo conforme á su lenguaje, diciendo que todo hombre fuese señor en su casa; y háblese esto según la lengua de su pueblo.
Sucedió pues, que como se divulgó el mandamiento del rey y su acuerdo, y siendo reunidas muchas mozas en Susán residencia regia, á cargo de Hegai, fué tomada también Esther para casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres.
Fué pues Esther llevada al rey Assuero á su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebeth, en el año séptimo de su reinado.
Salió pues Atach á Mardochêo, á la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.
Y respondió el rey: Daos priesa, llamad á Amán, para hacer lo que Esther ha dicho. Vino pues el rey con Amán al banquete que Esther dispuso.
Entró pues Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que á mí?
VINO pues el rey con Amán á beber con la reina Esther.
Y también el segundo día dijo el rey á Esther en el convite del vino: ¿Cuál es tu petición, reina Esther, y se te concederá? ¿Cuál es pues tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, pondráse por obra.
Escribid pues vosotros á los Judíos como bien os pareciere en el nombre del rey, y sellad lo con el anillo del rey; porque la escritura que se sella con el anillo del rey, no es para revocarla.
Los correos pues, cabalgando en dromedarios y en mulos, salieron apresurados y constreñidos por el mandamiento del rey: y la ley fué dada en Susán capital del reino.
Porque Mardochêo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias; pues el varón Mardochêo iba engrandeciéndose.
Y dijo el rey á la reina Esther: En Susán, capital del reino, han muerto los Judíos y destruído quinientos hombres, y á diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál pues es tu petición, y te será concedida? ¿ó qué más es tu
Por esto llamaron á estos días Purim, del nombre Pur. Por todas las palabras pues de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llegó á su noticia,
Pues que ahora yaciera yo, y reposara; Durmiera, y entonces tuviera reposo,
Pues antes que mi pan viene mi suspiro; Y mis gemidos corren como aguas.
AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás?
Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca.
Pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, Y las bestias del campo te serán pacíficas.
Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros.
Aburríme: no he de vivir yo para siempre; Déjáme, pues que mis días son vanidad.
Pues nosotros somos de ayer, y no sabemos, Siendo nuestros días sobre la tierra como sombra.
Y subirá de punto, pues me cazas como á león, Y tornas á hacer en mí maravillas.
¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me conforte un poco.
Pues ahora me cuentas los pasos, Y no das tregua á mi pecado.
Porque tu boca declaró tu iniquidad, Pues has escogido el hablar de los astutos.
Pues haces frente á Dios con tu espíritu, Y sacas tales palabras de tu boca?
¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?
Dicen pues á Dios: Apártate de nosotros, Que no queremos el conocimiento de tus caminos.
¿Cómo pues me consoláis en vano, Viniendo á parar vuestras respuestas en falacia?
El pues acabará lo que ha determinado de mí: Y muchas cosas como estas hay en él.
¿Cómo pues se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué pues os desvanecéis con fantasía?
Dios pues descargará sobre él, y no perdonará: Hará él por huir de su mano.
¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
HICE pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?
Os he pues prestado atención, Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya á Job, Y responda á sus razones.
Yo pues he esperado, porque no hablaban, Antes pararon, y no respondieron más.
Si pues hay en ti entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.
No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios á juicio.
Guárdate, no tornes á la iniquidad; Pues ésta escogiste más bien que la aflicción.
Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién pues podrá estar delante de mí?
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rec
Fueron pues Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamatita, é hicieron como Jehová les dijo: y Jehová atendió á Job.
Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare.
Consúmase ahora la malicia de los inicuos, y establece al justo; Pues el Dios justo prueba los corazones y los riñones.
Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre.
Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no eché de mí sus estatutos.
Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia; Conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí.
Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien: Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Pues tú los pondrás en fuga, Cuando aparejares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros.
Pues de aquí á poco no será el malo: Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá.
Fuí pues como un hombre que no oye, Y que en su boca no tiene reprensiones.
Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado á los que nos aborrecían.
Pues se ve que mueren los sabios, Así como el insensato y el necio perecen, Y dejan á otros sus riquezas.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:7-Éx 10:11
- 2.Éx 12:12-Deuteronomio 10:19
- 3.Deuteronomio 11:1-Jueces 14:7
- 4.Jueces 14:10-1 Samuel 18:22
- 5.1 Samuel 19:4-2 Samuel 18:23
- 6.2 Samuel 19:6-2 Reyes 11:9
- 7.2 Reyes 11:16-2 Crónicas 30:6
- 8.2 Crónicas 30:8-Salmos 49:10
- 9.Salmos 50:17-Jeremías 7:27
- 10.Jeremías 8:22-Ezequiel 35:6
- 11.Ezequiel 36:3-Mateo 13:28
- 12.Mateo 13:56-Juan 5:44
- 13.Juan 6:13-Romanos 8:1
- 14.Romanos 8:31-Colosenses 3:12
- 15.1 Tesalonicenses 2:2-Apocalipsis 16:6
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (1254)
- LBDA (1666)
- NBLH (1595)
- RV (1456)
- SEV (1252)
- RV1909 (1459)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (85)
- Éxodo (41)
- Levítico (21)
- Números (32)
- Deuteronomio (41)
- Josué (47)
- Jueces (58)
- Rut (15)
- 1 Samuel (109)
- 2 Samuel (69)
- 1 Reyes (55)
- 2 Reyes (43)
- 1 Crónicas (27)
- 2 Crónicas (65)
- Esdras (16)
- Nehemías (17)
- Ester (13)
- Job (32)
- Salmos (36)
- Proverbios (10)
- Eclesiastés (8)
- Cantares (1)
- Isaías (43)
- Jeremías (69)
- Lamentaciones (1)
- Ezequiel (53)
- Daniel (25)
- Oseas (11)
- Joel (1)
- Amós (7)
- Abdías (2)
- Jonás (1)
- Miqueas (1)
- Habacuc (1)
- Sofonías (2)
- Hageo (5)
- Zacarías (8)
- Malaquías (8)
- Mateo (47)
- Marcos (16)
- Lucas (48)
- Juan (49)
- Hechos (43)
- Romanos (36)
- 1 Corintios (35)
- 2 Corintios (19)
- Gálatas (10)
- Efesios (7)
- Filipenses (7)
- Colosenses (4)
- 1 Tesalonicenses (4)
- 2 Tesalonicenses (1)
- 1 Timoteo (8)
- 2 Timoteo (3)
- Filemón (1)
- Hebreos (17)
- Santiago (6)
- 1 Pedro (7)
- 2 Pedro (2)
- 1 Juan (3)
- 3 Juan (1)
- Judas (2)
- Apocalipsis (4)