'Se' en la Biblia
Hubo un varón en tierra de Uz, que se llamaba Job; y este hombre era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y cayendo en tierra adoró;
Y tomó Job un tiesto para rascarse con él, y se sentó en medio de ceniza.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.
Perezca el día en que yo nací, y la noche en que se dijo: Varón es concebido.
Maldíganla los que maldicen el día, los que se aprestan para levantar su llanto.
¿Para qué se da luz al trabajado, y vida al amargado de alma,
que se alegran sobremanera, y se gozan, cuando hallan el sepulcro?
¿Para qué se da luz al hombre que no sabe por dónde va, y al cual Dios ha acorralado?
y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne.
Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:
De la mañana a la tarde son destruidos, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.
Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Mueren, aun sin sabiduría.
Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.
Vendrás en la vejez a tu sepultura, como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.
¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente.
se apartan de la senda de su rumbo, van menguando y se pierden.
Pero fueron avergonzados por su esperanza; porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré, y se acabará la noche? Y estoy lleno de devaneos hasta el alba.
Como la nube se desvanece, y se va; así el que desciende al sepulcro ya no subirá;
Si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia.
Tales son los caminos de todos los que se olvidan de Dios; y la esperanza del impío perecerá:
Se apoyará él sobre su casa, mas no permanecerá; se asirá de ella, mas no resistirá.
Sus raíces se entretejen junto a una fuente, y se enlazan hasta un lugar pedregoso.
Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?
Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien?
He aquí, arrebatará; ¿quién se lo impedirá? ¿Quién le dirá: Qué haces?
Si el azote mata de repente, se ríe del sufrimiento de los inocentes.
Pasan cual naves veloces: Como el águila que se lanza sobre su presa.
entonces me turban todos mis dolores; sé que no me tendrás por inocente.
Estas cosas has guardado en tu corazón; yo sé que están cerca de ti.
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
Pero los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán refugio; y su esperanza será como el dar el último suspiro.
Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
He aquí, Él detiene las aguas, y todo se seca; Las envía, y destruyen la tierra.
Como vosotros lo sabéis, lo sé yo; no soy menos que vosotros.
¿Sería bueno que Él os escudriñase? ¿Os burlaréis de Él como quien se burla de algún hombre?
He aquí ahora, yo he preparado mi causa, y sé que seré justificado.
Y el cuerpo mío se va gastando como de carcoma, como vestido que es comido de polilla.
Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo,
Como las aguas se van del mar, y el río se agota y se seca.
Así el hombre yace, y no vuelve a levantarse; hasta que no haya cielo no despertarán, ni se levantarán de su sueño.
Y ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son traspasadas de su lugar;
Las piedras son desgastadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra; de igual manera haces tú perecer la esperanza del hombre.
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo despedirás.
Mas su carne sobre él se dolerá, y se entristecerá en él su alma.
¿Qué sabes tú que no sepamos? ¿Qué entiendes que no se halle en nosotros?
Tribulación y angustia le aterrarán, y se esforzarán contra él como un rey dispuesto para la batalla.
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso,
No se enriquecerá, ni sus bienes perdurarán, ni extenderá por la tierra su hermosura.
Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí.
Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.
Mi aliento está corrompido, mis días se extinguen, y me está preparado el sepulcro.
No hay conmigo sino escarnecedores, en cuya amargura se detienen mis ojos.
Y mis ojos se oscurecieron por causa del dolor, y mis pensamientos todos son como sombra.
Los rectos se maravillarán de esto, y el inocente se levantará contra el hipócrita.
Pusieron la noche por día, y la luz se acorta delante de las tinieblas.
La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara.
Lazo prenderá su calcañar; se afirmará la trampa contra él.
Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas.
Los que vengan a él, ese día se espantarán, como fueron espantados los que vinieron antes.
Y si en verdad he errado, conmigo se quedará mi error.
Hizo alejar de mí a mis hermanos, y del todo se extrañaron de mí mis conocidos.
Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí.
Todos mis amigos íntimos me aborrecieron; y los que yo amaba, se volvieron contra mí.
Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro!
Yo sé que mi Redentor vive, y en el día final se levantará sobre la tierra;
Al cual he de ver por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis entrañas se consuman dentro de mí.
Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
Como sueño volará, y no será hallado; y se disipará como visión nocturna.
Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;
su comida se mudará en sus entrañas, hiel de áspides será dentro de él.
Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó; según su sustancia será la restitución, y no se gozará en ello.
Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.
Los cielos descubrirán su iniquidad, y la tierra se levantará contra él.
¿Acaso me quejo yo ante algún hombre? ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
Aun cuando me acuerdo, me asombro, y el estremecimiento se apodera de mi carne.
¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
Toman el pandero y el arpa, y se regocijan al son de la flauta.
Las densas nubes le cubren, y no ve; y por el circuito del cielo se pasea.
Si al norte Él actuare, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré.
Se llevan el asno de los huérfanos; y toman en prenda el buey de la viuda.
Hacen apartar del camino a los menesterosos; y todos los pobres de la tierra se esconden.
Con las avenidas de los montes se mojan, y abrazan las peñas por falta de abrigo.
A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón.
Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos.
A los fuertes arrastró con su poder: se levanta, y ninguno está seguro de la vida.
Les da seguridad en que se apoyen, y sus ojos están sobre los caminos de ellos.
¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿O cómo será limpio el que nace de mujer?
Ata las aguas en sus nubes, y las nubes no se rompen debajo de ellas.
Las columnas del cielo tiemblan, y se espantan a su reprensión.
¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo?
Si sus hijos fueren multiplicados, lo serán para la espada, y sus pequeños no se saciarán de pan;
él la preparará, pero el justo se vestirá de ella, y el inocente repartirá la plata.