'Boca' en la Biblia

Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano:

Empero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquelllos tres varones, su furor se encendió.

He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta.

Por eso Job abrió su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.

Asimismo te apartaría de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro; Y te asentará mesa llena de grosura.

Oid atentamente su voz terrible, y el sonido que sale de su boca.

He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.

He aquí que él tomará el río sin inmutarse: Y confíase que el Jordán pasará por su boca.

De su boca salen hachas de fuego, Centellas de fuego proceden.

Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama.

Porque no hay en su boca rectitud: Sus entrañas son pravedades; Sepulcro abierto su garganta: Con su lengua lisonjearán.

De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.

Tú has probado mi corazón, hasme visitado de noche; Me has apurado, y nada inicuo hallaste: Heme propuesto que mi boca no ha de propasarse.

Cerrados están con su grosura; Con su boca hablan soberbiamente.

Humo subió de su nariz, Y de su boca consumidor fuego; Carbones fueron por él encendidos.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío

Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente.

Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.

No seáis como el caballo, ó como el mulo, sin entendimiento: Con cabestro y con freno su boca ha de ser reprimida, Para que no lleguen á ti.

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca.

Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelech, y él lo echó, y fuése. BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo; Su alabanza será siempre en mi boca.

Y ensancharon sobre mí su boca; Dijeron: ­Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; No quiso entender para bien hacer.

La boca del justo hablara sabiduría; Y su lengua proferirá juicio.

Mas yo, como si fuera sordo no oía; Y estaba como un mudo, que no abre su boca.

Fuí pues como un hombre que no oye, Y que en su boca no tiene reprensiones.

Al Músico principal, á Jeduthún: Salmo de David. YO DIJE: Atenderé á mis caminos, Para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío fuere contra mí.

Enmudecí, no abrí mi boca; Porque tú lo hiciste.

Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová.

Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que enarrar mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca,

Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño.

Señor, abre mis labios; Y publicará mi boca tu alabanza.

Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca.

Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.

He aquí proferirán con su boca; Cuchillos están en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye?

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; Y sean presos por su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.

Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; Aman la mentira, Con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Empero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que por él jura: Porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

Que pronunciaron mis labios, Y habló mi boca, cuando angustiado estaba.

A él clamé con mi boca, Y ensalzado fué con mi lengua.

No me anegue el ímpetu de las aguas, Ni me suerba la hondura, Ni el pozo cierre sobre mí su boca.

Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día.

Mi boca publicará tu justicia Y tu salud todo el día, Aunque no sé el número de ellas.

Ponen en el cielo su boca, Y su lengua pasea la tierra.

Masquil de Asaph. ESCUCHA, pueblo mío, mi ley: Inclinad vuestro oído á las palabras de mi boca.

Abriré mi boca en parábola; Hablaré cosas reservadas de antiguo:

No habían quitado de sí su deseo, Aun estaba su vianda en su boca,

Mas le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían:

Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto: Ensancha tu boca, y henchirla he.

Masquil de Ethán Ezrahita. LAS misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; En generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca.

El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Acordaos de sus maravillas que hizo, De sus prodigios y de los juicios de su boca,

Vean los rectos, y alégrense; Y toda maldad cierre su boca.

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,

Yo alabaré á Jehová en gran manera con mi boca, Y le loaré en medio de muchos.

Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán;

Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca.

Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero.

Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.

Vivifícame conforme á tu misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca.

Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.

Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios.

Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos.

Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;

Confesarte han, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Cuando habrán oído los dichos de tu boca.

Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios.

Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura.

Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira.

Redímeme, y sálvame de mano de los hijos extraños, Cuya boca habla vanidad, Y su diestra es diestra de mentira.

La alabanza de Jehová hablará mi boca; Y bendiga toda carne su santo nombre por siglo y para siempre.

Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de labios.

Ahora pues, hijos, oidme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.

Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca.

El hombre malo, el hombre depravado, Anda en perversidad de boca;

Ahora pues, hijos, oidme, Y estad atentos á las razones de mi boca.

Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.

En justicia son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.

El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, y el mal camino Y la boca perversa, aborrezco.

Bendiciones sobre la cabeza del justo: Mas violencia cubrirá la boca de los impíos.

Vena de vida es la boca del justo: Mas violencia cubrirá la boca de los impíos.

Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana.

La boca del justo producirá sabiduría: Mas la lengua perversa será cortada.

Los labios del justo conocerán lo que agrada: Mas la boca de los impíos habla perversidades.

El hipócrita con la boca daña á su prójimo: Mas los justos son librados con la sabiduría.

Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida: Mas por la boca de los impíos ella será trastornada.

Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará.

El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada.

Del fruto de su boca el hombre comerá bien: Mas el alma de los prevaricadores hallará mal.

El que guarda su boca guarda su alma: Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.

En la boca del necio está la vara de la soberbia: Mas los labios de los sabios los guardarán.

La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces.

El corazón entendido busca la sabiduría: Mas la boca de los necios pace necedad.

Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: Y la palabra á su tiempo, ­cuán buena es!

El corazón del justo piensa para responder: Mas la boca de los impíos derrama malas cosas.