'Contra' en la Biblia

Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo:

¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.

No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí.

Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.

Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos todos los días.

El que no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su prójimo.

Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó soborno. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.

Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;

Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron.

Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.

No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia.

Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.

Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)

Ayin La ira del SEÑOR contra los que mal hacen, para cortar de la tierra la memoria de ellos.

Disputa, oh SEÑOR, con los que contra mí contienden; pelea con los que me combaten.

Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.

Pero ellos se alegraron en mi cojera, y se juntaron; se juntaron contra mí los verdugos, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;

Porque no hablan paz; y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.

Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

No venga pie de soberbia contra mí; y mano de impíos no me mueva.

Zain Piensa el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.

Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.

Yo dije: SEÑOR, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.

Congregados murmuraban contra mí todos los que me aborrecían; contra mí pensaban mal, diciendo de mí:

Aun el varón de mi paz, en quien yo confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por el bienestar de su presencia.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.

Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy el Dios, el Dios tuyo.

Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia.

Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y puro en tu juicio.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había pavor; porque Dios descoyuntó los huesos del que asentó campamento contra ti; los avergonzaste, porque Dios los desechó.

Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)

Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, porque me hubiera escondido de él;

El ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí.

Extendió sus manos contra sus pacíficos; ensució su pacto.

Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.

Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.

Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.

Danos socorro contra el enemigo, que vana es la salvación de los hombres.

¿Hasta cuándo maquinaréis contra un varón? ¿Asesinaréis todos vosotros como pared desplomada, como cerca derribada?

Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y me zaherían en las canciones de los bebedores de sidra.

Porque me enojé contra los locos, viendo la paz de los impíos.

Ponen contra el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra.

¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu prado?

No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Pero aun tornaron a pecar contra él, enojando al Altísimo en la soledad.

Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios ponernos mesa en el desierto?

Por tanto oyó el SEÑOR, y se enojó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;

Entregó también su pueblo a espada, y se airó contra su heredad.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres.

SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?

Sobre tu pueblo han consultado con prudencia, y han entrado en consejo contra tus escondidos.

Por esto han conspirado de corazón a una, contra ti han hecho liga;

¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?

Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de fuertes ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.

Y miraron mis ojos mi deseo sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad?

Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.

Cada día me afrentan mis enemigos; los que se enfurecen contra mí, se han conjurado contra mí.

Volvió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que pensaran mal contra sus siervos.

Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR.

y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa.

Y pusieron contra mí mal por bien, y odio por mi amor.

Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.

En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.

Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu siervo según tus estatutos.

¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

vivos nos habrían entonces tragado, cuando se encendió su furor contra nosotros.

Mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.

Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.

¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males.

No pienses mal contra tu prójimo, estando él confiado de ti.

de tal manera que la saeta traspasó su hígado; como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida.

Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen, aman la muerte.

La benevolencia del rey es para con el siervo entendido; mas su enojo contra el que lo avergüenza.

El rebelde no busca sino mal; y mensajero cruel será enviado contra él.

La locura del hombre tuerce su camino; y contra el SEÑOR se aíra su corazón.

Como bramido de cachorro de león es el miedo del rey; el que lo hace enojar, peca contra su alma.

No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra el SEÑOR.

Sima profunda es la boca de las extrañas; aquel contra el cual estuviere el SEÑOR airado, caerá en ella.

porque el redentor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.

No seas testigo falso contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios.

Martillo y cuchillo y saeta aguda, es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio.

el lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; y el rey contra el cual ninguno se levanta.

He visto asimismo que todo trabajo y toda rectitud de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Y si alguno prevaleciere contra uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.

No seas ligero a rebelarse contra él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere;

una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la cerca, y edifica contra ella grandes baluartes;

Si el espíritu del señor se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará reposar grandes pecados.

No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.

Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla el SEÑOR: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

Y juzgará entre los gentiles, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra.

Y el pueblo hará violencia los unos a los otros, cada cual contra su vecino; el niño se levantará contra el viejo, y el villano contra el noble.