84 casos

'Huesos' en la Biblia

Y conjuró José á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.

Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.

Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de unicornio: Comerá á las gentes sus enemigas, Y desmenuzará sus huesos, Y asaeteará con sus saetas.

Y enterraron en Sichêm los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hemor padre de Sichêm, por cien corderas; y fué en posesión á los hijos de José.

Y en llegando á su casa, toma un cuchillo, y echa mano de su concubina, y despedázala con sus huesos en doce partes, y enviólas por todos los términos de Israel.

Y VINIERON todas las tribus de Israel á David en Hebrón, y hablaron, diciendo: He aquí nosotros somos tus huesos y tú carne.

Vosotros sois mis hermanos; mis huesos y mi carne sois: ¿por qué pues seréis vosotros los postreros en volver al rey?

Entonces David fué, y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonathán su hijo, de los hombres de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Beth-san, donde los habían colgado los Filisteos, cuando deshicieron los Filisteos á Saúl en Gilboa:

E hizo llevar de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonathán su hijo; y juntaron también los huesos de los ahorcados.

Y sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonathán en tierra de Benjamín, en Sela, en el sepulcro de Cis su padre; é hicieron todo lo que el rey había mandado. Después se aplacó Dios con la tierra.

Y después que le hubieron enterrado, habló á sus hijos, diciendo: Cuando yo muriere, enterradme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios; poned mis huesos junto á los suyos.

Y aconteció que al sepultar unos un hombre, súbitamente vieron una partida, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo: y cuando llegó á tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y levantóse sobre sus pies.

Y quebró las estatuas, y taló los bosques, é hinchió el lugar de ellos de huesos de hombres.

Y volvióse Josías, y viendo los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros, y quemólos sobre el altar para contaminarlo, conforme á la palabra de Jehová que había profetizado el varón de Dios, el cual había anunciado

Y él dijo: Dedjadlo; ninguno mueva sus huesos: y así fueron preservados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria.

Mató además sobre los altares á todos los sacerdotes de los altos que allí estaban, y quemó sobre ellos huesos de hombres, y volvióse á Jerusalem.

Levantáronse todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl, y los cuerpos de sus hijos, y trajéronlos á Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días.

Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió á Judá y á Jerusalem.

Mi cuero y mi carne se pegaron á mis huesos; Y he escapado con la piel de mis dientes.

Sus colodras están llenas de leche, Y sus huesos serán regados de tuétano.

Su carne desfallece sin verse, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.

Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro.

Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.

Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar: Hase enflaquecido mi fuerza á causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

No hay sanidad en mi carne á causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos á causa de mi pecado.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que asentó campo contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

Porque mis días se han consumido como humo; Y mis huesos cual tizón están quemados.

Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne.

Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura.

Como tú no sabes cuál es el camino del viento, ó como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.

Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos: De la mañana á la noche me acabarás.

Y veréis, y alegraráse vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba: y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se airará contra sus enemigos.

EN aquel tiempo, dice Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalem, fuera de sus sepulcros;

A causa de los profetas mi corazón está quebrantado en medio de mí, todos mis huesos tiemblan; estuve como hombre borracho, y como hombre á quien dominó el vino, delante de Jehová y delante de las palabras de su santidad.

Desde lo alto envió fuego en mis huesos, el cual se enseñoreó: Ha extendido red a mis pies, tornóme atrás, Púsome asolada, y que siempre tenga dolor.

Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles: Su piel está pegada á sus huesos, seca como un palo.

Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos; y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros altares.

Junta sus piezas en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; hínchela de huesos escogidos.

Toma una oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; coced también sus huesos dentro de ella.

Multiplicando la leña, encendiendo el fuego, para consumir la carne, y hacer la salsa; y los huesos serán quemados:

Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al sepulcro con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas: mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierr

Y LA mano de Jehová fué sobre mí, y sacóme en espíritu de Jehová, y púsome en medio de un campo que estaba lleno de huesos.

Y díjome: Hijo del hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.

Díjome entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oid palabra de Jehová.

Así ha dicho el Señor Jehová á estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.

Profeticé pues, como me fué mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y los huesos se llegaron cada hueso á su hueso.

Y pasarán los que irán por el país, y el que viere los huesos de algún hombre, edificará junto á ellos un mojón, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.

ASI ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no desviaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal.

Y su tió tomará á cada uno, y quemarále para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquél: Calla que no podemos hacer mención del nombre de Jehová.

Que aborrecen lo bueno y aman lo malo, que les quitan su piel y su carne de sobre los huesos;

Que comen asimismo la carne de mi pueblo, y les desuellan su piel de sobre ellos, y les quebrantan sus huesos y los rompen, como para el caldero, y como carnes en olla.

Oí, y tembló mi vientre; A la voz se batieron mis labios; Pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes á sepulcros blanqueados, que de fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.

Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

Por fe José, muriéndose, se acordó de la partida de los hijos de Israel; y dió mandamiento acerca de sus huesos.

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