'Mas' en la Biblia
Y también bauticé la casa de Estéfanas; mas no sé si he bautizado algún otro.
Porque la Palabra del madero a la verdad es locura a los que se pierden; mas a los que se salvan, es a decir, a nosotros, es potencia de Dios.
Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
Pero el espiritual discierne todas las cosas; mas él de nadie es discernido.
Porque ¿quién conoció el entendimiento del Señor? ¿Quién le instruyó? Mas nosotros tenemos el entendimiento de Cristo.
Yo planté, Apolos regó; mas Dios ha dado el crecimiento.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como sabio maestro de obra, puse el fundamento, mas otro prosigue el edificio, pero cada uno vea cómo prosigue el edificio.
Mas si la obra de alguno fuere quemada, será perdida; él empero será salvo, mas así como pasado por fuego.
Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, es el Señor.
Pero esto, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos, por amor de vosotros; para que en nosotros no aprendáis más allá de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiera yo de ir a vosotros.
Yo ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que esto así ha cometido.
Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.
¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de esta vida, poned por jueces a los más humildes que están en la Iglesia.
Y esto érais algunos; mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el Nombre del Señor Jesús, y en el Espíritu del Dios nuestro.
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de la potestad de ninguna.
Las viandas son para el vientre, y el vientre para las viandas; sin embargo a él y a ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo;
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo está; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.
Mas esto digo por permiso, no por mandamiento.
Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, y otro así.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; mas también si puedes hacerte libre, procúralo más.
Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
Mas también si tomares mujer, no pecaste; y si la virgen se casare, no peca; pero aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.
Hay diferencia entre la mujer casada y la virgen, La mujer no casada tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su marido.
Mas, si a alguno parece cosa fea en su hija, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca; cásese.
La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es; cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
Pero más bienaventurada será si se quedare así, según mi consejo; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia envanece, mas la caridad edifica.
Mas el que ama a Dios, el tal es enseñado de Dios.
Acerca, pues, de las viandas que son sacrificadas a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un solo Dios.
nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él.
Mas no en todos hay esta ciencia, porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, las comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
La vianda no nos hace más aceptos a Dios; ni porque comamos, seremos más ricos; ni porque no comamos, seremos más pobres.
Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿por qué no nosotros? Mas no usamos de esta potestad; antes lo sufrimos todo, para no dar alguna interrupción al curso del Evangelio del Cristo.
Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana ésta mi gloria.
Por lo cual, si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la comisión me ha sido encargada.
Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a más.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.
Y todo aquel que lucha, en todo demuestra templanza; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, una incorruptible.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;
Mas de muchos de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
No os ha tomado tentación, sino la humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?
Todo me es lícito, mas no todo conviene; todo me es lícito, mas no todo edifica.
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos, no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
Mas quiero que sepáis, que el Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza del Cristo.
Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiera rapado.
Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón.
Mas ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón, en el Señor.
Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Pero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.
Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.
Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es, quien obra todas las cosas en todos.
Mas todas estas cosas opera uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere.
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos por sí en el cuerpo, como quiso.
Mas ahora muchos miembros son a la verdad, empero un cuerpo.
Antes, los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son mucho más necesarios;
y los miembros del cuerpo que estimamos ser más viles, a éstos vestimos más honrosamente; y los que en nosotros son indecentes, tienen más honestidad.
Porque los que en nosotros son más honestos, no tienen necesidad de nada; mas Dios ordenó el cuerpo (todo), dando más abundante honor al que le faltaba;
Procurad pues, los mejores dones; mas aun yo os enseño el camino más excelente.
no se recrea de la injusticia, mas se recrea de la verdad;
La caridad nunca se pierde; mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de acabar;
mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño.
Ahora vemos como por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
Mas ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres cosas; pero la mayor de ellas es la caridad.
Seguid la caridad; y procurad dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.
Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación.
El que habla lengua extraña, a sí mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica a la Iglesia (de Dios).
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, pero quisiera más que profetizaceis, porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, a no ser que interpretare, para que la Iglesia tome edificación.
mas si yo ignorare la virtud de la voz, seré bárbaro al que habla, y el que habla será bárbaro para mí.
Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
¿Qué pues? Oraré con el espíritu, mas oraré también con entendimiento; cantaré con el espíritu, mas cantaré también con entendimiento.
Porque tú, a la verdad, bien haces acción de gracias; mas el otro no es edificado.
Doy gracias a mi Dios que hablo lenguas más que todos vosotros;
pero en la Iglesia quiero más hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también a los otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
Así que, las lenguas son por señal, no a los fieles, sino a los incrédulos; mas la profecía, no se da a los incrédulos, sino a los fieles.
Mas si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, de todos es convencido, de todos es juzgado;
Si hablare alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; mas uno interprete.
Mas el que ignore, será ignorado.
Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros ya han muerto.
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia hacía mí no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que fue conmigo.
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (es hecho).
Mas cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
mas Dios le da el cuerpo como quiso, y a cada simiente su propio cuerpo.
Toda carne no es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente resucitaremos, mas no todos seremos transformados.
En un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción; mas nosotros seremos transformados.
Mas a Dios gracias, que nos dio la victoria por el Señor nuestro Jesús, el Cristo.
Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuera a vosotros con algunos hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere oportunidad.
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