289 casos

'Me' en la Biblia

Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.

Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo.

¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis acechadores me rodee?

Porque me ha librado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.

a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen.

Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:

«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.

Me devorarían cada día mis enemigos; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.

«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.

Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.

Dios ha hablado en su santuario: Yo me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Moab, es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato: Haz júbilo a causa de mí, oh Filistea.

¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?

cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.

Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.

Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta.

Me puse además cilicio por vestidura; y vine a serles por proverbio.

Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.

«Al Músico principal: para Jedutún: Salmo de Asaf» Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y Él me escuchó.

Me acordaba de Dios, y me turbaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah)

Me acordaba de mis canciones de noche; meditaba con mi corazón, y mi espíritu inquiría.

Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres!

Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.

¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si Israel hubiera andado en mis caminos!

Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía: Éste nació allá.

Me has puesto en el hoyo más profundo, en tinieblas, en lugares profundos.

Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.

Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras.

Me conduciré con sabiduría en el camino de la perfección cuando vengas a mí. En integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.

a causa de tu enojo y de tu ira; pues me alzaste, y me has arrojado.

Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años.

Dulce será mi meditación en Él: Yo me alegraré en Jehová.

para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.

Dios dijo en su santuario; me alegraré, repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Moab, la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato; me regocijaré sobre Filistea.

¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?

Sea éste el pago de parte de Jehová para los que me calumnian, y para los que hablan mal contra mi alma.

Me voy como la sombra cuando declina; soy sacudido como langosta.

Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con manto.

Reina Valera Gómez (© 2010)