'Me' en la Biblia
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: Porque yo fui con la multitud, fui con ellos a la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.
Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos.
Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.
Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,
por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo.
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis acechadores me rodee?
Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)
E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.
El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu Santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.
Porque me ha librado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen.
Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto.
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
Me apresuraría a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:
En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará.
«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
Me devorarían cada día mis enemigos; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
En Dios he confiado: No temeré lo que me pueda hacer el hombre.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece.
Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana.
Dios ha hablado en su santuario: Yo me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Moab, es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato: Haz júbilo a causa de mí, oh Filistea.
¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?
cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.
Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi súplica.
Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta.
Me puse además cilicio por vestidura; y vine a serles por proverbio.
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.
Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.
Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.
No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de mi mano derecha.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
«Al Músico principal: para Jedutún: Salmo de Asaf» Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y Él me escuchó.
Me acordaba de Dios, y me turbaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah)
Me acordaba de mis canciones de noche; meditaba con mi corazón, y mi espíritu inquiría.
Me acordaré de las obras de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres!
Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.
¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si Israel hubiera andado en mis caminos!
En el día de mi angustia te llamaré; porque tú me respondes.
Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste, y me consolaste.
Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía: Éste nació allá.
Me has puesto en el hoyo más profundo, en tinieblas, en lugares profundos.
Sobre mí descarga tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. (Selah)
Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; encerrado estoy, y no puedo salir.
Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.
Me han rodeado como aguas de continuo; a una me han cercado.
Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios es la Roca de mi confianza.
donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras.
Me conduciré con sabiduría en el camino de la perfección cuando vengas a mí. En integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.
Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.
Mi corazón está herido, y secó como la hierba; por lo cual me olvido de comer mi pan.
Cada día me afrentan mis enemigos; los que contra mí se enfurecen se han conjurado contra mí.
a causa de tu enojo y de tu ira; pues me alzaste, y me has arrojado.
Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.
Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años.
Dulce será mi meditación en Él: Yo me alegraré en Jehová.
para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.
Dios dijo en su santuario; me alegraré, repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Moab, la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato; me regocijaré sobre Filistea.
¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?
y con palabras de odio me rodearon; Y pelearon contra mí sin causa.
En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.
Y me han devuelto mal por bien, y odio por amor.
Sea éste el pago de parte de Jehová para los que me calumnian, y para los que hablan mal contra mi alma.
Me voy como la sombra cuando declina; soy sacudido como langosta.
Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.
Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con manto.
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del infierno; angustia y dolor había yo hallado.
Jehová guarda al sencillo; estaba yo postrado, y me salvó.
Desde la angustia invoqué a JAH; y JAH me respondió, poniéndome en lugar espacioso.
Jehová está de mi lado, no temeré; ¿qué me puede hacer el hombre?
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