'Mis' en la Biblia
¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.
Escucha, oh SEÑOR, mis palabras. Considera la meditación mía.
Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque yo estoy debilitado; sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están conturbados.
Heme consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo mi lecho, riego mi estrado con mis lágrimas.
Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.
SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;
Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.
Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.
Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.
Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.
De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.
Invocaré al SEÑOR, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá.
Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
Por tanto tú alumbrarás mi lámpara el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Quien pone mis pies como pies de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas.
Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de bronce será quebrado con mis brazos.
Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas.
Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos.
Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies.
Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.
Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.
Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste.
Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.
Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.
Contar puedo todos mis huesos; ellos miran, me consideran.
Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
De ti será mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.
Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; ungiste mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Bet Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
Sámec Mis ojos están siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.
Tsade Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
Resh Mira mi aflicción y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.
Resh Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio injusto me han aborrecido.
Pruébame, oh SEÑOR, y sondéame; funde mis riñones y mi corazón.
Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y en tu verdad ando.
Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:
Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y alabaré al SEÑOR.
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia.
Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad.
Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.
Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.
y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en anchura.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos en gran manera, y horror a mis conocidos; los que me ven fuera, huyen de mí.
En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.
Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos.
Dálet Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.
Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.
Todos mis huesos dirán: SEÑOR, ¿quién como tú, que libras al pobre del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Anduve como si fuesen mis amigos, mis hermanos; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba.
No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.
Se pudrieron y se corrompieron mis llagas, a causa de mi locura.
Porque mis caderas están llenas de ardor, y no hay sanidad en mi carne.
Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.
Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.
Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.
Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;
Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Líbrame de todas mis rebeliones; no me pongas por escarnio del loco.
Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Sacrificio y presente no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas.
He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no detuve mis labios, SEÑOR, tú lo sabes.
Porque me han cercado males hasta no haber cuanto; me han asido mis iniquidades, y no puedo ver; se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Mis enemigos dicen mal de mí preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Es como muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis calcañares me cercará?
Juntadme mis misericordiosos; los que pactaron mi pacto sobre sacrificio.
Pero al malo dijo Dios: ¿Qué parte tienes tú de declarar mis leyes, y que tomes mi pacto en tu boca?
¡Aborreciendo tú el castigo, y echando detrás de ti mis palabras!
Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tu compasión rae mis rebeliones.
Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí.
Esconde tu rostro de mis pecados, y rae todas mis maldades.
Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.
El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad.
Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.
Que la muerte sorprenda {a mis enemigos}, Que desciendan vivos al Seol, Porque la maldad está en su morada, en medio de ellos.
Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
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