'Por' en la Biblia
que El ya había prometido por medio de Sus profetas en las Sagradas Escrituras.
{y} que fue declarado Hijo de Dios con {un acto de} poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
Es por medio de El que hemos recibido la gracia y el apostolado para {promover la} obediencia a la fe entre todos los Gentiles, por amor a Su nombre;
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, porque por todo el mundo (se da a conocer) se habla de su fe.
siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a ustedes.
es decir, para que {cuando esté} entre ustedes nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.
Tengo obligación (Soy deudor) tanto para con los Griegos como para con los bárbaros (los que no son Griegos por nacimiento, ni por cultura), para con los sabios como para con los ignorantes.
Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio (las buenas nuevas) también a ustedes que están en Roma.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe {y} para fe, como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.
Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa.
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.
Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.
Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza.
Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera {que seas tú} que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas.
Pero por causa de tu terquedad y de {tu} corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.
a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;
Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la Ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la Ley, por la Ley serán juzgados.
Porque cuando los Gentiles, que no tienen la Ley, cumplen por instinto (hacen por naturaleza) los {dictados} de la Ley, ellos, no teniendo la Ley, son una ley para sí mismos.
y conoces {Su} voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales, siendo instruido por la Ley,
Porque tal como está escrito: ``EL NOMBRE DE DIOS ES BLASFEMADO ENTRE LOS GENTILES POR CAUSA DE USTEDES."
Por tanto, si el incircunciso cumple los requisitos de la Ley, ¿no se considerará su incircuncisión como circuncisión?
Pues es Judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador?
¿Y por qué no {decir}, como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.
Porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de El; pues por medio de la Ley {viene} el conocimiento del pecado.
Pero ahora, aparte de la Ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, confirmada por la Ley y los Profetas.
Esta justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo es para todos los que creen. Porque no hay distinción,
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.
{Todos} son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús,
a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por Su sangre a través de la fe, como demostración de Su justicia, porque en Su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente,
¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Porque concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la Ley.
porque en verdad Dios es uno, el cual justificará {en virtud} de la fe a los circuncisos y por medio de la fe a los incircuncisos.
¿Anulamos entonces la Ley por medio de la fe? ¡De ningún modo! Al contrario, confirmamos la Ley.
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué jactarse, pero no para con Dios.
Porque ¿qué dice la Escritura? ``Y CREYO ABRAHAM A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA."
pero al que no trabaja, pero cree en Aquél que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia.
¿Es, pues, esta bendición {sólo} para los circuncisos, o también para los incircuncisos? Porque decimos: ``A ABRAHAM, LA FE LE FUE CONTADA POR JUSTICIA."
Porque la promesa a Abraham o a su descendencia de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la Ley, sino por medio de la justicia de la fe.
Por eso {es} por fe, para que {esté} de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la Ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, quien es padre de todos nosotros.
Por lo cual también {su fe} LE FUE CONTADA POR JUSTICIA.
Y no sólo por él fue escrito que le fue contada,
sino también por nosotros, a quienes será contada, {como} los que creen en Aquél que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor,
que fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.
Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.
Porque difícilmente habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno.
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira {de Dios} por medio de El.
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.
Y no sólo {esto,} sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un Hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos.
Tampoco sucede con el don como con {lo que vino} por medio de aquél que pecó; porque ciertamente el juicio {surgió a causa} de una {transgresión,} resultando en condenación; pero la dádiva {surgió a causa} de muchas transgresiones resultando en justificación.
Porque si por la transgresión de un hombre, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de un Hombre, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres.
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos.
para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.
Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que ustedes {no} obedezcan a sus lujurias;
Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de su carne. Porque de la manera que ustedes presentaron sus miembros {como} esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presenten sus miembros {como} esclavos a la justicia, para santificación.
Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido.
Por tanto, hermanos míos, también a ustedes se les hizo morir a la Ley por medio del cuerpo de Cristo, para que sean unidos a otro, a Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas {despertadas} por la Ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.
¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no {hubiera sido} por medio de la Ley. Porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la Ley no hubiera dicho: ``NO CODICIARAS."
porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató.
¿Entonces lo que es bueno vino a ser {causa de} muerte para mí? ¡De ningún modo! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso.
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
Pues lo que la Ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios {lo hizo}: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y {como ofrenda} por el pecado, condenó al pecado en la carne,
Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el {mismo} que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
Porque si ustedes viven conforme a la carne, habrán de morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne (del cuerpo), vivirán.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: `` ¡Abba, Padre!"
Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de Aquél que la sometió, en la esperanza
Porque en esperanza hemos sido salvados, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?
De la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede {por nosotros} con gemidos indecibles.
Y Aquél que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a {la voluntad de} Dios.
Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios {está} por nosotros, ¿quién {estará} contra nosotros?
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?
¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Tal como está escrito: ``POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO."
Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes,
Porque desearía yo mismo ser anatema (maldito), {separado} de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes (los de mi raza) según la carne.
de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo (el Mesías), el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
ni son todos hijos por ser descendientes de Abraham, sino que ``POR ISAAC SERA LLAMADA TU DESCENDENCIA."
Porque la palabra de promesa es ésta: ``POR ESTE TIEMPO VOLVERE, Y SARA TENDRA UN HIJO."
Porque cuando aún {los mellizos} no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a {Su} elección permaneciera, no por las obras, sino por Aquél que llama,
Porque la Escritura dice a Faraón: ``PARA ESTO MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA."
Me dirás entonces: `` ¿Por qué, pues, todavía reprocha {Dios}? Porque ¿quién resiste a Su voluntad?"
Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: ``Por qué me hiciste así?"
¿Qué diremos entonces? Que los Gentiles, que no iban tras la justicia, alcanzaron justicia, es decir, la justicia que es por fe;
¿Por qué? Porque no {iban tras ella} por fe, sino como por obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo,
Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos es para {su} salvación.
Pues Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella.
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