63 casos

'Sabiduría' en la Biblia

La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas;

de manera que inclines tu oído a la sabiduría, y apliques tu corazón a la prudencia;

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca:

Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;

Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;

Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría.

Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.

Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y hallo el conocimiento en los consejos.

La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas;

En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para la espalda del falto de entendimiento.

Los simples heredarán necedad; mas los prudentes se coronarán de sabiduría.

En el corazón del prudente reposa la sabiduría; mas aquello que está entre los necios, se da a conocer.

Los labios de los sabios esparcen sabiduría; mas no así el corazón de los necios.

El corazón entendido busca la sabiduría; mas la boca de los necios se alimenta de necedades.

¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, si no tiene el corazón para ello?

En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.

Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza que te hace divagar de las palabras de sabiduría.

El hombre que se extravía del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos.

Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrá recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada.

Yo ni aprendí sabiduría, ni tengo el conocimiento del Santo.

Reina Valera Gómez (© 2010)