'Sabiduría' en la Biblia
Para entender sabiduría y doctrina; para conocer las razones prudentes;
para recibir el consejo de sabiduría, justicia, juicio y equidad;
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas;
por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová,
de manera que inclines tu oído a la sabiduría, y apliques tu corazón a la prudencia;
Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Él reserva la sana sabiduría para los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y el conocimiento fuere dulce a tu alma,
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia;
Jehová con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca:
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y con toda tu posesión adquiere inteligencia.
Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar.
Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;
Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;
¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?
Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría.
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y hallo el conocimiento en los consejos.
Conmigo está el consejo y la sana sabiduría; yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza.
La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas;
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; y el conocimiento del Santo es la inteligencia.
En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para la espalda del falto de entendimiento.
Los sabios atesoran la sabiduría; mas la boca del necio es calamidad cercana.
Hacer maldad es como diversión al insensato; pero el hombre entendido tiene sabiduría.
La boca del justo producirá sabiduría; mas la lengua perversa será cortada.
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con los humildes es la sabiduría.
El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría.
El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es ignorante.
Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado.
Sólo por la soberbia viene la contienda; mas con los avisados está la sabiduría.
Todo hombre prudente se conduce con sabiduría; mas el necio manifestará necedad.
Busca el escarnecedor la sabiduría, y no la halla; mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil.
La sabiduría del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los necios es engaño.
Los simples heredarán necedad; mas los prudentes se coronarán de sabiduría.
En el corazón del prudente reposa la sabiduría; mas aquello que está entre los necios, se da a conocer.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; mas la boca de los necios hablará sandeces.
Los labios de los sabios esparcen sabiduría; mas no así el corazón de los necios.
El corazón entendido busca la sabiduría; mas la boca de los necios se alimenta de necedades.
El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y antes de la honra está la humildad.
Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.
¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, si no tiene el corazón para ello?
En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.
El que reserva sus palabras tiene sabiduría; de excelente espíritu es el hombre entendido.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca el conocimiento.
Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza que te hace divagar de las palabras de sabiduría.
El hombre que se extravía del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos.
No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová.
Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi sabiduría:
Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría.
Compra la verdad y no la vendas; la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.
Con sabiduría se edifica la casa, y con prudencia se afirma;
La sabiduría está muy alta para el necio; en la puerta no abrirá él su boca.
Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrá recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada.
El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría, será librado.
El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que mantiene rameras desperdiciará sus bienes.
Conoce el justo la causa de los pobres; mas el impío no entiende sabiduría.
La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Yo ni aprendí sabiduría, ni tengo el conocimiento del Santo.
Abre su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua.
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