'Sabio' en la Biblia
Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Y dijo Faraón á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú:
Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado:
Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado:
HIZO, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, á quien Jehová dió sabiduría é inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado Jehová.
Y Moisés llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á llegarse á la obra, para trabajar en ella;
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta.
Y que trocara la forma de las palabras, Joab tu siervo lo ha hecho: mas mi señor es sabio, conforme á la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra.
Empero ahora no lo absolverás: que hombre sabio eres, y sabes cómo te has de haber con él: y harás descender sus canas con sangre á la sepultura.
He aquí lo he hecho conforme á tus palabras: he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no haya habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
Y aun fué más sabio que todos los hombres; más que Ethán Ezrahita, y que Emán y Calchôl y Darda, hijos de Mahol: y fué nombrado entre todas las naciones de alrededor.
Y como Hiram oyó las palabras de Salomón, holgóse en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dió hijo sabio á David sobre este pueblo tan grande.
Y además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dió al rey David hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa á Jehová, y casa para su reino.
El es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra él, y quedó en paz?
¿Si proferirá el sabio vana sabiduría, Y henchirá su vientre de viento solano?
Mas volved todos vosotros, y venid ahora, Que no hallaré entre vosotros sabio.
¿Traerá el hombre provecho á Dios, Porque el sabio sea provechoso á sí mismo?
La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño.
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo;
No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal;
Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio;
No reprendas al escarnecedor, porque no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará.
Da al sabio, y será más sabio: Enseña al justo, y acrecerá su saber.
Si fueres sabio, para ti lo serás: Mas si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.
Las sentencias de Salomón. EL hijo sabio alegra al padre; Y el hijo necio es tristeza de su madre.
El sabio de corazón recibirá los mandamientos: Mas el loco de labios caerá.
El que turba su casa heredará viento; Y el necio será siervo del sabio de corazón.
El fruto del justo es árbol de vida: Y el que prende almas, es sabio.
El camino del necio es derecho en su opinión: Mas el que obedece al consejo es sabio.
EL hijo sabio toma el consejo del padre: Mas el burlador no escucha las reprensiones.
la ley del sabio es manantial de vida, Para apartarse de los lazos de la muerte.
El que anda con los sabios, sabio será; Mas el que se allega á los necios, será quebrantado.
El sabio teme, y se aparta del mal: Mas el necio se arrebata, y confía.
El hijo sabio alegra al padre: Mas el hombre necio menosprecia á su madre.
La ira del rey es mensajero de muerte: Mas el hombre sabio la evitará.
El sabio de corazón es llamado entendido: Y la dulzura de labios aumentará la doctrina.
El corazón del sabio hace prudente su boca; Y con sus labios aumenta la doctrina.
Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.
Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.
EL vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio.
El rey sabio esparce los impíos. Y sobre ellos hace tornar la rueda.
Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; Y cuando se amonestare al sabio, aprenderá ciencia.
Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato lo disipará.
La ciudad de los fuertes tomó el sabio, Y derribó la fuerza en que ella confiaba.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También á mí se me alegrará el corazón;
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino.
Mucho se alegrará el padre del justo: Y el que engendró sabio se gozará con él.
El hombre sabio es fuerte; Y de pujante vigor el hombre docto.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
Responde al necio según su necedad, Porque no se estime sabio en su opinión.
¿Has visto hombre sabio en su opinión? Más esperanza hay del necio que de él.
A su ver es el perezoso más sabio Que siete que le den consejo.
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me deshonrare.
Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación.
El hombre rico es sabio en su opinión: Mas el pobre entendido lo examinará.
Si el hombre sabio contendiere con el necio, Que se enoje ó que se ría, no tendrá reposo.
El necio da suelta á todo su espíritu; Mas el sabio al fin le sosiega.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas: empero también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio me sucederá también á mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio.
¿Y quién sabe si será sabio, ó necio, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané, y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y fatuo que no sabe ser aconsejado.
Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
Mejor es oir la reprensión del sabio, que la canción de los necios.
Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio: y el presente corrompe el corazón.
No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso: ¿por qué te destruirás?
La sabiduría fortifica al sabio más que diez poderosos la ciudad en que fueron.
Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Hacerme he sabio: mas ella se alejó de mí.
¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante.
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el tiempo y el juicio conoce el corazón del sabio.
Y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará: aunque diga el sabio que la sabe, no por eso podrá alcanzarla.
Y hállase en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.
Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los necios.
El corazón del sabio está á su mano derecha; mas el corazón del necio á su mano izquierda.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
Y cuanto más sabio fué el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; é hizo escuchar, é hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
Mas él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Levantaráse pues contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad.
El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se corrompa; búscase un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿y á quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, que no hay quien pase?
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Y dijeron: Venid, y tracemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni consejo del sabio, ni palabra del profeta. Venid é hirámoslo de lengua, y no miremos á todas sus palabras.
He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que los sepa? Porque los caminos del Jehová son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes en ellos caerán.
La voz de Jehová clama á la ciudad, y el sabio mirará á tu nombre. Oid la vara, y á quien la establece.
Al sólo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén. \'
¿Qué es del sabio? ¿qué del escriba? ¿qué del escudriñador de este siglo? ¿no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
Nadie se engañe á sí mismo: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase simple, para ser sabio.
Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que pueda juzgar entre sus hermanos;
¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) yo más: en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en muertes, muchas veces.
Por tanto, al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.
¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
Al Dios solo sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén.
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