'Enemigos' en la Biblia
Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren á Jehová hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que yo edifiqué á tu nombre,
Y si se convirtieren á ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren á ti hacia su tierra, que tú diste á sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado á tu no
Mas temed á Jehová vuestro Dios, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos.
Y desampararé las reliquias de mi heredad, y entregarlas he en manos de sus enemigos; y serán para saco y para robo á todos sus adversarios;
Y David salió á ellos, y hablóles diciendo: Si habéis venido á mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para engañarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y demándelo.
Subieron pues á Baal-perasim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perasim.
Y he sido contigo en todo cuanto has andado, y he talado á todos tus enemigos de delante de ti, y hete hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tiera.
Y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humilllaré á todos tus enemigos. Hágote además saber que Jehová te ha de edificar casa.
Escógete, ó tres años de hambre; ó ser por tres meses deshecho delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; ó por tres días la espada de Jehová y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de
He aquí, un hijo te nacerá, el cual será varón de reposo, porque yo le daré quietud de todos sus enemigos en derredor; por tanto su nombre será Salomón; y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días:
Si tu pueblo Israel cayere delante de los enemigos, por haber prevaricado contra ti, y se convirtieren, y confesaren tu nombre, y rogaren delante de ti en esta casa,
Y si hubiere hambre en la tierra, ó si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo ó añublo, langosta ó pulgón; ó si los cercaren sus enemigos en la tierra de su domicilio; cualquiera plaga ó enfermedad que sea;
Si tu pueblo saliere á la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren á ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado á tu nombre,
Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos á tierra de enemigos, lejos ó cerca,
Y todo Judá y los de Jerusalem, y Josaphat á la cabeza de ellos, volvieron para tornarse á Jerusalem con gozo, porque Jehová les había dado gozo de sus enemigos.
Y fué el pavor de Dios sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
Pero si tú vas, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está la fortaleza, ó para ayudar, ó para derribar.
Mas Amasías no quiso oir; porque estaba de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.
Y bajo la mano de éstos estaba el ejército de guerra, de trescientos siete mil y quinientos guerreros poderosos y fuertes para ayudar al rey contra los enemigos.
Y OYENDO los enemigos de Judá y de Benjamín, que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel,
Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos, y los matemos, y hagamos cesar la obra.
Y sucedió que como oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, y volvímonos todos al muro, cada uno á su obra.
Y FUÉ que habiendo oído Sanballat, y Tobías, y Gesem el Arabe, y los demás nuestros enemigos, que había yo edificado el muro, y que no quedaba en él portillo, (aunque hasta aquel tiempo no había puesto en las puertas las hojas,)
Y como lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las gentes que estaban en nuestros alrededores, y abatiéronse mucho sus ojos, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.
Y entregástelos en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron: y en el tiempo de su tribulación clamaron á ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tus muchas miseraciones les dabas salvadores, que los salvasen de mano de sus enemigos.
Mas en teniendo reposo, se volvían á hacer lo malo delante de ti; por lo cual los dejaste en mano de sus enemigos, que se enseñorearon de ellos: pero convertidos clamaban otra vez á ti, y tú desde los cielos los oías, y según tus miseraciones muchas veces
La copia de la escritura que había de darse por ordenanza en cada provincia, para que fuese manifiesta á todos los pueblos, decía que los Judíos estuviesen apercibidos para aquel día, para vengarse de sus enemigos.
Y EN el mes duodécimo y que es el mes de Adar, á trece del mismo, en el que tocaba se ejecutase el mandamiento del rey y su ley, el mismo día en que esperaban los enemigos de los Judíos enseñorearse de ellos, fué lo contrario; porque los Judíos se enseñor
E hirieron los Judíos á todos sus enemigos con plaga de espada, y de mortandad, y de perdición; é hicieron en sus enemigos á su voluntad.
En cuanto á los otros Judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y pusiéronse en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios setenta y cinco mil; mas en la presa no metieron su mano.
Como días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les tornó de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno á su vecino, y dádivas á los pobres.
E hizo inflamar contra mí su furor, Y contóme para sí entre sus enemigos.
Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo. OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste.
Guíame, Jehová, en tu justicia á causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos; Volveránse y serán avergonzados subitáneamente.
De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: Caerán y perecerán delante de ti.
Sus caminos son viciosos en todo tiempo: Tus juicios los tiene muy lejos de su vista: Echa bocanadas en orden á todos sus enemigos.
Porque no diga mi enemigo, Vencílo: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.
De delante de los malos que me oprimen, De mis enemigos que me cercan por la vida.
Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.
Invocaré á Jehová, digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.
Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.
Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí.
Y dísteme la cerviz de mis enemigos, Y destruí á los que me aborrecían.
Mi libertador de mis enemigos: Hicísteme también superior de mis adversarios; Librásteme de varón violento.
Alcanzará tu mano á todos tus enemigos; Tu diestra alcanzará á los que te aborrecen.
Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
Mira mis enemigos, que se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová.
Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud, A causa de mis enemigos.
No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Salmo cantado en la dedicación de la Casa: GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste á mis enemigos alegrarse de mí.
De todos mis enemigos he sido oprobio, Y de mis vecinos en gran manera, y horror á mis conocidos: Los que me veían fuera, huían de mí.
En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.
No se alegren de mí mis enemigos injustos: Ni los que me aborrecen sin causa hagan del ojo.
Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos: se disiparán como humo.
Porque mis enemigos están vivos y fuertes: Y hanse aumentado los que me aborrecen sin causa:
Jehová lo guardé, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, Y no lo entregues á la voluntad de sus enemigos.
Mis enemigos dicen mal de mí preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos: En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.
Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado á los que nos aborrecían.
Tus saetas agudas Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.
El volverá el mal á mis enemigos: Córtalos por tu verdad.
Porque me ha librado de toda angustia, Y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.
Apúranme mis enemigos cada día; Porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare: En esto conozco que Dios es por mí.
Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. LIBRAME de mis enemigos, oh Dios mío: Ponme en salvo de los que contra mí se levantan.
El Dios de mi misericordia me prevendrá: Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.
En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos.
Decid á Dios: Cuán terribles tus obras! Por lo grande de tu fortaleza te mentirán tus enemigos.
Al Músico principal: Salmo de David: Canción. LEVANTESE Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su presencia los que le aborrecen.
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, Y de ella la lengua de tus perros.
Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Hanse fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué: He venido pues á pagar lo que no he tomado.
Acércate á mi alma, redímela: Líbrame á causa de mis enemigos.
Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio: Delante de ti están todos mis enemigos.
Porque mis enemigos han tratado de mí; Y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.
Delante de él se postrarán los Etiopes; Y sus enemigos lamerán la tierra.
Tus enemigos han bramado en medio de tus sinagogas: Han puesto sus divisas por señas.
No olvides las voces de tus enemigos: El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
Y guiólos con seguridad, que no tuvieron miedo; Y la mar cubrió á sus enemigos.
E hirió á sus enemigos en las partes posteriores: Dióles perpetua afrenta.
Pusístenos por contienda á nuestros vecinos: Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
En una nada habría yo derribado sus enemigos, Y vuelto mi mano sobre sus adversarios.
Porque he aquí que braman tus enemigos; Y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto: Con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos.
Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos, Y heriré á sus aborrecedores.
Has ensalzado la diestra de sus enemigos; Has alegrado á todos sus adversarios.
Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.
Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, Porque he aquí, perecerán tus enemigos; Serán disipados todos los que obran maldad.
Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos: Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.
Fuego irá delante de él, Y abrasará en derredor sus enemigos.
Cada día me afrentan mis enemigos; Los que se enfurecen contra mí, hanse contra mí conjurado.
Y multiplicó su pueblo en gran manera, E hízolo fuerte más que sus enemigos.
Y cubrieron las aguas á sus enemigos: No quedó uno de ellos.
Y sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano.
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