'Es' en la Biblia
Gracias doy á mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;
Fiel es Dios, por el cual sois llamados á la participación de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Porque la palabra de la cruz es locura á los que se pierden; mas á los que se salvan, es á saber, á nosotros, es potencia de Dios.
¿Qué es del sabio? ¿qué del escriba? ¿qué del escudriñador de este siglo? ¿no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
Y lo vil del mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es:
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado;
Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie.
¿Qué pues es Pablo? ¿y qué es Apolos? Ministros por los cuales habéis creído; y eso según que á cada uno ha concedido el Señor.
Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Porque la sabiduría de esta mundo es necedad para con Dios; pues escrito está: El que prende á los sabios en la astucia de ellos.
Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro,
Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea los por venir; todo es vuestro;
Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, el Señor es.
Por lo cual os he enviado á Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias.
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros.
Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es á saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, ó avaro, ó idólatra, ó maldiciente, ó borracho, ó ladrón, con el tal ni aun comáis.
Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís antes la injuria? ¿por qué no sufrís antes ser defraudados?
Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y á él y á ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo:
¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque serán, dice, los dos en una carne.
Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es.
Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
CUANTO á las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer.
Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo.
Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
Porque el marido infiel es santificado en la mujer, y la mujer infiel en el marido: pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; empero ahora son santos.
Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso; antes á paz nos llamó Dios.
¿Es llamado alguno circuncidado? quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide.
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino la observancia de las mandamientos de Dios.
Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor: asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo.
Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios.
Tengo, pues, esto por bueno á causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse así.
Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen,
La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
Mas si alguno ama á Dios, el tal es conocido de él.
Acerca, pues, de las viandas que son saacrificadas á los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más de un Dios.
Mas no en todos hay esta ciencia: porque algunos con conciencia del ídolo hasta aquí, comen como sacrificado á ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
Porque si te ve alguno, á ti que tienes ciencia, que estás sentado á la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es flaco, no será adelantada á comer de lo sacrificado á los ídolos?
Por lo cual, si la comida es á mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne por no escandalizar á mi hermano.
Esta es mi respuesta á los que me preguntan.
Si nosotros os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos lo vuestro carnal?
Pues bien que anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme porque me es impuesta necesidad; y ay de mí si no anunciare el evangelio!
¿Cuál, pues, es mi merced? Que predicando el evangelio, ponga el evangelio de Cristo de balde, para no usar mal de mi potestad en el evangelio.
No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podeís llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
Porque un pan, es que muchos somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel un pan.
¿Qué pues digo? ¿Que el ídolo es algo? ¿ó que sea algo lo que es sacrificado á los ídolos?
Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica.
Porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.
Mas si alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.
Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
Mas toda mujer que ora ó profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese.
Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto á la mujer trasquilarse ó raerse, cúbrase.
Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la mujer es gloria del varón.
Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón.
Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de Dios.
Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer á Dios no cubierta?
Por el contrario, á la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
Porque preciso es que haya entre vosotros aun herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros.
Cuando pues os juntáis en uno, esto no es comer la cena del Señor.
Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
Empero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.
Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.
Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos.
Empero á cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho.
Porque á la verdad, á éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; á otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.
Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos.
Por manera que si un miembro padece, todos los miembros á una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros á una se gozan.
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, empero más que profetizaseis: porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si también no interpretare, para que la iglesia tome edificación.
Porque si yo orare en lengua desconocida, mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
Porque tú, á la verdad, bien haces gracias; mas el otro no es edificado.
Mas si todos profetizan, y entra algún infiel ó indocto, de todos es convencido, de todos es juzgado;
Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.
Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley dice.
Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa á sus maridos; porque deshonesta cosa es hablar una mujer en la congregación.
Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.
Y si Cristo es predicado que resucitó de los muertos ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Porque es menester que él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo de sus pies.
Toda carne no es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
Y cuerpos hay celestiales, y cuerpos terrestres; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres:
Otra es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria.
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en incorrupción;
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del cielo.
Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.
Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.
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